
Este pastel de queso con frambuesas mexicano siempre ha sido mi postre estrella. Lo inventé cuando quería algo distinto al típico cheesecake y, desde entonces, es lo más pedido en las reuniones familiares. Pareciera complicado por esos remolinos de frambuesa, pero créeme, ¡cualquiera puede lograr este toque elegante!
¿Por Qué Es Tan Único?
Me tardé muchísimo en afinar esta preparación. Lo especial es ese equilibrio exacto: la base de galletas María tiene ese toque mexicano de verdad y el relleno de queso es tan suave que se deshace en la boca. Cada vez que lo llevo a una reunión, no se creen que esos remolinos tan bonitos los hago yo misma.
Vamos Por Lo Que Necesitamos
- Galletas María: La base más rica y crujiente la consigues con estas famosas galletas. Las de tipo graham no logran lo mismo.
- Queso crema: No escatimes, siempre entero. La textura lo agradece.
- Frambuesas: Si tienes frescas, genial, pero las congeladas funcionan igual de bien.
- Crema entera y crema ácida: Son mis ases secretos para que quede súper cremoso.
- Extracto de vainilla: Ojalá uses una buena esencia, ¡se nota la diferencia!
Empezando por la Base
Mi abuela me enseñó el truco: triturar las galletas María hasta que queden como polvo. Mézclalas con mantequilla derretida hasta que parezca arena mojada. Olvídate de las manos; usa un vaso para aplastar la mezcla en el molde. ¡Queda perfecto!
Preparando el Relleno Más Cremoso
Mis mejores secretos vienen aquí. Deja que el queso crema se ponga suavecito fuera del refri. Bátelo solo primero hasta que esté muy cremoso, luego añade el azúcar. Los huevos van uno por uno y al final toca agregar las cremas. Solo mezcla lo necesario para que quede liso, no lo batas de más.

La Salsa Que Enamora
La salsa de frambuesa es de otro mundo. Cocina las frambuesas despacito con poquita azúcar. Yo siempre cuelo las semillas—en casa nadie las quiere. Sabrás que está lista cuando la salsa cubre el dorso de la cuchara.
El Encanto de los Remolinos
Esta es mi parte preferida. Coloca montoncitos de la salsa sobre el relleno y con un palillo haz remolinos donde quieras. No pienses demasiado, lo irregular queda más bonito.
Hornea Sin Prisa
La clave es no tener apuro. Horno bajito y deja que se cocine a fuego lento. Cuando termine, deja la puerta del horno entreabierta mientras se enfría un rato ahí mismo. Así nunca aparecen esas molestas grietas.
La Espera Vale la Pena
Lo más difícil es esperar a que enfríe. Déjalo mínimo seis horas en el refri, aunque de un día para otro es todavía mejor. Los sabores se intensifican y podrás cortar porciones perfectas.
Dale Un Toque Bonito
Ponle frambuesas frescas encima y un poco de nata montada casera; se ve de lujo. A veces, espolvoreo cacao en el plato antes de poner la rebanada. Queda como un postre de restaurante.

Sírvelo Como Todo Un Pro
Me encanta llevarlo a la mesa con un poco más de salsa de frambuesa aparte. Un café recién hecho o hasta una copa de cava lo hacen especial. Ya sea un brunch de finde o una cena elegante, este pastel siempre queda bien.
Hazlo a Tu Manera
Las frambuesas me fascinan, pero he usado todo tipo de frutas del bosque. Las zarzamoras le dan unos remolinos morados hermosos y las fresas dejan un color rosa increíble. Cuando hace frío, le rallo un poquito de cáscara de naranja al relleno.
Los Trucos de Mi Cocina
Después de tantas veces haciéndolo, aprendí lo siguiente: los ingredientes tienen que estar a temperatura ambiente sí o sí. Golpea el molde contra la mesa varias veces antes de hacer los remolinos para quitar burbujas. Y jamás te saltes colar la salsa de frutas.
Fresquito Mucho Tiempo
Este pastel se conserva súper en el refri casi una semana. A veces corto las porciones, las envuelvo con film y las congelo. Nada mejor que encontrarte un pedazo de cheesecake cuando menos lo esperas.
Perfecto para Festejar
He hecho este postre para cumpleaños, aniversarios, fiestas... Siempre alegra a todos. La gente jura que salió de una pastelería por esos remolinos tan lindos.

¿Qué Tomar Acompañando?
Aquí en casa lo disfrutamos con café de olla mexicano. A veces en fiestas lo sirvo con cava. Para los niños, preparo licuados de frambuesa que siempre les chiflan.
No Tira Las Sobras
Casi nunca sobra, pero si pasa, te recomiendo hacer copas: capas de cheesecake, fruta y nata. También está buenísimo desmoronarlo sobre un helado.
Un Toque Muy Mexa
Las galletas María le dan una personalidad única a este postre. Son más ligeras que las graham y con ese saborcito suave a vainilla. ¡Cómo cambia el resultado con un solo ingrediente!
Razón de Tanto Amor
A todos les encanta este cheesecake. Funciona para comidas sencillas y cenas elegantes igual. Es la mezcla de textura cremosa, el sabor acidito de la frambuesa y esa base especial. Todo encaja perfecto.
Notas Finales Para El Horno
El chiste de hornear es pasarla bien y compartir. No te agobies si los remolinos quedan raros o se hace alguna grieta. Unas frambuesas frescas y nata arreglan todo y nadie notará detalles. Estos pasos han traído muchísima alegría a mi cocina y quiero que en la tuya pase igual.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Qué son las galletas María y puedo sustituirlas?
- Las galletas María son de vainilla y ligeramente dulces, populares en postres mexicanos. Si no las tienes, las galletas tipo Graham son una excelente alternativa.
- → ¿Cómo evito que mi cheesecake se agriete?
- Deja enfriar el cheesecake despacio en el horno con la puerta entreabierta y luego refrigéralo. Este enfriamiento gradual previene grietas en la superficie.
- → ¿Se pueden usar frambuesas congeladas?
- Sí, tanto frescas como congeladas funcionan bien para la salsa. No necesitas descongelarlas antes si usas congeladas.
- → ¿Cómo sé si el cheesecake está listo?
- Los bordes deben estar firmes, pero el centro aún debe tener un movimiento ligero. Se seguirá estabilizando mientras enfría y reposa en el refrigerador.
- → ¿Puedo prepararlo con antelación?
- Claro, este cheesecake se puede hacer con 1-2 días de anticipación. Consérvalo en refrigeración y decóralo justo antes de servir.