01 -
Precalienta el horno a 220°C. Corta los calabacines en tiras de unos 8 cm de largo por 1 cm de ancho. Bate los huevos junto con la sal y la pimienta.
02 -
Combina el pan rallado con el queso rallado. Pasa los calabacines primero por huevo y luego cúbrelos bien con la mezcla de pan y queso. Colócalos en una bandeja con papel de horno.
03 -
Hornea durante 20-25 minutos. A mitad del tiempo, voltea las tiras y gira la bandeja para que queden doradas y crujientes por todos lados.
04 -
Disfrútalos calientes de inmediato con una salsa de yogurt o alioli al gusto.