
Con los días frescos no hay nada que abrace mejor que algo que nos caliente el alma y el cuerpo. Esta versión jugosa y vegana de guiso húngaro cae de maravilla. Su aroma especiado inunda la casa entera y saca sonrisas incluso si afuera está todo gris.
Desde la gran llanura húngara a tu mesa
Siempre me intriga cómo el guiso húngaro pasó de ser la comida básica de los pastores a conquistar cocinas por todo el mundo. Hoy no puede faltar en ninguna casa y cada quien le pone su toque.
Sabroso giro vegano
Llevo años preparando una versión sin nada animal. Si eliges bien los ingredientes y los cuidas al cocinar, el resultado sorprende —te aseguro que no echarás de menos el original.
El secreto de las cebollas doradas
Las cebollas son la base aquí. Yo me tomo mi tiempo dejando que se doren perfecto hasta que agarran ese sabor dulce tan especial. Parece lento pero de verdad cambia todo.
¿Qué necesitas a mano?
- Cebollas: 4 grandes y picaditas
- Ajo: 4 dientes frescos, bien troceados
- Pasta de pimiento: 2 cucharadas colmadas
- Pasta de tomate: 2 cucharadas, por el color
- Proteína de soja texturizada: 100 g, nuestro reemplazo vegano
- Papas: 3 grandes, en cubos
- Zanahorias: 3 jugosas, a trozos
- Pimientos: 2 frescos, cortados
- Vino blanco: 200 ml para dar sabor
- Extracto de levadura: 1 cucharada para potenciar el gusto
- Especias: pimentón, comino, tomillo y mejorana (me gustan frescos)
- Agua: 1,75 litros
Pasos sencillos para que salga increíble
Ato todas las cebollas en mi olla favorita y las dejo dorar con paciencia. Después de unos veinte minutos, el olorcito invade todo y ya sabes que va de lujo.
Pequeños trucos de cocina
Cuando se dora la cebolla pasan cosas mágicas. Los aromas se vuelven caramelizados y eso termina dando el toque especial a todo el plato.
Intenso y súper colorido
Luego añado el ajo y las pastas. El olor que queda es potente y me encanta. El pimentón hace que todo quede rojito y muy apetecible.

Dosis perfecta de proteína
La soja texturizada va directamente a la olla y enseguida toma el sabor de las especias, así agarra esa textura tan rica de los guisos húngaros.
El toque del vino
Un chorro de vino blanco ayuda a despegar todo el sabor del fondo de la olla. Luego, al añadir agua, tienes una base fantástica para el plato.
El arcoíris vegetal
Corto el resto de verduras a trozos y las meto juntas: papas, zanahorias y pimientos. Así el guiso queda contundente y llena un montón.
Mi truco profundo de sabor
Siempre me gusta echarle extracto de levadura. A veces también uso miso oscuro —¡ese toque profundo queda espectacular!
Hierbas frescas que marcan la diferencia
Con comino, tomillo y mejorana recién cortados del jardín, el sabor se vuelve inolvidable. Esta mezcla de hierbas realza todo.
Tiempo al fuego suave
Dejo que burbujee a fuego bajo unos cuarenta minutos. En ese rato, todo se mezcla y los sabores se hacen amigos.
Dale el acabado final
Al final destapo y dejo que espese sin prisas. Queda cremoso, justo como debe ser.
¡Hora de darse un gusto!
Me fascina servirlo bien caliente con pan campesino. Unas hojas frescas o ensalada al lado y no falta nada más.

Planifica y ahorra tiempo
Este guiso es perfecto para hacer con tiempo. En la nevera aguanta varios días y más de una vez sabe incluso mejor calentado.
Cambia y juega a tu gusto
A veces uso tinto fuerte en vez de blanco. Si tienes pimentón ahumado, se lo puedes poner y queda con un toque diferente, más rústico.
Para reuniones entre amigos
Siempre recurro a este plato cuando quiero compartir. Sale fácil en grandes cantidades y todos terminan pidiendo más.
Apuesta por lo local
Me mola mucho usar verduras de aquí. Saben mejor y además ayudas a la gente de tu zona.
Clásico que se reinventa
Mi propuesta vegana toma lo mejor del pasado y lo actualiza para el presente. No pierde esa esencia tradicional y conquista paladares nuevos.
Abriga el cuerpo y el ánimo
En los días fríos, nada se compara a un plato lleno de este guiso con especias tan rico. Te reconforta de verdad y te cambia el día.
Verde fresco para acabar
Antes de llevarlo a la mesa, espolvoreo perejil picado o un poco de cebollino. Hace que se vea más bonito y suma sabor.
Lo que he aprendido cocinando
Llevo mucho tiempo detrás de los fogones y cada cocina es su propio mundo. Atrévete a cambiar, agrega verdura, juega con especias. ¡Todo suma y tú decides!

Un clásico que me acompaña
Este guiso vegano es mucho más que una comida. Es mi manera personal de unir lo de antes con lo nuevo, mezclando sabores de siempre con nuestro toque de hoy.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Cuánto tiempo dura el guiso?
Este guiso puede mantenerse en la nevera de 3 a 4 días. También puedes congelarlo y consumirlo en un plazo de 3 meses.
- → ¿Hay que remojar la soja previamente?
No es necesario. La soja seca se añade directo y absorbe los jugos y sabores mientras se cocina.
- → ¿Se puede usar vino tinto en vez de blanco?
Claro, puedes usar vino tinto, ya sea dulce o seco. Le dará un color más oscuro y un toque diferente al sabor.
- → ¿Hay sustituto para el extracto de levadura?
Puedes reemplazarlo con miso oscuro. Usa 3 cucharaditas en lugar de 2.5 de extracto de levadura.
- → ¿Se puede hacer sin usar vino?
Sí, se puede reemplazar por jugo de uva, aunque cambiará un poco el sabor. Las notas del vino son clave para el gusto tradicional del guiso.