
Hoy quiero contarles cómo preparo mi guiso favorito con frijoles que reconfortan de verdad. Las alubias carillas (black eyed peas) le dan un toque único. Yo lo cocino siempre que hace frío y el viento sopla allá fuera, porque de verdad calienta el cuerpo y el corazón.
Un viaje por la tradición
Siempre me llama la atención la historia de estos frijoles tan especiales. Cruzaron el Atlántico desde África Occidental y se volvieron esenciales en los guisos del sur de Estados Unidos. En mi cocina, ya tienen su sitio reservado hace tiempo.
Toque sureño en mi olla
Mi manera de hacer este estofado clásico trae ese sabor americano directo a casa. Cuando se trata de las alubias carillas, muchos creen que dan suerte. Yo no tengo duda después de probarlo así.
Energía en cada bocado
Lo que más disfruto de este plato es lo completo que queda. Los frijoles aportan mucha proteína y mantienen el hambre alejada por horas. Lo ideal para mi familia y quienes cuidan su alimentación.
Todo lo que uso
- Alubias carillas (black eyed peas): 250 g, siempre remojadas la noche anterior
- Pimiento verde: 1 grande para dar frescura
- Apio: 2 ramas realmente crujientes
- Zanahoria: 1 mediana bien dulce
- Cebolla: 1 enorme, de la zona
- Ajo: 3 dientes recién pelados
- Aceite de oliva virgen extra: 2 cucharadas grandes
- Harina de trigo: 1 cucharada para espesar
- Mezcla de especias: uso las que más me gustan, de mi cajón
- Caldo de verduras: 1,5 litros casero si se puede
- Salsa inglesa (tipo Perrins): 1 o 2 cucharadas
- Limón: Zumo recién exprimido, al gusto
La base que transforma todo
Yo siempre empiezo con un buen fondo de sabor. El dueto de cebolla, apio, zanahoria y pimiento verde (o jalapeño si quiero que pique) es mi truco para que quede súper sabroso.

La intensidad a tu gusto
Yo uso toda la jalapeño con semillas, así sale bien picante. Cuando hay peques en casa, a veces solo pongo media. El pimiento verde va de maravilla si no quieres que arda.
Así sazono yo
El secreto está en la mezcla de especias al estilo del sur: pimienta cayena, pimentón dulce, tomillo y orégano. Todo junto hace una explosión de sabor brutal.
Ese gusto ahumado
El pimentón ahumado (de La Vera o similar) es mi consejo estrella. Cambia el plato por completo y siempre me preguntan qué le he echado.
Textura cremosa asegurada
Hago un pequeño roux con harina y aceite, igual que mi abuela. Así consigo que quede bien espesito y apetitoso.
Mimando las legumbres
La noche antes dejo los frijoles en agua. Toca ser paciente, pero al final te alegra el resultado. Se cocinan suaves y con la textura perfecta.
El secreto está en el caldo
Me gusta añadir mi propio caldo de verduras y unas hojas de laurel del huerto. Eso da un aroma de otro mundo y marca la diferencia.

Listo para disfrutar
Mientras el guiso se va haciendo, huele que alimenta. En una horita, queda todo tierno pero sin romperse.
Dale un toque verde
Al final casi siempre echo unas hojas de kale o de repollo. Así, el plato tiene más color y queda aún más nutritivo.
El toque final
Lo último que pongo es la salsa inglesa y un poco de limón recién exprimido. Son detalles sencillos, pero cambian todo.
Sírvelo en la mesa
En casa lo acompañamos con pan de masa madre recién hecho. Un poco de tomillo fresco y ralladura de limón por encima queda precioso y sabrosísimo.
Mejor si te organizas
En días de locura me salva tener tupper guardados. Dura genial en la nevera y, al recalentar, casi que gana en sabor.
Para cuando hay prisa
Si voy justo, uso judías ya cocidas. El gusto varía un poco, pero sigue estando riquísimo.

Cada uno, a su manera
En mi casa, cada quien prefiere el picante distinto. Por eso pongo varias salsas sobre la mesa. Así, cada plato tiene su propia personalidad.
Bienestar delicioso
Este plato es puro abrazo. Está llenísimo de cosas buenas y sigue siendo sencillo de toda la vida. No falta nunca en mi cocina.
Viene bien todo el año
En invierno reconforta y, si le das solo un toque de calor y hierbas frescas, también va de lujo en verano. Se adapta siempre.
Cocina consciente
Siempre que puedo compro verduras de la frutería local y legumbres ecológicas. Sabe mejor, y encima cuidas de todos.
Sabor sureño para todos
Este guiso trae ese aroma especial del sur de Estados Unidos hasta aquí. Las especias y el ahumado lo hacen realmente distinto.
Hazlo tuyo
Llevo años probando versiones. A veces añado cilantro fresco o tomate seco. ¡Deja volar tu imaginación!

Desde mi cocina para ti
Este estofado de alubias carillas es mi pequeño tesoro. Me alegra el día y me encanta compartirlo. Si lo pruebas, cuéntame qué tal te sale.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Cuánto tiempo dura este estofado en la nevera?
El estofado puede mantenerse fresco en el refrigerador hasta por 5 días. También se puede congelar sin problema. Recomiendo añadir el jugo de limón justo antes de servir.
- → ¿Puedo usar frijoles ya cocidos?
Claro, puedes usar 500g de frijoles ya cocidos (peso escurrido). En este caso, el tiempo de cocción se reduce a unos 20-25 minutos.
- → ¿Este platillo es muy picante?
El picante proviene principalmente del jalapeño y del cayena. Si prefieres algo más suave, utiliza pimientos verdes en vez de jalapeño y menos cantidad de cayena.
- → ¿Es necesario remojar los frijoles antes de cocinarlos?
Sí, si usas frijoles secos es importante remojarlos durante toda la noche en suficiente agua. Después, enjuágalos bien antes de usarlos.
- → ¿Con qué puedo acompañar este estofado?
Es perfecto para disfrutar con pan fresco. Añade un toque final con hojas frescas de tomillo y ralladura de limón antes de servir para acentuar el sabor.