01 -
Pon el horno en marcha ajustándolo a la temperatura indicada en el paquete del pan de ajo, generalmente unos 220°C (425°F).
02 -
Coloca las rebanadas de pan de ajo en una bandeja en una sola capa. Hornéalas unos 5 minutos hasta que estén ligeramente doradas, evitando que se empapen después.
03 -
Saca el pan del horno y añade 1-2 cucharadas de salsa de pizza sobre cada rebanada. Deja un margen pequeño en los bordes para que parezca una corteza.
04 -
Esparce el queso mozzarella sobre cada rebanada de manera uniforme. Agrega rodajas de salami u otros ingredientes que prefieras. Espolvorea condimento italiano y, si te gusta el picante, añade las hojuelas de chile.
05 -
Devuelve las rebanadas al horno y hornea de 5 a 10 minutos más, hasta que el queso se derrita y haga burbujas, y los bordes estén dorados y crujientes.
06 -
Si quieres, añade hojas frescas de albahaca como toque final y sírvelo de inmediato mientras está caliente y crujiente.