01 -
Rompe el chocolate en trozos pequeños. Calienta la leche hasta que esté tibia, apaga el fuego y mezcla el chocolate hasta que se derrita. Deja que repose a temperatura ambiente durante una hora.
02 -
Bate la nata hasta que esté casi firme y mézclala suavemente con la crema de chocolate enfriada. Reparte en vasos de postre y ponlos a enfriar.
03 -
Añade unas virutas de chocolate por encima y sirve en frío.