
La pasta de feta al horno mezcla queso de oveja cremoso con tomates asados dulces para crear una salsa tentadora que convierte la pasta en una experiencia de sabor única. Esta receta viral arrasó en redes sociales con razón. Destaca por su sencillez y su intenso desarrollo de sabor. Mientras la feta se derrite suavemente en el horno y los tomates liberan su dulzura, los sabores se fusionan en una salsa espesa que envuelve cada fideo a la perfección y garantiza un festín inolvidable para el paladar.
La primera vez que preparé este plato para mi familia, todos se quedaron sorprendidos de cuánto sabor podían producir tan pocos ingredientes. Incluso mi hijo menor, que normalmente evita los tomates, limpió su plato con entusiasmo y pidió repetir.
Ingredientes selectos
- Un bloque de queso feta: forma la base del plato y se derrite en el horno creando una base sedosa para la salsa
- Tomatitos cherry dulces: estallan al hornearse y liberan su intenso sabor caramelizado
- Ajo fresco: da a la salsa una profundidad sabrosa que completa el plato
- Aceite de oliva virgen: une todos los sabores y proporciona una textura aterciopelada
- Tomillo aromático: complementa con su aroma terroso y ligeramente cítrico la dulzura de los tomates
- Espaguetis al dente: absorben perfectamente la salsa cremosa y aportan la textura ideal
- Pimienta recién molida: añade un picante sutil que realza todos los componentes del sabor

Pasos detallados de preparación
- Preparación de la bandeja:
- Agarra una fuente mediana que sea lo bastante grande para colocar el bloque de feta en el centro y distribuir los tomates alrededor. Pon la feta en medio. Lava los tomatitos y colócalos enteros alrededor del queso. Intenta que queden en una sola capa para que se cocinen uniformemente.
- Sazonar y aromatizar:
- Aplasta el diente de ajo directamente sobre los tomates y la feta o pícalo fino y espárcelo en la bandeja. Espolvorea el tomillo y la pimienta recién molida sobre todos los ingredientes. Rocía abundante aceite de oliva sobre el queso y los tomates para que todos los ingredientes queden ligeramente cubiertos. El aceite no solo ayuda a desarrollar el sabor, también evita que la feta se seque.
- El proceso de horneado:
- Mete la bandeja preparada en el horno precalentado a 220°C. La temperatura alta hace que los tomates estallen y se caramelicen, mientras la feta se ablanda y se dora ligeramente. Después de unos 25 minutos, los tomates deben haber estallado y la feta debe estar dorada y blanda. La consistencia del queso debe ser cremosa pero no completamente derretida.
- Cocción de la pasta:
- Mientras se hornea, cuece los espaguetis en abundante agua con sal según las instrucciones del paquete hasta que estén al dente. Asegúrate de no cocinarlos demasiado, deben mantener algo de firmeza para combinar bien con la salsa cremosa. Antes de escurrirlos, guarda un cucharón de agua de cocción por si necesitas aclarar la salsa después.
- Unir la salsa y la pasta:
- Saca la bandeja del horno y aplasta los tomates blandos y la feta derretida con un tenedor hasta formar una masa cremosa. Remueve vigorosamente para mezclar todos los ingredientes uniformemente. El calor ayuda a que los sabores se combinen de manera óptima. Ahora añade los espaguetis escurridos directamente a la bandeja y mézclalos con cuidado pero a fondo, hasta que cada fideo quede cubierto por la salsa espesa.
- Servir y disfrutar:
- Sirve la pasta de feta al horno inmediatamente, mientras aún está caliente. Si lo deseas, puedes decorar el plato con hojas de albahaca fresca o rallar un poco de parmesano por encima para darle una dimensión extra de sabor.
En los días calurosos de verano, me gusta variar la receta añadiendo hojas de albahaca fresca y rociando un poco de zumo de limón sobre el plato terminado. Esto aporta un toque refrescante a la pasta cremosa y la convierte en una cena veraniega perfecta.
