
Hoy mi cocina huele increíble porque estoy haciendo uno de mis platillos favoritos: un guiso de res con vino tinto. Cada vez que ese aroma llena la casa, me acuerdo de los domingos en casa de mi abuela. La carne queda tan blanda que se deshace y, junto al vino y las especias, el sabor es de otro mundo. Aquí te enseño cómo preparar este clásico de manera sencilla.
El gran secreto del guiso
Para que mi guiso quede espectacular, hago dos cosas clave: Primero, doro la carne bien fuerte para lograr esa costra dorada tan sabrosa. Segundo, uso un vino tinto de calidad que le da mucho fondo al plato. Tras dejarlo cocer tranquilito, eso queda súper tierno, se deshace en la boca. Además, es fantástico para guardar en el congelador o montar una sopa súper potente después.
Lo que necesitas para mi guiso
Para el que hago siempre en reuniones grandes, agarro 1 kilo de carne de res cortada en cubos. También uso 500 gramos de cebolla picada en trozos y dos dientes de ajo. Irremplazable: un buen chorro de vino tinto (250ml, más o menos). Dos cucharadas de concentrado de tomate y medio litro de caldo de res potente son la base. Condimento todo con mezcla de pimentón (dulce y picante), orégano, sal y pimienta. Para dorar, uso aceite normal. Al final, si quiero darle un toque, echo crema ácida tipo mexicana y perejil fresco.
Así no falla tu guiso
Arranco con lo básico: pico cebolla y ajo y parto la carne en cubos. Pongo mucho calor a una olla grande y echo aceite. Sofrío la carne por tandas, que se dore bien cada lado. Luego echo cebolla; que suelte su jugo y despegue lo doradito del fondo. Después va el ajo y el tomate, solo un minuto para sacar sabor. Regreso la carne y echo el vino poco a poco, dejando reducir. Ya casi, añado el caldo y sazonadores, y solo queda esperar (unos 90 minutos). Si la salsa necesita ajuste, la dejo reducir un rato más al final.
Mis acompañamientos favoritos
En casa nos encanta con spaetzle caseros porque absorben toda la salsa deliciosa. Otras veces lo sirvo con un puro puré de patata, y si ando ligera, me preparo una buena ensalada verde. Cualquier cosa que puedas mojar en la salsa va genial aquí.
Mis trucos de cocina
Un tip importante: no tengas prisa con la cebolla, cuanto más tiempo fríes, más dulce y rica queda. Para el vino, uso uno intenso tipo Tempranillo o Malbec; hace que todo sepa mejor. Y a veces le echo pimentón ahumado, da un toque riquísimo ahumado al guiso.

Resto fresco por más días
Lo que más me gusta: este guiso sabe hasta mejor recalentado. Dura tres días fácil en la nevera. Suelo cocinar de más y guardo porciones en el congelador. Para recalentar, lo hago despacio, así la carne sigue súper tierna.
Ideas para variar
Me gusta innovar. A veces le pongo hojuelas de chile para un toquecito picante. Si no quieres usar alcohol, mete jugo de uva o solo caldo extra. Puedes agregar zanahoria o pimientos de colores a la salsa: además de color, le das más vitaminas.
Por qué me encanta este guiso
Este guiso de res está en mi top de comidas. Tiene todo: carne suave, salsa increíble, y ese sabor profundo que solo sale con cocción lenta. Sea para una comida tranquila o para sorprender invitados, esto nunca falla.
Cómo elegir la mejor carne
Tras mucho probar, tengo claro que la pieza marca la diferencia. Prefiero carne de la falda, el cuello o la espaldilla, directo del carnicero de confianza. Esas partes se ablandan en la cocción larga. Y sí, si puedes, la carne ecológica se nota un montón.
El tesoro del fondo
El jugo que queda pegado al fondo es lo mejor para la salsa. Al meter las cebollas y luego el vino, todo lo rico se despega y da sabor a la salsa. ¡Tómate tu tiempo en este paso, lo vale!
Para los peques
Si hago este guiso para niños, cambio el vino por jugo de uva y caldo. La salsa queda más suave y sigue sabrosa. Con puré de patata o spaetzle, siempre ocurre que les encanta.

Si hay invitados
Cuando toca celebración, sirvo el guiso en mi fuente bonita y le añado perejil fresco y un poco de crema. Lo pongo con spaetzle hechos en casa o pan crujiente recién salido del horno. Así la comida de siempre parece de fiesta.
Guiso sin fronteras
Juego con condimentos: le echo más pimentón y tiras de pimiento para algo estilo húngaro, con tomillo, laurel y un Rioja bueno se siente francés. Cada versión tiene su punto especial.
Saca provecho del tiempo
Lo genial de este plato: aprovecha bien la cocción larga y transforma cortes de carne baratos en algo de lujo. Si sobra, va directo al congelador o lo hago sopa al día siguiente. ¡Aquí no se tira nada!
Lo dejo preparado con antelación
En días complicados, me salva tener guiso guardado. Congela súper bien. Apenas lo descongelo, sabe igual o mejor que el primer día.
Mis trucos para la salsa
Un tip rápido: a veces rallo una papa para que la salsa quede más espesa. O si prefieres, usa un poquito de maizena. Y lo mejor, si puedes, recaliéntalo al día siguiente: el sabor es aún más potente.

Lo recomiendo de corazón
Este guiso de res es mi fiel compañero en la cocina. Me hace recordar a mi abuela, une a la familia y te alegra el día. Si le dedicas tiempo y cariño, seguro que todos quedan encantados en la mesa. Atrévete a probar y cuéntame cómo te va.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Qué tipo de carne es mejor usar?
Suele usarse carne de res de la paleta o pierna. Es ideal que tenga algo de grasa, ya que con el tiempo de cocción queda muy tierna.
- → ¿Por qué se debe dorar en tandas?
Dorar en pequeñas cantidades hace que la carne quede crujiente y desarrolle mejor sabor. Si pones mucha carne a la vez, se cuece en lugar de dorarse.
- → ¿Qué vino es el adecuado?
Un vino tinto seco, como Merlot o Cabernet Sauvignon. Usa uno de buena calidad para mejorar el sabor de la salsa.
- → ¿Puedes prepararlo con antelación?
Claro, al día siguiente sabe aún mejor. En el refrigerador dura 3-4 días y también se puede congelar.
- → ¿Cómo espesar la salsa?
Deja que reduzca cocinando sin tapa durante más tiempo. También puedes añadir algo de crema o nata al final para darle más cuerpo.