
Hoy les cuento lo que más nos gusta en casa, porque este gratinado cae casi cada semana. Cuando la mezcla de papas suaves y queso fundido llena la cocina de olor, nadie se aguanta las ganas. Es de esos platos que hacen sonreír a todos y nunca queda ni un poco para después.
Un plato que todos disfrutan
Lo mejor del gratinado de papas es que se adapta a todo. La salsa de leche con nata cubre cada rodaja, y el queso arriba se pone doradito y crujiente. Entre los míos es lo que siempre piden, ya sea como acompañamiento o como plato principal.
Lo que pongo en el gratinado
Siempre busco buenos ingredientes. Escojo papas harinosas, porque si no, no quedan cremosas. Leche y nata hacen la salsa suave, y el parmesano le da ese toque extra. Cebolla y ajo del huerto le ponen su saborcito especial.
Así me queda genial
Primero pelo las papas y uso mi mandolina. Tienen que salir finitas, se cocinan mejor así. La salsa la hago con calma: sofrío ajo y cebolla, luego echo la nata. Al armar el plato, cubro bien cada capa con salsa. Al final, esparzo mucho queso y al horno.
Trucos para que salga bien
Mi abuela me enseñó a cortar todas las papas igual. La mandolina lo hace fácil. La salsa va con sal de sobra, porque la papa necesita mucho sabor. Mezclo varios quesos para la costra, eso le da un gusto riquísimo.
Ideas que más me gustan
Me encanta probar cosas nuevas. A veces uso batata para un toque dulce. Si vienen amigos veganos, cambio por nata de soya y levadura nutricional. Queda súper bueno también.
El secreto del toque de nuez moscada
Un poco de nuez moscada recién rallada es mi as bajo la manga. Le da esa nota cálida que todos adoran. Ojo, no te pases, solo un poquito para sentir el aroma.
Va con lo que sea
Lo mejor de este plato es que no falla nunca. Va genial con carne, pescado, solo con una ensalada o en fiestas. Siempre es lo que más vuela en la mesa.
Mi corteza favorita
Estoy orgullosa de la capa de queso que queda arriba. Parmesano y mozzarella juntos forman esa costra dorada y espectacular. Si veo que se dora muy rápido, le pongo papel de aluminio. El tiempo de horno es la clave.

Cómo guardar de manera práctica
Casi nunca sobran, pero si queda algo, en nevera aguanta de maravilla. Pasan tres días y sigue riquísimo. Lo metes un rato al horno y parece recién hecho.
Para cuando hay visitas
Lo bueno es que puedo dejarlo listo antes. Mientras platico con la gente, el gratinado se cocina solo. El olor hace que todo el mundo venga directo a la cocina.
Fiesta de quesos en mi nevera
Siempre tengo quesos variados ahí guardados. A veces uso manchego, otras veces gouda. Cada uno le cambia el sabor y por eso nunca aburre.
Cocinando según la temporada
Depende de la época, meto lo que encuentro. Calabaza en otoño, calabacín jugoso en verano. La naturaleza manda, y yo aprovecho lo que da cada mes.
Mezclas de especias que pruebo
Aparte del toque de nuez moscada, me lanzo a poner hierbas frescas. Tomillo y romero, directo del jardín, lo hacen más mediterráneo. A veces le echo comino, y toma un giro totalmente distinto.
Si quiero algo ligero
Cuando busco algo más liviano, cambio la nata por leche semidesnatada. Con yogur natural, igual queda bien cremoso. Sigue sabiendo increíble y no pesa tanto.
Sin productos animales
Si toca versión vegana, uso leche de avena y nata vegetal. Levadura nutricional hace que nadie eche de menos el queso. Al final, solo cambia el sabor, pero está igual de bueno.
Sin queso, pero igual buenísimo
Algunas veces hago una costra de pan rallado con aceite de oliva arriba. Sale súper crujiente y le da un rollo diferente, como de la costa mediterránea.
La clave está en la papa
Mi favorita para esto es la papa harinosa. Queda blandita y se pega perfecto con la salsa. Después de intentar varias, aprendí que la variedad importa un montón.

Para grupos grandes o pequeños
No importa si somos dos en plan romántico o viene toda la familia, este gratinado nunca falla. Es fácil variar la cantidad. Hago una fuente chiquita frente al sofá o una enorme para toda la tropa. Siempre sale bien.
Lo mejor de las fiestas
Si hay reunión, este gratinado está sí o sí. En el buffet, es lo primero en acabarse. Al día siguiente, recalentado o frío, sigue siendo irresistible.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Cómo debo cortar las papas?
- Las rodajas deben ser finitas y parejas. Lo mejor es usar una mandolina o un procesador con accesorio de corte.
- → ¿Por qué usar papas firmes?
- Estas papas mantienen su forma y no se deshacen. Son ideales para lograr la mejor textura en el gratín.
- → ¿Cómo se consigue un gratín cremoso?
- Mezcla crema con leche y añade suficiente sal. Las papas absorberán la mezcla bien sazonada mientras se cocinan.
- → ¿Se puede preparar con antelación?
- Puedes armarlo por completo y dejarlo en la nevera. Solo ajusta un poco el tiempo de horneado si está frío.
- → ¿Cómo saber si el gratín está listo?
- Debe tener un dorado perfecto en la parte de arriba y las papas deben sentirse suaves al pincharlas con un cuchillo.