
El otoño pasado encontré esta receta de camotes con garbanzos en mantequilla de tahini cuando buscaba maneras nuevas de disfrutar los camotes más allá del típico guiso con malvaviscos. La mezcla de camotes terrosos con la cremosa salsa de mantequilla de tahini y los garbanzos crujientes crea un increíble contraste de texturas y sabores totalmente adictivo. Se ha convertido en mi comida favorita cuando quiero algo nutritivo pero que se sienta como un capricho.
Mi hermano, quien normalmente prefiere platos con carne, llegó de sorpresa cuando preparaba esto para cenar. Después de mirarlo con desconfianza, probó un bocado y enseguida me pidió la receta. Hay algo en esta combinación de sabores que atrae incluso a los más carnívoros.
Ingredientes Básicos
- Camotes - Su dulzura natural ofrece la base perfecta
- Tahini - Crea esa salsa cremosa y con sabor a nuez que une todo
- Garbanzos - Se vuelven irresistiblemente crujientes al saltearlos y añaden proteína
- Aceite picante de chile - Da calor y profundidad que eleva todo el plato
- Miel de agave - Solo un toque para equilibrar los elementos salados

Preparación Deliciosa
- Preparación del Camote
- Hornear los camotes enteros crea esa dulzura caramelizada y textura cremosa perfecta. Suelo pincharlos varias veces con un tenedor antes de hornearlos para evitar explosiones en el horno. El tiempo varía según el tamaño - los quieres tiernos pero no blandos. He notado que ponerlos directamente en la rejilla del horno en vez de una bandeja permite mejor circulación de calor y mejor caramelización de la piel. Ese ligero tostado en la cáscara aporta un sabor increíble.
- Crujido de los Garbanzos
- La clave para garbanzos realmente crujientes es empezar con frijoles bien escurridos y secados. De hecho, quito algunas de las pieles sueltas durante el secado para mayor crujido. Usar el aceite de chile para saltearlos les infunde sabor desde el principio. No llenes demasiado la sartén - una sola capa permite que queden crujientes en vez de cocinarse al vapor. Los revuelvo ocasionalmente pero no constantemente, dándoles tiempo para desarrollar esa corteza dorada. Los garbanzos se crujirán un poco más al enfriarse.
- Salteado de la Col Rizada
- Usar la misma sartén donde cocinaste los garbanzos hace que la col recoja todos esos sabrosos pedacitos que quedaron. Solo dos minutos de cocción son perfectos - quieres la col marchita pero todavía verde brillante y con algo de textura. A veces añado un chorrito de agua y tapo la sartén por 30 segundos para que se cocine al vapor. Esta cocción rápida conserva los nutrientes.
- Salsa de Mantequilla y Tahini
- Esta salsa es el corazón del plato, uniendo todo. Derretir la mantequilla primero asegura una incorporación suave con el tahini. El equilibrio de ingredientes crea magia - salsa de soja para umami, agave para dulzura, y jugo de limón para acidez. Bato todo hasta que quede completamente suave; si parece demasiado espeso, añado una cucharada de agua tibia. La salsa debe tener consistencia para rociar pero no aguada.
- Estrategia de Armado
- Empiezo cortando los camotes a lo largo y presionando suavemente los extremos para crear un hueco para los ingredientes. Aplastar ligeramente la pulpa ayuda a que la salsa penetre en el camote en vez de quedarse solo encima. Rocío la salsa generosamente, luego coloco los garbanzos y la col tanto para el atractivo visual como para asegurar que obtengas varios componentes en cada bocado. Las semillas de sésamo añaden un crujido sutil, mientras que el chorrito final de aceite de chile y la cebolleta fresca aportan color y un final fresco.
- Contraste de Temperatura
- Servir los componentes a temperaturas ligeramente diferentes añade otra dimensión a este plato. Los camotes están calientes del horno, la salsa de tahini a temperatura ambiente, y los ingredientes encima tibios pero no calientes. Esto crea una interesante interacción al comer. Si lo hago para invitados, mantengo los camotes envueltos en papel aluminio en el horno a baja temperatura mientras preparo los otros componentes.
Mi hija adolescente, que pasó por una fase exigente con las verduras, ahora pide este plato regularmente. Lo llama "barquitos de camote" y le encanta personalizar los ingredientes en su propio plato. Cuando una comida centrada en vegetales se convierte en algo que los niños piden por su nombre, sabes que has encontrado una receta ganadora.
Combinaciones Estupendas
Sirve este plato como plato principal con una ensalada sencilla aliñada con limón y aceite de oliva. Para una comida más sustanciosa, añade una guarnición de quinoa o trigo para absorber la salsa extra. Durante los meses más fríos, a veces lo sirvo junto a una sopa sencilla para una cena acogedora y completa. Los sabores combinan maravillosamente con un vino blanco fresco o una cerveza artesanal con lúpulo para una cena de adultos.
Variaciones Creativas
Prueba asar los camotes en cubos en lugar de enteros para una presentación tipo bowl. Cambia la col rizada por espinacas, acelgas o incluso coles de Bruselas asadas según la temporada. Añade una pizca de za'atar o dukkah encima para más sabor mediterráneo. El mes pasado experimenté añadiendo semillas de granada como guarnición, lo que aportó un hermoso toque de color y explosión de dulzura que complementaba todo perfectamente.

He preparado esta receta de camotes con garbanzos en mantequilla de tahini para todo, desde cenas rápidas entre semana hasta fiestas vegetarianas, y nunca deja de impresionar. Hay algo mágico en la forma en que estos ingredientes aparentemente simples se transforman en una comida compleja y satisfactoria. Mi esposo amante de la carne sugirió incluirla en nuestra rotación regular de cenas, diciendo que "no sientes que te falta nada" - un gran elogio de alguien que normalmente considera la carne como el centro de una comida. A veces las recetas más memorables son las que abren nuestras mentes a nuevas combinaciones y demuestran que la alimentación vegetal puede ser tanto nutritiva como indulgente.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Se puede preparar con anticipación?
- ¡Claro! Puedes hornear las batatas y hacer la salsa de mantequilla de tahini hasta 3 días antes. Los garbanzos crujientes aguantan un día antes, aunque perderán un poco de crocancia. Para servir, recalienta las batatas, los garbanzos en sartén y arma el plato con la salsa y los toppings frescos.
- → ¿Qué puedo usar en lugar de tahini?
- Si no tienes tahini, puedes usar mantequilla de almendra, de semillas de girasol o incluso yogurt griego (aunque ya no será vegano). Cada opción le dará un sabor único pero funcionará igual en la receta.
- → ¿Cómo puedo hacer esto más rápido?
- Para ahorrar tiempo, cocina las batatas en el microondas durante 8-10 minutos en vez de hornearlas. También puedes usar kale precortado y hacer la salsa mientras se cocinan las batatas.
- → ¿Con qué puedo servir este plato?
- Funciona perfectamente solo, pero va genial con una ensalada ligera de limón y aceite de oliva. También puedes acompañarlo con pan pita tibio, ensalada de tomate y pepino estilo mediterráneo, o una sopa de ajo y limón.
- → ¿Qué hago si no tengo aceite de chile picante?
- Si no tienes aceite de chile, mezcla 2 cucharadas de aceite de oliva con una cucharadita de hojuelas de chile y calienta hasta que chisporrotee. Enfría un poco antes de usar. Otra opción es simplemente usar aceite de oliva con un toque de hojuelas de chile o pimentón.