01 -
Cubre un molde cuadrado de 20x20 cm con papel de horno, dejando que sobresalga un poco por los bordes para que luego sea más fácil desmoldar.
02 -
Cocina la mezcla revolviendo sin parar hasta que esté lisa y el azúcar se disuelva completamente. Deja que hierva suavemente por 5-7 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que espese en un caramelo suave.
03 -
En una cacerola mediana, a fuego medio, combina leche condensada, azúcar moreno, mantequilla y miel (o jarabe de azúcar).
04 -
Retira la cacerola del fuego y echa de inmediato los trozos de chocolate blanco. Revuelve hasta que el chocolate se derrita y quede completamente integrado en la mezcla de caramelo. Déjalo enfriar un poco mientras sigues con las capas de chocolate.
05 -
En un bol aparte, mezcla aproximadamente la mitad del chocolate derretido (325g) con el arroz inflado hasta que esté todo cubierto de forma uniforme.
06 -
Derrite todo el chocolate (650g) usando un bol apto para calor sobre agua hirviente (baño maría) o en el microondas en intervalos de 30 segundos, removiendo entre cada uno, hasta que esté suave y líquido.
07 -
Vierte la mezcla de arroz inflado con chocolate en el molde preparado y repártelo de manera uniforme para formar la base. Presiona suavemente con el dorso de una cuchara para compactarlo.
08 -
Esparce cuidadosamente la mezcla de caramelo sobre la base de chocolate y arroz. Usa una espátula para que quede bien extendida y llegue a todas las esquinas.
09 -
Cubre la capa de caramelo con el chocolate derretido restante. Inclina el molde o usa una espátula para que se cubra toda la superficie manera uniforme.
10 -
Pon el molde en el refrigerador y deja que los bocados se enfríen durante al menos 2 horas o hasta que estén completamente firmes.
11 -
Saca el molde del refrigerador una vez que esté listo. Con ayuda del papel de horno, levanta el bloque completo y colócalo sobre una tabla de cortar. Usa un cuchillo afilado para cortarlo en cuadrados del tamaño que prefieras.
12 -
Sirve los trozos a temperatura ambiente para una textura más suave o fríos si prefieres que estén más firmes. Acompáñalos con un café, té o un vaso de leche para el toque perfecto.