
Montones de chispas de colores bailando en una masa de galletas suave y mantecosa, poquitos de chocolate blanco derretido y esa textura que sólo encuentras en una buena galleta masticable... Cada mordida de estas galletas confetti es una alegría. Después de decenas de tandas, conseguí equilibrar el dulzor y la textura para transformar la típica galleta en algo espectacular.
El sábado pasado preparé una bandeja para el cumple de la hija de mi vecina. Cuando vi a veinte niños peleándose por la última galleta supe que, de verdad, triunfan donde sea.
Ingredientes clave
- Mantequilla tipo europeo: le da un sabor súper rico porque tiene más grasa y eso cambia todo
- Huevos a temperatura ambiente: se integran mejor y consigues esa miga masticable y tierna
- Chispas de chocolate blanco de buena calidad: se funden y dejan bocados súper dulces
- Sprinkles de colores (confetis): aportan color y un toque crujiente (los típicos palitos funcionan mejor que bolitas)
- Vainilla pura: el sabor profundo de la vainilla natural no se puede comparar con la de imitación
Mi abuela me enseñó el truco de la mantequilla europea. Siempre decía que era el secreto para lograr una galleta inolvidable. Esa grasa extra hace magia en sabor y textura.

Paso a paso fácil
- Primero la mantequilla:
- Mete la mantequilla al microondas o caliéntala solo hasta que se derrita y espera a que esté tibia al tacto. No corras, o las galletas quedarán grasosas.
- Mezcla azucarada:
- Junta las dos clases de azúcar con la mantequilla enfriada hasta que se vea cremoso y huela delicioso.
- Huevos:
- Agrega los huevos de uno en uno, batiendo hasta que la mezcla se vea brillante y densa. Así logras esa textura chiclosa que tanto gusta.
- Base de masa:
- Ve integrando los ingredientes secos despacito, sólo hasta que casi no se vean. No remuevas de más, eso arruina la masa.
- Color y chocolate:
- Pon las chispas de chocolate y los sprinkles al final, con suavidad. Deja algunos para echar por encima después de hornear.
- Formar y enfriar:
- Haz bolitas y guarda en el refri hasta que estén duras.
La primera vez que horneé estas galletas, no esperé a que la masa se enfriara. Salieron finísimas como papel y aprendí a la mala que la paciencia es básica aquí.
Historias dulces
Aquí en el barrio ya son míticas. Las llevé una vez a la venta de pasteles de la escuela y ¡volaron en menos de quince minutos! Ahora soy la “mamá galleta” en todas las fiestas de clase. Ver la cara de los peques al encontrarse las galletas con chispitas de colores lo vale todo.
Momentos mágicos en la cocina
Hornear estas galletas es el plan en los días de lluvia. Mi hija se sube al banquito para alcanzar la encimera, echa los confetis y anda robando chocolates cuando cree que no la veo. Entre nubes de harina y risas, disfruto mil estos pequeños momentos.
Compartiendo felicidad
Cada bandeja que hago trae algún recuerdo. Una vez las llevé a mis nuevos vecinos recién mudados y eso nos hizo amigos. O la vez que enseñé a mi sobrina a prepararlas y ahora ella las hace para sus compas de la uni. No son solo galletas, son como pequeños círculos de felicidad que se comparten.
Combinaciones increíbles
Recién salidas del horno con un vaso de leche fresca es pura comfort. Si es una reunión, las sirvo con helado de vainilla y chorrito de caramelo. Son geniales para mesas dulces, ventas de escuela o para atracones nocturnos directamente de la caja.
Giros creativos
Puedes cambiar los sprinkles según la ocasión: rojo y verde para Navidad, tonos pastel para Pascua, o los colores del equipo para graduaciones. A veces mojo media galleta en chocolate oscuro o sustituyo el chocolate blanco por pedacitos de dulce de leche. ¡Cada versión tiene su chiste!
Cómo guardarlas
Déjalas en un recipiente bien tapado y duran suaves hasta cinco días. Si pones una rebanada de pan dentro, se conservan chicludas. Para guardarlas más tiempo, congela las bolitas de masa cruda y hornéalas cuando se te antoje.

Trucos de experto
- Usa bandeja de horno clara, las oscuras tuestan de más por abajo
- Pon más chispas de colores y chocolate encima justo al sacarlas del horno, así se ven espectaculares
- Con un cortador de galletas, cuando aún están calientes, las ajustas y salen siempre redondas
He hecho tantas de estas galletas confetti que ya forman parte de nuestra historia familiar. Cada que las horneo, alegran el día de alguien y llenan mi cocina de color. Eso es lo más bonito de hornear, ¿a poco no?
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo saltarme el tiempo de enfriado?
- No, enfriar por al menos 45 minutos es esencial para evitar que se expandan demasiado y lograr la textura perfecta.
- → ¿Por qué debo darle forma a las galletas?
- Darle forma mientras están calientes ayuda a que queden perfectamente redondas, ya que tienden a extenderse durante el horneado.
- → ¿Puedo usar otros tipos de confettis?
- Sí, cualquier tipo de confettis arcoíris o jimmies funcionará bien en estas galletas.
- → ¿Cómo debo guardar estas galletas?
- Guarda en un recipiente hermético a temperatura ambiente por hasta 5 días.
- → ¿Puedo congelar la masa de galletas?
- Sí, puedes congelar las bolitas de masa ya formadas por hasta 3 meses. Hornea directamente desde congelado, agregando 1-2 minutos al tiempo de horneado.