Consejos para servir
Esta pasta cremosa de feta al horno brilla por su sencillez pero ofrece muchas posibilidades para presentaciones creativas. Sírvela directamente de la fuente para un estilo rústico y familiar que promueve compartir. Para un arreglo más elegante, usa unas pinzas para pasta y forma nidos en espiral en platos precalentados. Decora cada porción con una ramita de tomillo fresco o algunas hojas de albahaca para dar color. Un trozo de pan de ajo crujiente es perfecto para mojar en la salsa cremosa. Como acompañamiento, una ensalada ligera de rúcula con aliño de limón armoniza maravillosamente, su amargor y frescura equilibran la cremosidad de la pasta. Para los amantes del vino, un blanco seco como un Sauvignon Blanc o un rosado ligero combinan perfectamente con este plato.
Variaciones creativas
La receta básica de la pasta de feta al horno se puede adaptar fácilmente a tus gustos personales y variar con diferentes ingredientes. Para una versión otoñal, prueba a añadir nueces picadas y arándanos secos a la pasta terminada, que aportan una textura interesante y un dulzor afrutado. Una variación mediterránea se consigue añadiendo aceitunas negras, piñones tostados y romero finamente picado en lugar de tomillo. Para más proteínas, enriquece el plato con gambas salteadas o tiras de pollo a la parrilla que puedes mezclar con la pasta justo antes de servir. Los vegetarianos pueden añadir garbanzos tostados o champiñones salteados para darle más sustancia. Experimenta también con diferentes tipos de pasta como penne, fusilli u orecchiette, que absorben la salsa cremosa de manera diferente y aportan variedad.

Conservación y recalentamiento
Si por casualidad sobra algo, la pasta de feta al horno se conserva sin problemas para disfrutarla más tarde. Guárdala en un recipiente hermético en la nevera, donde se mantendrá hasta tres días. Al recalentarla, es recomendable añadir un chorrito de agua o una cucharada de aceite de oliva, ya que la pasta pierde algo de humedad durante el almacenamiento y la salsa puede espesarse. Calienta el plato lentamente en una olla a fuego medio, removiendo con regularidad para evitar que se pegue. También puedes calentarla en el microondas, pero deberías removerla a mitad del proceso para un calentamiento uniforme. La pasta de feta recién calentada se puede realzar con un poco de parmesano recién rallado y hierbas frescas para darle nueva vida.
La pasta de feta al horno es para mí más que una receta viral, se ha convertido en parte fija de nuestro menú familiar. La magia está en su simplicidad y en cómo unos pocos ingredientes pueden fundirse en una experiencia de sabor tan satisfactoria. Todavía recuerdo las caras sorprendidas de mi familia con el primer bocado – esa mezcla de queso cremoso y tomates dulzones que convierte cada bocado en una pequeña fiesta. Lo que más me gusta de este plato es que incluso en días agitados puedes preparar una comida que parece que has pasado horas en la cocina. El tiempo de horneado se puede aprovechar para otras tareas, mientras el aroma de tomates asándose y queso derritiéndose llena la casa y atrae a todos a la mesa.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar otro tipo de queso?
- Claro, puedes probar con queso de cabra suave o ricotta, que también se derriten bien pero tienen un sabor más suave. Un camembert fuerte también funciona, aunque aportará un toque diferente.
- → ¿Qué tipo de pasta funciona mejor?
- Además de los espaguetis, penne, fusilli o farfalle también son perfectos ya que absorben bien la crema. Escoge la pasta que prefieras, la mayoría combinan genial con esta receta.
- → ¿Puedo añadir otros ingredientes?
- ¡Claro que sí! Puedes añadir espinacas, aceitunas negras, tomates secos o piñones para dar textura. También puedes incluir un toque de chile o mezclar con albahaca fresca al final.
- → ¿Se puede preparar con antelación?
- Sí, este plato se conserva bien en el refrigerador por 2-3 días. Para calentarlo, usa el microondas o una sartén a fuego bajo con un poco más de aceite de oliva, para suavizar la crema.
- → ¿Cómo hacerlo más ligero en calorías?
- Usa queso feta ligero, menos aceite de oliva y opta por pasta integral o proteica. También puedes aumentar la cantidad de verduras como tomates o incorporar calabacín y pimientos.