
Hoy mi cocina huele a uno de mis platillos favoritos: curry cremoso de pollo. Me encanta porque en solo quince minutos está listo y queda súper sabroso y suave. El pollo es tierno y la salsa de curry con crema lo cubre por completo. Todo hecho sin sobrecitos mágicos, queda delicioso tanto con arroz, pasta o patatas.
Relajado y sabroso
Este curry es la estrella en mis cenas desde hace mucho. A mi familia le fascina, y a mí porque es facilísimo. Esa salsa con carne suave hace que todos quieran comer. Si uso el arrocero, todo va aún más chill.
Todo lo que uso en mi curry
- Salsa de tomate: Dos cucharaditas, da un sabor más profundo.
- Ajo y cebolla: Recién picados como base esencial.
- Bouquet de caldo casero: Si puedes, prepáralo tú para darle un toquecito especial.
- Perejil fresco: Yo lo corto a mano directo del huerto.
- Pollo: Medio kilo de pechuga cortada en dados.
- Bacon: Unos daditos para que todo tenga más sabor.
- Curry: Uso una mezcla estilo Madras que me encanta.
- Mostaza suave: Es mi favorita para esto.
- Nata líquida: Esa textura cremosa la debes a ella.
- Crema fresca: Termina dando el puntazo soñado a la salsa.
Así lo preparo yo
- Remate final
- Solo hay que dejarlo hervir corto rato, ajustar el sabor ¡y ya está listo mi curry!
- La salsa
- Añado el caldo, luego la nata, la crema y las especias justo después de dorar todo.
- Salteado
- Pongo el pollo y el bacon en la sartén ya muy caliente, vuelta y vuelta.
- Base lista
- Primero pico cebolla y ajo y preparo todos los extras antes de arrancar.
- El pollo
- Arranco dejando que el pollo se impregne de curry, aceite y especias.
Siempre diferente
Lo que más me gusta es que este curry lo puedes hacer a tu gusto. A veces pongo pavo, cerdo o, si hay invitados vegetarianos, pruebo con calabacín y pimiento. Cada versión tiene su toque.
Con qué lo comemos
Mi favorito es con arroz porque absorbe genial la salsa cremosa. También va buenísimo con pasta o papas. En mi casa el pan crujiente es infaltable para mojar la salsa.
Cocina práctica
A menudo lo dejo listo la noche anterior. Pasa la noche en la nevera y al día siguiente el sabor está todavía mejor. Es de esos platos que gana con el tiempo.
Mis trucos de salsa
Siempre agrego la nata justo al final para que no se corte. Si quedó muy líquida, disuelvo un poco de maizena en agua fría y listo: la textura queda perfecta.
Ideal para días ajetreados
Cuando no tengo tiempo, este curry me saca del apuro. Hago el doble y congelo en porciones. Para comerlo, solo agrego un poquito de caldo o nata y está como recién hecho.
Comida para todos
Es el preferido de mis hijos porque la salsa es suave y nada picante. Les pongo menos curry y para los grandes, me animo con más sabor. Así todos quedamos contentos.

Nos cae súper bien
Además de rico, este plato es equilibrado. El pollo te da buena proteína, la nata lo hace cremoso y las hierbas frescas, ese plus de vitaminas.
Mezclas del mundo
De vez en cuando le doy un giro internacional. Uno poco de comino lo hace indio, con salsa de soya y un toque de limón es más como asiático. Cambio la combinación de especias según las ganas.
Manténlo fresco
En la nevera, dentro de un tupper, aguanta tres días perfecto. Al calentar, le pongo más nata para devolverle el toque cremoso original.
De lujo si hay invitados
Cuando tengo visitas, preparo este curry. Puedes adelantarlo sin problema y siempre encanta por lo suave de su textura. Le gusta a todo el mundo.
Ideal para días fríos
En esas tardes frescas, este curry te abriga de adentro hacia afuera. El aroma y la salsa espesa son lo más reconfortante. Satisface y te hace sentir bien.
Color y salud
Mucho le meto más verdura. Zanahoria para dulzura, pimientos para color, brócoli por salud extra. Todo el vegetal queda rico con la salsa de curry.
El pollo queda super blando
Mi técnica secreta es marinarlo antes con aceite y curry. Luego, lo doro rápido y ya está: queda jugoso y suave.
Momentos especiales
En fiestas le sirvo con arroz salvaje y verduras salteadas. Con algunas hierbitas frescas encima se ve muy bonito y sabe delicioso.
Versión veggie top
Para mis amigos que no comen carne hago el curry con tofu o yaca. Absorben la salsa de maravilla y, la verdad, quedan tan buenos como con pollo.
Toque frutal y picante
Hay días que me animo y agrego cuadritos de mango o piña. Ese contraste dulce en la salsa curry queda sorprendentemente rico. Lo aprendí con un cocinero tailandés.

Tradición con giro moderno
Mi curry es una mezcla entre lo clásico y lo nuevo. Si le pongo nata o leche de coco, cada versión cambia mucho el rollo. Siempre me sorprende.
Compras con cabeza
Para este guiso prefiero lo local y de temporada. Hierbas del patio, el pollo de la carnicería de confianza. Así sabe más rico.
Cargado de aroma y sabor
Juego mucho con especias como cardamomo, cilantro o canela. Cada una le suma algo especial. Mezclarlas lo hace único.
Planificación lista
Hago una olla grande en domingo y me soluciona varias comidas. Es práctico sin perder lo sabroso.
Hazlo a tu manera
Lo bonito es que cada quien le da su toque. Cambias especias, el tipo de carne o el acompañamiento y siempre sale distinto, nunca aburre.
Juntando a la familia
Con este curry, todos en casa se sientan juntos. Entre la salsa suave, las especias y la carne tierna, cada uno tiene su parte preferida. Une a todos.
Aprovecha las sobras
Si sobra curry, lo uso para pasta o rellenos de wraps. Usando la imaginación salen platos nuevos. Así aprovechar da gusto.
Toque dulce balanceado
Me gusta ponerle una pizca de azúcar al curry. Dan ganas de repetir porque suaviza el picante y el sabor queda redondo. Un detallazo que marca la diferencia.
Rápido y sin estrés
Solo necesitas quince minutos y poquitos ingredientes para tener esto en la mesa. Súper fácil, ideal pa’ cuando hay prisa.

Plato para toda la vida
Este curry me viene acompañando hace años. Es rápido, queda delicioso y puedes variarlo como quieras. Siempre me saca de apuros y es de mis favoritos para compartir.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo dejarlo listo con antelación?
Sí, este pollo se puede preparar antes. Al calentarlo, añade un poco de caldo o nata para que la salsa siga cremosa.
- → ¿Qué puedo usar en lugar de nata?
Puedes sustituir la nata por leche de coco o alternativas vegetales. Le da un toque más ligero y es perfecto para personas intolerantes a la lactosa.
- → ¿Cómo consigo que la salsa quede espesa?
Mezcla almidón de maíz con agua fría y agrégalo a la salsa mientras hierve. Otra opción es cocinar la salsa más tiempo para reducirla.
- → ¿Qué verduras combinan bien?
El pimiento, la calabacita, las zanahorias o los guisantes son excelentes opciones. También puedes agregar piña o mango para un toque dulce.
- → ¿Qué acompañamientos son los mejores?
El arroz es un clásico, pero la pasta o las patatas también funcionan bien. Un pan naan o una ensalada fresca son el complemento perfecto.
Conclusión
Un curry de pollo bien cremoso con carne tierna y una salsa llena de sabor. Fácil de preparar, ideal para acompañar con arroz, pasta o patatas.