
Hoy quiero contarte sobre uno de mis platos favoritos que preparo al menos una vez cada semana: mi pollo súper cremoso con pimientos. Es mi salvación para días ocupados porque es rapidísimo de hacer y siempre queda buenísimo. El pollo jugoso, los pimientos de color y la salsa suave es pura felicidad.
Plato que conquista a todos
En casa no falla jamás. Sólo usamos ingredientes frescos, nada de cosas industriales, ¡y se nota en cada bocado! El pimiento tiene un dulzor delicioso, el pollo queda jugoso y la salsa es puro antojo. No hay comparación.
Lo que pongo en la sartén
Siempre busco ingredientes de calidad. El pollo debe estar bien tierno y los pimientos crujientes y frescos. Amo el pimiento rojo porque le da un toque dulzón a la salsa. Cebollas y ajos de mi huerto son la base de todo el sabor. Un buen toque de hierbas frescas y especias cambia todo.
Así queda brutal
Empiezo cortando el pollo en pedazos del mismo tamaño, para que todo se cocine igual. Echo los pimientos y cebolla primero en la sartén caliente. Cuando el pollo ya está dorado le añado mi parte favorita: el concentrado de tomate, que da ese color tan bonito. La nata al final hace que la salsa quede suave y cremosa.
Nada listo, todo casero
No uso salsas hechas ni aderezos industriales nunca. Con las especias y hierbas frescas de mi mezcla favorita (pimentón dulce, orégano y mejorana) todo sabe increíblemente rico. El aroma cuando hierve todo junto es único.

Ideal para toda la familia
Aquí todos lo devoran, grandes y peques. La salsa cremosa mezclada con la pasta es lo que más les gusta. Cuando mis hijos huelen esto en la cocina, ya sabes que van a sonreír.
La salsa soñada
La clave está en la salsa. Mezclo nata, leche y caldito, nada complicado. A veces le pongo un poco más de nata si me apetece extra cremosidad. Cuando quiero más ligero, echo más leche y sale igual de bueno.
Cómo lo acompaño
En casa la suelo servir con tagliatelle porque atrapan muy bien la salsa. Pero también le va genial al arroz o los fideos tipo tallarín. Lo importante es que tengas algo para mojar la salsa porque es irresistible.
Siempre diferente
Nos encanta inventar. Pruebo a veces la versión vegana con tofu, que chupa la salsa de maravilla. Si quiero más picante le echo chile seco. Cada variante tiene su propio rollo.
Guárdalo bien
Las sobras aguantan perfecto en la nevera dos o tres días y aún saben riquísimas. Cuando las recaliento, sólo echo un chorrito de nata nuevo y la salsa vuelve a estar suave y cremosa.

El truco está en el sazón
Las especias lo son todo. Llevó años perfeccionando mi mezcla de mejorana, orégano y tomillo. Un poco de pimentón le da color chulo. Y justo antes de ponerlo a la mesa le pongo perejil fresco picado, queda súper bonito y le levanta el sabor.
Pollo siempre jugoso
Un tip de mi abuela: nunca dejar que el pollo se cocine mucho tiempo. Apenas esté hecho, lo saco de la sartén. Lo meto a la salsa apenas antes de servir y así se mantiene tierno y jugoso. Aquí manda el buen ojo.
Mi sartén favorita
Mi sartén grande es lo mejor porque cabe todo perfecto. El pollo se dora y la verdura toma color sin problemas. Para reuniones familiares uso una olla honda y listo.
Tan fácil que los niños lo adoran
Este platillo es el consentido de mis hijos. Les encanta el toque suave y la salsa cremosa. Si quieres más picante, pon chile o pimienta negra en la mesa para los adultos. Así todos felices.
Que se vea apetitoso
Antes de servir, me gusta ponerle cariño decorando los platos. Unas hojitas de hierbas frescas, tiras extra de pimiento, y una cucharada de nata encima. No sólo luce bien, sabe mejor aún.

Sin nada animal
Para mis amigos veganos cambio la nata regular por nata de avena. Queda igual de sedosa y cremosa. Hasta los más carnívoros no notan la diferencia.
La versión ligera
Cuando quiero algo más light, cambio nata por leche y reduzco la mantequilla. Lo bueno es que el sabor sigue estando top por todas las especias. Es una opción más saludable y sigue quedando fabulosa.
Para muchos invitados
¿Vienen muchos? Solo duplico las cantidades sin problema. Uso mi olla grande y todos felices. Es muy fácil de adaptar y siempre desaparece todo, nunca sobra.
Pimientos a todo color
Uso varios pimientos distintos en este plato. Los amarillos son dulces, los verdes tienen un toque fuerte. Esta mezcla de colores alegra la mesa y da muchos matices de sabor. Puro disfrute visual y al comer.

Perfecto si tienes visita
Cuando vienen amigos siempre hago este platillo. Es súper cómodo, no da nada de trabajo y a la gente le encanta. La salsa cremosa y el pollo tierno enamoran a todos.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Por qué se retira el pollo durante la cocción?
Esto evita que el pollo se cocine de más y quede seco. Además, permite que las cebollas y los vegetales se doren mejor.
- → ¿Cuál es la mejor variedad de pimientos?
Los pimientos rojos aportan un sabor dulce y un color vibrante al plato.
- → ¿Puedo preparar este plato con antelación?
Claro, se puede preparar antes. Al calentarlo, la salsa se espesará un poco; solo añade un poco de leche o crema para ajustar.
- → ¿Qué puedo usar en lugar de crema?
Puedes cambiar la crema por Crème fraîche o nata para cocinar. Si prefieres algo más suave, usa crema ácida.
- → ¿Cómo cortar mejor el pollo?
Corta el pollo en trozos uniformes de aproximadamente 2-3 cm para que se cocine de manera uniforme y quede jugoso.
Conclusión
Trozos de pollo tierno y jugoso cocinados con pimientos rojos en una salsa cremosa. Todo sazonado con pimentón y especias mediterráneas, ¡una delicia simple!