01 -
Calienta el horno a 175°C. Forra un molde metálico de 23×33 cm con papel pergamino, dejando que sobresalga un poco para facilitar sacar las galletas. Engrasa ligeramente el papel.
02 -
En un bol mediano, combina con un batidor la harina, el polvo para hornear y la sal hasta que estén bien mezclados.
03 -
En un bol grande mezcla con un batidor el azúcar moreno, el azúcar blanco y la mantequilla derretida hasta que obtengas una textura uniforme. Incorpora la vainilla y los huevos, batiendo bien todo.
04 -
Usa una espátula de goma o una cuchara de madera para incorporar suavemente los ingredientes secos en la mezcla húmeda. Para justo cuando queden rastros de harina. Añade 2 tazas de chispas de chocolate y mézclalas ligeramente.
05 -
Esparce la masa de galletas de manera uniforme en el molde preparado. Coloca las chispas de chocolate restantes encima y presiona ligeramente.
06 -
Hornea durante 18-25 minutos, o hasta que los bordes se vean dorados y el centro esté ligeramente inflado. Espolvorea un poco de sal marina en escamas al salir del horno.
07 -
Deja que las barras enfríen en el molde durante unos 45 minutos a temperatura ambiente (o refrigéralas para acelerar el proceso). Una vez tibias, sácalas con cuidado usando el papel pergamino y córtalas en cuadrados o rectángulos.