01 -
Engrasa ligeramente moldes de silicona para caramelos con aceite vegetal o spray antiadherente. Coloca los moldes sobre una bandeja para facilitar moverlos al refrigerador.
02 -
Espolvorea la gelatina sin sabor sobre el agua fría en un tazón pequeño. Déjala reposar por 5 minutos para que se hidrate y absorba el agua.
03 -
En un tazón mediano, añade agua caliente junto con la gelatina de sabores y el azúcar. Remueve constantemente hasta que todo se haya disuelto, unos 2 minutos.
04 -
Incorpora la gelatina hidratada a la mezcla caliente de gelatina de sabores. Remueve hasta que esté completamente integrada.
05 -
Permite que la mezcla se enfríe unos 10 minutos. Asegúrate de que esté tibia, pero no caliente, antes de continuar.
06 -
Vierte el alcohol frío que hayas escogido (vodka, ron, tequila o cava). Si decides usar ácido cítrico para darle un toque ácido, agrégalo ahora y mezcla bien.
07 -
Con cuidado, llena los moldes previamente preparados con la mezcla. Deja cada compartimento casi lleno. Dale unos golpecitos al molde en la mesa para eliminar posibles burbujas de aire.
08 -
Coloca los moldes llenos en el refrigerador y enfríalos al menos 4 horas o toda la noche, hasta que las gelatinas estén completamente firmes.
09 -
Cuando las gelatinas estén firmes, saca con cuidado del molde flexionando ligeramente la silicona. Para decorar, espolvorea con purpurina comestible o pásalas por azúcar de colores, si lo prefieres.
10 -
Sírvelas al momento o guárdalas en un recipiente hermético en el refrigerador por hasta 3 días. Mantenlas frías hasta que las sirvas.