
La mezcla increíble de pasta al dente con espárragos verdes frescos, todo bañado en una cremosa salsa suave, lleva el sabor de la primavera directo a tu mesa. El jamón doradito y un toque generoso de parmesano rallado elevan el plato con su toque especial y sabroso.
En mi casa, este plato siempre anuncia la llegada de la primavera. Espárragos suaves y salsa cremosa, una combinación que nunca falla y que sorprende cada vez.
Exquisitos ingredientes seleccionados
- Espárrago verde: Tierno y bien crujiente
- Pasta: Las variedades largas hacen que la salsa se impregne mejor
- Nata para cocinar: Consistencia cremosa y ligera
- Jamón: Cortado en trozos pequeños para un toque crujiente
- Parmesano: Recién rallado para dar mucho sabor

Preparación explicada
- Preparar el espárrago:
- Borra las puntas leñosas y pela la parte baja. Córtalo en trozos pequeños. Blanquea solo hasta que estén al dente.
- Hacer la pasta:
- Agua con mucha sal. Cuece la pasta solo hasta que esté firme. Guarda un poco del agua. Controla el tiempo para que no se pase.
- Montar la salsa:
- Dora el jamón en la sartén. Saltea el ajo muy suavemente. Reduce la nata y ajusta para que quede súper suave.
- Montaje final:
- Mezcla todo sin esperar. Añade parmesano y mezcla otra vez. Haz una última revisión de la textura y sírvelo rápido.
Para mi familia, esto es lo que significa que empezó la primavera. El espárrago crujiente y la salsa sedosa juntos son irresistibles.
Acompañamientos ideales
Acompaña la pasta con más parmesano rallado y unas hierbas frescas. Si tienes vino blanco seco, va genial con estos sabores. Agrega una ensaladita de rúcula para más frescura. Y un pedazo de pan crujiente tipo baguette hace que la salsa no se pierda nada.
Opciones creativas
Puedes modificar la base como más te guste. Si usas salmón ahumado en vez de jamón, le das un toque más especial. Gambas salteadas le dan un rollo mediterráneo. Si prefieres vegetariano, unas nueces tostadas (usa piñones si tienes) quedan geniales. Y si quieres un giro asiático, pon sésamo y un poquito de salsa de soya.
Cómo guardarlo bien
Lo mejor es disfrutarlo recién hecho. Si te sobra, se mantiene bien en el refri por un día. Si lo calientas después, mete un poco de leche o agua de la cocción para que la salsa no quede espesa. Se recupera fácil si lo vuelves a aligerar.
Prepara todo en menos tiempo
El espárrago lo puedes dejar limpio de antes. Corta el jamón por adelantado. El ajo también lo puedes tener picado ya. Si te organizas de este modo, va todo mucho más ágil. El punto de la cocción es clave para que todo quede como debe.

Ajustes para comer mejor
Puedes hacer la salsa con nata baja en grasa. Si usas pasta integral, te da mucha más fibra. Añadir más verduras hace el plato más completo. Los cambios así lo hacen más ligero y saludable.
Tras años probando platos con espárragos, esta mezcla es la mejor forma de equilibrar trabajo y sabor. El espárrago crujiente, la salsa cremosa y la pasta perfecta hacen que sea la estrella cuando vuelve la primavera. Me fascina cómo con tan pocos ingredientes y de buena calidad se logra algo tan sabroso.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar espárragos blancos?
- Claro, aunque necesitarán más tiempo de cocción y deben pelarse por completo. Para esta receta, los espárragos verdes son ideales.
- → ¿Qué tipo de pasta es mejor?
- Spaghetti, penne o fusilli funcionan genial con esta salsa cremosa. Usa tu favorita, larga o corta.
- → ¿Puedo hacerlo vegetariano?
- Por supuesto, sólo omite el jamón o sustitúyelo por champiñones salteados si buscas un toque más sabroso.
- → ¿Por qué añadir agua de la pasta a la salsa?
- El agua con almidón ayuda a que la salsa quede bien cremosa y se adhiera mejor a la pasta.
- → ¿Es posible sustituir la nata?
- Sí, puedes usar nata baja en grasa o incluso leche con un poco de maicena. La textura será menos cremosa pero funciona bien.