01 -
Exprime bien todo el líquido del calabacín rallado para que quede seco.
02 -
Pon en un bol el calabacín seco, mozzarella, parmesano, huevo y sal de ajo. Mézclalos.
03 -
Distribuye la mezcla en una bandeja con papel de horno, formando una capa fina. Hornea a 220 °C durante 15 minutos.
04 -
Espolvorea encima el queso rallado que hayas elegido.
05 -
Hornea entre 2 y 5 minutos más hasta que el queso esté derretido y dorado.