
Hoy mi casa huele a pura tranquilidad. Tengo un guiso casero de zanahoria burbujeando en la olla. Este plato de cuchara, lleno de sabor y cariño, me recuerda al instante a las comidas en casa de mi abuela. Lleva zanahorias jugosas, patatas bien firmes, condimentos que le van de maravilla y en solo tres cuartos de hora, te llena el cuerpo y el corazón.
Por qué me encanta este guiso
Lo que más me gusta es todo lo que puede dar de sí. Tiene un montón de verdura buena, llena mucho y siempre triunfa en casa. A veces le echo chorizo, otras va solo con verduras. Al día siguiente está incluso más sabroso, así que va genial para dejar hecho de un día para otro.
Lo que vas a necesitar
Para mi guiso favorito uso medio kilo de zanahorias frescas, 400 gramos de patatas que no se deshagan, una cebolla grande y un par de dientes de ajo. Una cucharada de manteca da una base genial, luego litro de caldo caliente de verduras. Si te apetece, un poco de chorizo o longaniza. Un toque de mostaza, laurel, orégano y un chorrito de vinagre lo dejan perfecto.

Así sale siempre bien
Comienzo usando la manteca y sofrío cebolla, ajo y mostaza. Echo las patatas y zanahorias, les doy unas vueltas y después echo el caldo. Le sumo laurel, orégano, sal y pimienta. Cuando ha hervido como 25 minutos, meto el chorizo y lo dejo cinco minutitos más, lo pruebo con vinagre y listo para comer.
Tips de mi cocina
Es clave que las patatas sean firmes, así no se deshacen. Me gusta darle más sabor usando a veces chorizo ahumado o incluso panceta. Sin carne también queda muy rico. Además, recalentado al día siguiente está estupendo.
Qué suelo poner al lado
Aquí nunca falta un baguette recién hecho o pan gallego crujiente. A veces pongo salchichas tipo Viena o algo de jamón ahumado. Si va solo con verduras, un poco de pimentón ahumado hace que quede con ese gusto especial.
Para que dure más tiempo
Metido en un envase bien cerrado aguanta en la nevera unos tres días sin problema. Cuando lo calientas, el sabor es todavía más rico. Si sobra, lo guardo en porciones en el congelador. Mano de santo para los días sin tiempo.

Cámbialo según la época
Cuando empieza la primavera suelo añadirle puerros o judías verdes. En los meses de frío va genial con calabaza o raíz de apio. La base es la misma, pero estos extras lo hacen interesante cada vez.
El truco está en la manteca
Para mí, la manteca no puede faltar. Da un aroma riquísimo y el sofrito queda de cine. Como resiste más calor que la mantequilla, no se quema nada.
Si hay ocasión especial
Cuando vienen amigos, me gusta hacer este guiso. Un poco de nuez moscada o unas gotas de aceite de trufa lo hacen súper fino. Presentado bonito en cuencos y con hierbas frescas, queda muy elegante en la mesa.
Totalmente vegetal
Cuando quiero hacerlo vegano, solo uso verduras, nada de embutidos. Un poquito de pimentón ahumado y unos garbanzos al horno lo vuelven potente de sabor y también sacia un montón.

Un toque de la abuela
Este guiso para mí es cocina casera genuina, de toda la vida. Un plato de los que unen a la familia. Con ingredientes simples y mucho cariño, sabe igual de bueno que en casa de la abuela. No falla nunca.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Se puede preparar con antelación?
- Claro, al recalentarlo sabe incluso mejor. Puedes guardarlo en la nevera de 2 a 3 días.
- → ¿Qué tipo de salchichas se recomiendan?
- Tradicionalmente se usan salchichas frescas, pero las tipo Frankfurt también funcionan.
- → ¿Por qué añadir vinagre de hierbas?
- El vinagre intensifica el sabor y aporta un toque fresco al plato.