01 -
Pica finamente el ajo y el eneldo. Corta el limón por la mitad. Si el salmón está congelado, deja que se descongele y luego córtalo en cubos.
02 -
Calienta el aceite en una sartén amplia. Cocina los trozos de salmón hasta que estén dorados y crujientes. Añade el ajo y sofríe brevemente. Sazona con sal, pimienta y un toque de zumo de limón.
03 -
Incorpora la nata para cocinar a la sartén. Cocina a fuego lento durante un minuto. Mezcla la pasta fresca con la salsa, tapa la sartén y deja cocinar por 2 o 3 minutos.
04 -
Prueba la mezcla y ajusta el sabor con más sal, pimienta o eneldo según prefieras. Sirve inmediatamente.