01 -
En el bowl de la batidora, combina la mantequilla derretida y enfriada con ambos tipos de azúcar y la vainilla. Mézclalos a velocidad baja hasta que todo esté bien integrado.
02 -
Sin apagar la batidora, agrega los huevos uno a uno. Luego, ve añadiendo despacio los ingredientes secos hasta que apenas se mezclen.
03 -
Saca el bowl de la batidora y con una espátula de silicona, mezcla suavemente las chispas de chocolate blanco y las grajeas.
04 -
Cubre una bandeja para hornear con papel vegetal. Forma 24 bolas de masa del mismo tamaño. Cúbrelas con plástico transparente y refrigera por al menos 45 minutos o hasta 24 horas.
05 -
Calienta el horno a 175 °C. Coloca 5 bolas de masa fría en la bandeja manteniendo unos 5 cm de distancia entre cada una. Mantén el resto de la masa en la nevera mientras horneas.
06 -
Hornea por 11-12 minutos hasta que los bordes estén dorados y el centro esté apenas firme. Al sacarlas del horno, usa un cortador redondo o un vaso para darles forma circular.
07 -
Deja que las galletas enfríen en la bandeja por 5 minutos y luego pásalas a una rejilla. Mientras aún estén cálidas, agrégales chispas de chocolate blanco y grajeas si quieres.