
Déjame contarte cómo hago que los espárragos se vuelvan adictivos en casa. Horneados con ajo y queso derretido quedan tan buenos que hasta los más difíciles con las verduras piden repetir. El ajo huele riquísimo y el queso mezclado con los espárragos crujientes lo hace todo mejor.
Te va a encantar esto
Te juro que no volverás a mirar los espárragos igual después de probar esto. Se prepara rapidísimo y te queda espectacular. El ajo toma todo el protagonismo y la mozzarella encima hace que quieras comer hasta el último. Ahora todos en casa lo piden casi cada semana para cenar juntos.
Lista de lo que necesitas
- Queso Mozzarella: Si lo puedes rallar tú mejor porque se derrite increíble.
- Pimienta: Mejor si la mueles en el momento porque le da otro sabor.
- Espárragos: Elígelo bien verde y con las puntas cerradas.
- Aceite de oliva: Uno bueno le va de lujo, no escatimes aquí.
- Sal: La sal de mar es la que más me gusta.
- Ajo: Fresco bien picadito, aunque si tienes ya molido también vale.
Comenzamos
Lo primero es tener los espárragos listos. Yo solo los doblo y dejo que se partan solos, así cortan justo donde toca. Después los echo en la bandeja del horno, separados para que todos se doren bien.
Saborcito extra
Aquí empieza lo bueno. Junto el aceite de oliva con ajo machacado, sal y pimienta. Ya huele increíble antes de meterlo al horno. Lo echo por encima de los espárragos y con las manos los revuelvo un poquito para que todos queden bien cubiertos.

Al horno
Pongo siempre el horno bien fuerte, a 220°C, porque así salen doraditos como me gustan. Entre 12 y 14 minutos y ya están, tiernos por dentro y todavía con ese toque crujiente.
¡Hora del queso!
Esto es lo que más me gusta. Cuando ya están asados los saco y los cubro con el queso rallado. Que no falte queso en ningún palito ¡es lo mejor del plato!
Remate final
Ahora solo les doy un golpe de gratinado. Vigílalos cerca porque en un momento el queso está burbujeando y dorado. Vale la pena no perderlos de vista para que salgan perfectos.
A la mesa
Los pruebo por si le falta un poquito más de sal o pimienta, normalmente solo un poco más de pimienta y ya está. Me encanta ver la reacción de todos cuando lo sirvo y ese queso se estira, ¡todo un espectáculo!
Con qué acompañarlo
Estos espárragos le van a cualquier cosa. Nosotros los tomamos mucho con pollo al horno o carne a la plancha. Hasta para las fiestas y cenas especiales acaban en la mesa porque son fáciles, pero siempre impresionan.

Dale tu toque
A veces cambio la mozzarella por parmesano rallado para que tenga más sabor. Con un poco de ralladura de limón por arriba queda súper fresco y si te animas, un poco de chile en hojuelas le da alegría.
Sobró algo
Si te queda lo metes en la nevera y aguanta bien un par de días. Frío en ensalada me encanta y si prefieres, en el horno se calienta rápido.
¿Congelar o no?
Soy sincera: aquí mejor no te líes con el congelador. Aunque puedas, nada como comerlos al momento. El queso y la textura ya no son igual después de congelar.
Trucos para elegir
Cuando los compres fíjate en que sean bien verdes y con la punta cerrada. Los más gorditos van mejor para hornear porque aguantan el queso y quedan jugosos.
Además son sanos
Lo bueno es que aquí comer verduras apetece. Los espárragos traen un montón de cosas buenas y el queso les pone un toque de proteína. Yo encantada.

Nunca falla
Siempre que lo llevo a reuniones la gente pregunta cómo lo hago. Es simple, pero la mezcla de ajo, queso y espárrago queda increíble juntos. Todos lo devoran.
Lo puedes dejar listo
Si viene gente preparo todo con tiempo. Los espárragos ya cortados, el ajo con el aceite listo. Después solo hay que juntar y meter al horno cuando toca.
Hazlo a tu manera
Puedes cambiar las especias como quieras. A veces echo tomillo o romero fresco. Lo bueno es que lo puedes personalizar y disfrutarlo como más te guste.
Punto de cocción
Fíate de tu intuición con el horno. Cada horno es su mundo, pero la clave es que los espárragos queden blanditos pero no blandengues y el queso justo derretido y dorado. Es difícil que salga mal, solo vigila el tiempo.
Se vuelve habitual
En mi casa lo hacemos siempre porque es sencillo, fiable y delicioso. Cuando lo pruebes seguro te pasa lo mismo. Esa mezcla de queso y verdura engancha a todo el mundo, nunca sobra nada.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Cómo sé cuándo están listos los espárragos?
Busca un color verde intenso y tallos tiernos que puedas pinchar fácilmente con un tenedor. Las puntas deben estar ligeramente crujientes, no quemadas.
- → ¿Cuál es la mejor manera de cortar los espárragos?
Sujeta cada extremo del espárrago y dóblalo hasta que se rompa naturalmente. El punto de quiebre muestra dónde acaba la parte dura y empieza la parte tierna.
- → ¿Puedo usar otro queso?
Sí, puedes cambiar la mozzarella por parmesano, gruyere o cualquier queso que se derrita bien. Cada opción aportará un sabor único al plato.
- → ¿Puedo prepararlos con antelación?
Puedes cortar y condimentar los espárragos antes, pero espera para asarlos y añadir el queso justo antes de servir. Así tendrás la mejor textura y queso derretido.
- → ¿Por qué mis espárragos son fibrosos?
Los espárragos fibrosos suelen ser tallos demasiado gruesos o leñosos. Asegúrate de cortar bien las partes duras y optar por tallos más delgados para un mejor resultado.