
Cuando el frío se asoma y los meses llevan una "r" en el nombre, saco mi olla gigante del armario. En noviembre, cuando los días se hacen cortos, nada me apetece más que un buen caldo sustancioso. Ya puede ser guiso de berza, sopa de tomate con hinojo o el típico potaje de lentejas, ¡aquí da inicio mi temporada de sopas! Esta sopa de verduras salió una tarde sin planear.
Idea sabrosa del finde
El otro día se me vino a la cabeza una sopa humeante de verduras. Le pregunté rápido a mi esposa si podía cocinar el fin de semana porque solo entonces tengo tiempo en invierno para probar cosas nuevas. Su respuesta rápida "Va" fue todo lo que necesitaba.
Pensar antes de comprar
Por suerte ella me recordó que el sábado era Día de Reyes. Hice una lista de compras inspirándome en una foto que vi y salimos corriendo al mercado.
Así hago la base
Lo mejor de este plato es lo simple que es. Patatas, zanahorias, apio, puerro, pimiento, guisantes y cebolla, seguro que tienes todo esto por casa. Con buenos condimentos y un caldo bien hecho, tengo mi sopa cálida para el invierno.
Vas a necesitar esto
- Patatas: 600 g peladas y cortadas en dados, mi base imprescindible
- Cebolla: 1 grande picada finita para el saborcito
- Ajo: 2 dientes picaditos le da ese toque
- Zanahorias: 3 medianas en rodajas porque aportan color
- Apio: 2 ramas en trozos chiquitos para un punto fresco
- Puerro: 1 cortado en aros lo adoro en las sopas
- Pimiento rojo: 1 partido en cuadritos endulza el caldo
- Guisantes congelados: 100 g por el bocado crujiente
- Pasta de tomate: 1 cucharada le pone color
- Caldo de verduras: 1,5 litros casero mucho mejor
- Mantequilla: 1 cucharada para el gusto rico
- Sal y pimienta: a ojo
- Pan artesanal: tierno para mojar

Cómo dejo listo el picadillo
- Las patatas
- Las pelo y las corto en cubos iguales. Así todo se cuece igual de rápido
- La base de sabor
- Cebolla y ajo finitos. Siempre los echo primero porque son el alma del guiso
- La verdura variada
- Zanahoria, apio y puerro bien lavados y todo en trozos cómodos para comer
Primero vamos con esto
En la olla, pongo a derretir la mantequilla. Echo el ajo y la cebolla y remuevo hasta que queden blanditos. Un tercio de las patatas va después, añado el caldo de verduras y dejo 10 minutitos cociendo suave.
Mi toque para que espese
Las patatas que están blanditas las aplasto en la olla. Así la sopa queda cremosa sin usar nata ni harina. Mi abuela lo hacía así siempre.
Siguiente ronda de verduras
Ahora es el turno del pimiento, apio, zanahoria, el resto de las patatas y el puerro. Echo una cucharada de pasta de tomate y lo dejo 30 minutos a fuego bajo. Ya va oliendo de maravilla la casa.
El remate final
Paprika y guisantes entran casi a la hora de servir. El pimiento solo necesita unos 10 minutos y los guisantes con 4 minutos están perfectos — siguen bien vivos de color y crujientes.

Sazón que enamora
Salpimiento al gusto. A veces echo hierbas frescas o un chorro de limón. Eso lo levanta todo y resalta el sabor.
Vale la pena esperar un poco
Después de apagar el fuego dejo la sopa reposar 10 minutos con la tapa puesta. Así se mezclan bien todos los sabores.
¡Ya toca disfrutar!
Saco platos hondos y sirvo la sopa humeante con pan crujiente. No hay nada mejor en días fríos, me reconforta hasta el alma.
Rinde para todos
Esta sopa le encanta a los peques. Al ser suave y colorida, siempre triunfa en casa. Nos reúne a todos en la mesa.
Lo cambio cuando me da la gana
A veces juego con lo que hay en la nevera. Le pongo garbanzos o alubias blancas para más proteína. Si tengo calabacín o coliflor, también caen. ¡La base admite cualquier cosa rica!

También riquísima sin nada animal
Si quiero que sea vegana uso aceite de oliva en vez de mantequilla. Y acompañada de pan integral tostado tienes una comida 100% vegetal y muy completa.
Perfecta para dejar hecha
Un truco: si la dejas de un día para otro está aún más rica. Yo suelo hacer extra y congelo lo que sobra. Así salvo cualquier día ajetreado.
Llena y da salud
Con tanta verdura fresca, esta sopa es puro chute de vitaminas. Te mantiene lleno y te da un empujón de energía, justo lo que piden los meses fríos.
Invitados a la mesa
Cuando vienen amigos siempre recurro a este plato. Queda bonito y gusta a todos. Es de esas cosas que nunca fallan.
Cocinar sin tirar nada
Ideal para aprovechar los restos de verdura que hay en el refri. Todo encaja aquí. Cocinar aprovechando nunca fue tan fácil ni tan sabroso.

Mi opinión final
Esta sopa de verduras es mi favorita del invierno. Lleva lo básico, es sabrosa y sana, y siempre deja buen humor. Es de esos platos que repito sin cansarme.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Por qué agregamos las patatas en dos etapas?
La primera tanda se cocina al punto de deshacerse para espesar la sopa. La segunda se deja en trozos para aportar textura.
- → ¿Puedo cambiar los vegetales?
Claro, usa las verduras de temporada que prefieras. Es importante mantener una base de patatas.
- → ¿Por qué se añaden las arvejas al final?
Las arvejas congeladas están precocidas y, si se cocinan demasiado, pierden su color y consistencia.
- → ¿Se puede congelar esta sopa?
Sí, se congela muy bien. Al recalentar, puedes añadir un poco de agua si fuese necesario.
- → ¿Cómo consigo una textura más cremosa?
Triturar la primera tanda de patatas junto con el tiempo de cocción largo espesan naturalmente la sopa sin usar espesantes extras.
Conclusión
Una sopa reconfortante que reúne ingredientes frescos para ser una opción nutritiva y acogedora en invierno.