
Mira, estos pastelitos de piña volteada me han salvado en más reuniones y fiestas de lo que me acuerdo. Todos los quieren, aguantan bien el viaje y nadie se pelea cortando pastel. Además, a cada quien le toca su propio bizcochito con ese toque pegajoso de piña encima.
La Navidad pasada, mi tía Janet (la catadora oficial de postres de la familia) me pidió cómo se hacían estos. Si tú la conocieras, sabrías qué milagro fue eso. Es la señora que le dijo a mi prima que su pastel de bodas sabía "a comprado". Cuando dice "no están mal" ya es mucho; pero estas las llamó "muy buenas, la verdad"—que en su idioma eso es una ovación.
Ingredientes Clave
- Rodajas de piña en lata: Te digo, la piña fresca es rica, pero la de lata es perfecta aquí. Vienen igualitas, el tamaño ideal, dulces, y te quitan un montón de chamba. Así de fácil.
- Azúcar morena: Entre más oscura, mejor. Ese sabor a melaza cambia todo el caramelo. Si sólo tienes clara tampoco pasa nada, pero la oscura le da ese toque especial que hace que todos te pidan la receta.
- Mantequilla de verdad: Aquí no es momento de usar margarina, créeme ya lo intenté y ni se compara. Sólo la mantequilla da esa capa pegajosa y cremosa encima.
- Cerezas en almíbar: Lo sé, parecen de otro tiempo y muy artificiales, pero ese color rojo le da vida. Una vez no las puse y quedaron con un aspecto muy triste.
- Aceite vegetal: Esto, junto con la mantequilla, deja el bizcocho bien húmedo. Lo aprendí de mi abuela que nunca soltaba sus secretos de repostería.

Divertidos Pasos
- Arranca con la capa dulce
- Mezcla la mantequilla derretida y el azúcar morena hasta que parezca arena mojada. Sin complicarse, se ve grumoso y está bien. Pon una cucharada en cada espacio del molde para muffins. Yo lo acomodo con el reverso de la cuchara, pero no te obsesiones, el horno lo arregla solo.
- Ponle la piña
- Pones una rodaja de piña sobre esa mezcla de azúcar directo al molde. Si sobresale, no pasa nada. Mete una cereza justo en medio. Les doy una secadita rápida en servilletas para que no chorreen rojo por todos lados.
- Haz la mezcla del bizcocho
- Bate mantequilla y azúcar mucho mucho hasta que esponje bien. Esto mete aire, así que échale ganas. Echa los huevos uno a uno, dejando que se mezclen antes de añadir el otro. Un poquito de vainilla.
- Mezcla completo
- Combina los secos aparte. Cuando digan "agrega alternando con la leche", sólo mételo en partes: un poco de harina, mezcla, un poco de leche, mezcla, y así hasta terminar, acabando con harina al final. Así tu mezcla no se hace pesada. Al último integra el aceite con espátula, no batas para no perder el aire que trabajaste.
- Llénalos
- Vierte la mezcla sobre la piña con cuidado, no la eches de golpe o desordenas el diseño. Llénalos 3/4 de su capacidad, ya que no crecen mucho, pero tampoco quieras que se desborde.
- La hora de la verdad
- Recién horneados, déjalos cinco minutos en el molde—ni menos ni más, busca esos cinco. Antes se te desbaratan, después el caramelo se pega como piedra. Ten una rejilla lista y voltea todo el molde de un jalón, sin dudar. Si titubeas, desastre seguro. Palabra de experiencia, me pasó en la venta del colegio de mi hijo.
Mi abuela hacía pastel volteado de piña en sartén de hierro cada verano cuando íbamos a su casa. El olor del azúcar derritiéndose nos hacía entrar corriendo, donde sea que estuviera uno. Ya con mis hijos, empecé mejor a hacerlos en versión cupcake porque son muy prácticos para llevar a la escuela. Ahora mi hija los hace con sus roomies de la uni y me marca por videollamada con preguntas, y eso los hace más bonitos para mí.
Ideas para Servirlos
Por sí solos ya están buenísimos, pero si te quieres lucir, con un poco de crema batida y poca azúcar quedan tops. Para días de asado, a mí me gusta darles una bolita de helado de vainilla encima. El contraste frío del helado con el bizcochito tibio se siente de otro nivel.
Varía el Sabor
De vez en cuando, le echo un chorrito de ron oscuro al caramelo. A las mamás del cole nunca les dije, pero esos cupcakes volaban primero. Si no eres fan de la piña, ponle un gajo de durazno y un toque de canela al caramelo y quedan súper bien. También probé haciendo mini cupcakes en moldes chicos con trozos de piña en vez de rodajas—quedan lindos pero sí cuestan más trabajo.
Para Que Duren Más
Están del 10 el mismo día, pero aguantan un par de días bien. El truco está en cubrirlos sólo con un plato, no taparlos demasiado, porque el caramelo se pone pegajoso. Si se ponen duros, mételos un ratito al micro y ya. Mejor no los congeles, la fruta sale muy rara después.

Trucos Extra
¿Miedo a que se peguen? Pasa con cuidado un cuchillo delgado por la orilla antes del gran volteado. Si tienes molde de muffin un poco más ancho, te va a ayudar, la piña cabe mejor. Guarda el jugo de la lata para darle una brochita a cada pastelito después de volteados—se sienten más jugosos.
He llevado estos pastelitos a ventas de pasteles, despedidas, lo que sea. Tienen algo que saca sonrisas—será lo retro o lo rico de la fruta caramelizada con el bizcocho mantequilloso. Ya se ganaron su lugar en mi caja de recetas, toda marcada y con notitas de años de usarlos. Así sabes que algo vale oro.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar piña fresca en lugar de enlatada?
- No se recomienda usar piña fresca, ya que no tiene el grosor y dulzura consistentes de la enlatada. Los anillos enlatados son ideales.
- → ¿Cómo puedo guardar estos cupcakes?
- Guarda en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta por 2 días, o refrigera hasta por 5 días. Lleva a temperatura ambiente antes de servir.
- → ¿Qué hago si mis cupcakes se pegan al molde?
- Dales la vuelta mientras aún están tibios. Si se pegan, pasa un cuchillo alrededor de los bordes y golpea suavemente el fondo del molde para desprenderlos.
- → ¿Puedo hacerlos sin cerezas?
- ¡Totalmente! Omite las cerezas o reemplázalas con otras frutas como arándanos o frambuesas en el centro.
- → ¿Puedo agregar especias a la masa?
- Sí, la canela, la nuez moscada o un toque de jengibre combinarian perfectamente con el sabor de la piña.