01 -
Machaca las galletas en migas finas usando un procesador de alimentos. En un recipiente grande, mezcla las migas de galleta con el cacao, el azúcar, los cacahuates molidos y el azúcar de vainilla (si lo usas). Remueve todo bien.
02 -
Derrite la mantequilla en una cacerola a fuego bajo. Cuando esté lista, combina con la nata dulce y revuelve hasta que sea homogéneo. Viértelo sobre la mezcla de galletas y combina bien. Debe mantenerse unida si la presionas; si está seca, añade un poco más de nata, y si está muy húmeda, más galletas.
03 -
Coloca papel encerado en un molde rectangular (aproximadamente 23×33 cm). Pon la mezcla de galletas en el molde y presiónala con fuerza para que quede uniforme. Usa el reverso de una cuchara o un vaso plano para compactarla bien. Refrigera durante 30 minutos hasta que endurezca.
04 -
Pon el chocolate oscuro y el chocolate con leche en un recipiente resistente al calor. Derrítelos usando el baño maría (sobre agua caliente) o con intervalos cortos en el microondas, revolviendo frecuentemente. Añade el aceite vegetal y remueve hasta que se vea suave y brillante.
05 -
Vierte la mezcla de chocolate derretido sobre la base de galleta fría y extiéndelo de manera uniforme con una espátula. Rápidamente, espolvorea los cacahuates molidos encima. Regresa al refrigerador y deja enfriar por al menos 1 hora hasta que esté completamente firme.
06 -
Cuando todo esté sólido, saca la preparación del molde levantando el papel encerado. Con un cuchillo afilado, haz cortes en barras o cuadros. Para obtener cortes más limpios, limpia el cuchillo entre cada rebanada.