
Me muero por compartir mi receta veraniega favorita de galletas. Estas Galletas de Calabacín con Avena y Chocolate nacieron por casualidad cuando tenía demasiado calabacín en mi huerto. Ahora son el dulce más pedido en casa. Son increíblemente suaves con la cantidad perfecta de chocolate y nadie puede creer que llevan verdura escondida.
Las Necesitas En Tu Vida
Estas galletas son pura magia por cómo quedan. Los bordes se vuelven crujientes mientras el centro permanece deliciosamente blando. Me encanta hacerlas cuando mi huerto rebosa de calabacines y mis peques las devoran sin saber que están comiendo verduras. Doble victoria.
Todo Lo Que Necesitas
- Harina: La harina común garantiza galletas suaves pero firmes para aguantar la avena y el calabacín.
- Bicarbonato: Ayuda a que las galletas crezcan y queden esponjosas.
- Canela: Aporta un toque cálido que va genial con el calabacín y chocolate.
- Mantequilla: La mantequilla sin sal crea una base rica y cremosa para la masa.
- Azúcar moreno y blanco: Para el equilibrio perfecto entre dulzor y textura masticable.
- Extracto de vainilla: Realza el sabor de las galletas.
- Calabacín: Rallado añade humedad y un sutil sabor a tierra.
- Avena: La avena tradicional da una textura consistente y masticable.
- Pepitas de chocolate: Chocolate con leche o negro para un contraste rico y derretido.
Vamos a Empezar
Primero agarra tu calabacín y rállalo finito. Ni te molestes en pelarlo, la piel añade unos preciosos trocitos verdes a las galletas. Si tu calabacín está muy aguado, sécalo un poco con papel de cocina. Mientras haces esto, precalienta el horno a 180°C.
Mezcla Los Ingredientes Secos
Coge un bol y bate la harina, el bicarbonato, la canela y una pizca de sal. Parece poca cosa pero marca una gran diferencia en cómo se hornean uniformemente.

La Magia De La Mantequilla
Ahora mi parte favorita, bate la mantequilla con ambos azúcares hasta que quede ligera y esponjosa. Tómate tu tiempo aquí, hace que las galletas sean especiales. Añade el huevo y la vainilla y sigue batiendo hasta que todo se vea suave y cremoso.
Hora Del Calabacín
Aquí llega el ingrediente secreto. Incorpora el calabacín rallado y observa cómo aporta esa humedad tan rica. Esto es lo que da a estas galletas su textura alucinante.
Juntándolo Todo
Añade con cuidado la mezcla de harina. La palabra clave es suavidad, no queremos galletas duras. Normalmente uso una cuchara de madera para esta parte y mezclo solo hasta que la harina desaparezca.
La Parte Divertida
Momento de agregar la avena y las pepitas de chocolate. Me encanta ver cómo se integran en la masa creando pequeños bolsillos de sabor. Cada bocado tendrá el equilibrio perfecto entre avena masticable y chocolate derretido.
Al Horno
Usa una cuchara para galletas y coloca esos montoncitos perfectos en la bandeja forrada. Dales espacio para expandirse, unos 5 centímetros va de maravilla. Luego mételas al horno durante 12-15 minutos hasta que estén doraditas por los bordes.

El Juego De La Espera
Cuando salen del horno déjalas reposar en la bandeja unos 5 minutos. Ya sé que dan ganas de agarrar una enseguida pero créeme, este pequeño descanso las hace perfectas. Luego pásalas a una rejilla donde desarrollarán esa textura masticable genial.
Manteniéndolas Frescas
Estas galletas se mantienen deliciosamente blandas unos 5 días en un recipiente hermético. Aunque sinceramente, rara vez duran tanto en mi casa. Si quieres guardar algunas para más tarde, se congelan de maravilla hasta por 3 meses.
Haz Extra Para Después
A veces doblo la receta y congelo bolitas de masa para emergencias galleteras. Solo ponlas en una bandeja, congélalas hasta que estén sólidas y luego pásalas a una bolsa. Cuando te entre el antojo puedes hornearlas directamente congeladas, solo añade un minuto o dos más.
Sobre El Calabacín
La gente siempre pregunta si hay que pelar el calabacín primero. Para nada. La piel es tan suave que ni la notarás, además añade esos bonitos puntitos verdes por toda la galleta. Es parte de su encanto.
Eligiendo Tu Avena
Siempre uso avena tradicional, da a estas galletas la mejor textura masticable. La avena instantánea sirve si no hay otra, pero evita la avena rápida que hará tus galletas demasiado blanditas y nadie quiere eso.

Compañeros Perfectos
Estas galletas quedan buenísimas con un vaso de leche fría. A veces las sirvo después de cenar con café, especialmente cuando he preparado pasta de calabacín antes. Es mi forma astuta de meter doble ración de verduras en una comida.
Ajustando El Dulce
Si prefieres tus galletas menos dulces, puedes reducir el azúcar un poco. El calabacín y las pepitas de chocolate aportan tanto sabor que ni lo echarás de menos. Incluso las he hecho con chocolate negro para una versión más adulta.
Resultados Uniformes
Mi cuchara para galletas es mi arma secreta para galletas perfectas siempre. Todas se hornean por igual y quedan súper profesionales. Siempre giro la bandeja a mitad del horneado para conseguir ese dorado perfecto.
Trucos Ninja Con Verduras
Estas galletas son mi forma favorita de colar verduras en los dulces. Mi sobrino quisquilloso las devora sin idea de que está comiendo calabacín. Se ha convertido en nuestro secretito y ahora piensa que soy la tía guay que hace las mejores galletas.
Por Qué Me Encantan Tanto
Hay algo especial en una galleta que es deliciosa y un poquito virtuosa. Cada vez que las hago pienso en cómo un simple calabacín del huerto se transformó en una receta tan querida. Son prueba de que a veces los mejores dulces surgen de ser creativos con lo que tienes.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Estas galletas saben a calabacín?
No, el calabacín solo aporta suavidad y textura. Mezclado con los demás ingredientes, su sabor vegetal pasa desapercibido, como en el pan de calabacín.
- → ¿Hay que escurrir el calabacín rallado?
No hace falta escurrirlo. La humedad natural del calabacín ayuda a mantener las galletas blandas y jugosas.
- → ¿Se pueden congelar estas galletas?
Sí, se pueden congelar hasta por 3 meses. Colócalas en un recipiente apto para congelador con papel encerado entre capas. Déjalas descongelar a temperatura ambiente antes de consumirlas.
- → ¿Puedo usar chips de chocolate con leche?
Claro, puedes sustituir los chips de chocolate oscuro por los de leche u otro tipo que prefieras. Tendrán un sabor algo más dulce con el de leche.
- → ¿Cómo sé que las galletas están listas?
Están listas cuando tienen los bordes ligeramente dorados y el centro se ve firme tras 12-15 minutos. Pueden parecer un poco blandas al sacarlas, pero se endurecen al enfriarse.