01 -
Abre las vainas de vainilla a lo largo y saca su interior con cuidado. Coloca el contenido en una cazuela pequeña.
02 -
Tritura las vainas vacías con el azúcar en un procesador de alimentos hasta que queden lo más finas posible, aunque está bien si quedan algunos pedacitos más grandes.
03 -
Añade el agua, el jarabe de maíz y la mezcla de azúcar y vainilla a la cazuela. Lleva a ebullición y deja que hierva suavemente durante unos 7-8 minutos.
04 -
Deja enfriar un poco la mezcla y después tritúrala nuevamente hasta obtener una textura más uniforme. Si prefieres que quede completamente lisa, pásala por un colador antes de guardarla en un frasco limpio.