
Hoy mi cocina huele a uno de esos platos que siempre salva el día en familia: un gratinado rápido de pasta con verduras frescas. Cuando no hay tiempo y quiero algo rico y sano, esta opción nunca falla. Pasta suave, verduras crujientes y una salsa cremosa que gusta a todo el mundo.
Por qué este gratinado encanta
Lo que más me gusta de esta opción es lo sencilla que es. Solo necesito unos 15 minutos de preparación y, después, el horno hace lo suyo. A la familia le fascinan las verduras, y en días corridos, lo dejo listo antes. Sale tanto al mediodía como en la cena, es un recurso total del día a día.
Lo que vas a necesitar
Me gusta usar 300 g de pasta, a veces de trigo integral, junto con 400 g de verduras mixtas congeladas. Para la salsa uso 200 g de crema ácida y algo de caldo vegetal, así queda bien suave. Pico 150 g de jamón cocido para darle sabor y luego mucho queso rallado por encima para gratinar.

Así te sale perfecto
Empiezo hirviendo la pasta por 5 minutos y después agrego las verduras otros 3. Mientras, mezclo crema ácida con el caldo para una salsa sencilla, solo hay que sazonar un poco. Todo se pone en una fuente, se mezcla bien, cubro con queso y lo dejo dorar a 200 grados unos 25 minutos.
Lo mejor resumido
Lo bueno de este gratinado: se prepara en nada y gusta a todos en casa. Hasta los peques pueden compartirlo. Cuando no tengo tiempo, lo dejo armado y solo lo horneo al momento de comer.
Mis formas favoritas
Siempre lo adapto según lo que tengo: a veces uso verduras frescas como calabacín o pimiento, otras veces pollo o salmón. Jugar con el queso también me encanta: parmesano fuerte o un mozzarella bien cremoso le dan otro giro.
Preparación con antelación
Algo súper práctico: lo puedo dejar listo y guardar en la nevera hasta que llegue la hora de meter al horno. Ideal para organizar la semana o si tengo invitados. Las sobras se mantienen bien frescas en un recipiente cerrado hasta tres días.

Personaliza según la estación
En verano le pongo calabacín, berenjena y tomate frescos. En otoño me gusta cambiarlos por calabaza y coles de Bruselas. Así siempre resulta diferente y aprovecho lo que encuentro en el mercado.
Les encanta a los niños
Mis hijos no dejan nada en el plato. La salsa cremosa hace que las verduras sepan riquísimo y la costra dorada de queso es lo que más disfrutan. Si uso pasta integral, añado fibra casi sin que se den cuenta.
Para todos los gustos
Cuando vienen amigos vegetarianos, omito el jamón y cargo aún más verduras. Para quienes quieren versión vegana, uso nata vegetal de avena y queso vegano; sale igual de cremoso y sabroso. Así nadie se queda afuera.
Qué más pongo en la mesa
Solemos acompañar con una ensalada fresca. Me encanta añadir hierbas como albahaca o cebollino por encima. Y siempre cae una barra de pan crujiente para mojar en la salsa.

Un clásico que nunca pasa
Los gratinados de pasta son imbatibles para cocinar fácil en familia. Mi versión es moderna y siempre cambio algo, pero sigue consintiendo como las de antes. Es un plato que reconforta y jamás aburre.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo cambiar las verduras?
Por supuesto, puedes usar otras combinaciones de verduras o incluso vegetales frescos a tu gusto.
- → ¿Se puede preparar con antelación?
Claro que sí. Prepara el gratén y guárdalo en el refrigerador por hasta 24 horas antes de hornearlo.
- → ¿Qué queso es el más recomendable?
El Gouda o el Emmental funcionan genial, ya que se derriten perfectamente.
Conclusión
Un gratén rápido y sencillo con pasta, vegetales y abundante queso. Todo listo en 30 minutos.