01 -
Precalienta el horno a 200°C (400°F). Lava las batatas y pínchalas varias veces con un tenedor. Colócalas en una bandeja para hornear y cocínalas durante 40-50 minutos hasta que estén tiernas y ligeramente caramelizadas.
02 -
En una sartén grande, calienta una cucharada de aceite de chile crujiente a fuego medio-alto mientras las batatas están en el horno. Agrega los garbanzos escurridos y saltéalos durante 5-7 minutos, moviendo ocasionalmente, hasta que estén dorados y crujientes. Retíralos del sartén y resérvalos.
03 -
Usa la misma sartén para la col rizada. Añade un poco más de aceite si es necesario y cocina la col durante unos 2 minutos, hasta que esté tierna pero aún de un verde vivo. Añade una pizca de sal y aparta.
04 -
En un recipiente pequeño, mezcla con un tenedor o batidor el tahini, la mantequilla vegetal derretida, el jugo de lima, el jarabe de arce y la salsa de soya hasta obtener una mezcla suave. Si la salsa queda muy espesa, agrega un poco de agua tibia para aligerarla.
05 -
Saca las batatas del horno y dales unos minutos para que se enfríen un poco. Haz un corte a lo largo de cada batata y presiona ligeramente los extremos para abrirlas. Usa un tenedor para aplastar suavemente el interior.
06 -
Rocía generosamente la salsa de tahini sobre las batatas, asegurándote de que penetre en el interior.
07 -
Cubre cada batata con los garbanzos crujientes y la col salteada. Espolvorea las semillas de sésamo por encima y añade el resto del aceite de chile.
08 -
Añade las cebolletas encima como toque final y sirve de inmediato mientras aún está caliente.