01 -
Combina en un recipiente grande la mantequilla derretida con los dos tipos de azúcar y la sal, mezclando hasta que todo quede integrado
02 -
Incorpora el huevo y la vainilla. Remueve hasta que la mezcla tenga un color un poco más pálido y una textura algo espesa
03 -
Tamiza dentro del recipiente la harina y el bicarbonato. Vierte la mayoría de las chispas de chocolate, dejando unas pocas para decorar. Mezcla suavemente hasta que no queden restos de harina seca
04 -
Forma 14 bolas con la masa y moldea cada bola en forma de corazón alargado sobre una bandeja con papel de horno. Usa las chispas reservadas para decorar los corazones
05 -
Enfría los corazones formados durante 1 hora en la nevera o 25 minutos en el congelador (pueden mantenerse refrigerados hasta 48 horas)
06 -
Calienta el horno a 180°C. Coloca los corazones en la bandeja con suficiente espacio entre ellos y hornea entre 7-9 minutos hasta que los bordes se vean un poco dorados
07 -
Espera 1 minuto con las galletas aún en la bandeja, luego transfiérelas a una rejilla para enfriar. Son mejores cuando se comen calentitas