01 -
Precalienta el horno a 180 grados (calor arriba y abajo). Pela las papas y córtalas en rodajas finas, de aproximadamente 3 mm.
02 -
Engrasa una bandeja grande para hornear y frota el fondo con el diente de ajo. Pon la mitad de las papas en la bandeja y cúbrelas con la mitad del queso rallado.
03 -
Combina la leche, la crema, la sal, la pimienta y la nuez moscada. Vierte la mitad de esta mezcla sobre las papas. Coloca el resto de las rodajas de papa encima y échales el resto de la mezcla cremosa.
04 -
Esparce el queso restante por encima y cocina en el horno durante unos 70 minutos. Si el gratinado empieza a dorarse demasiado, cúbrelo con papel aluminio a mitad del tiempo.
05 -
Sirve las papas decoradas con perejil fresco.