
Una tarde de domingo, con ganas de algo rico y reconfortante, nació este plato de pollo con gnocchi en mi cocina. El pollo jugoso y la espinaca fresca se mezclan perfecto con unos gnocchi suaves y una salsa de Asiago cremosa que envuelve todo. Ahora es mi platillo estrella cada vez que tengo invitados o quiero consentir a la familia.
Historias en la Cocina
Desde el primer intento, supe que este plato era un acierto. El Asiago fundido se mezcla en una salsa sedosa mientras los gnocchi gorditos hierven hasta quedar en su punto. El aroma hace que todos lleguen a la cocina preguntando qué se cuece. Hasta los que más se quejan limpian el plato cuando esto aparece en la mesa.
Un Nuevo Comienzo
Te cuento el truco de este plato: parte de buen pollo, los filetes quedan más jugosos y cada bocado es suave. Un sofrito sencillo de chalota (puedes usar cebolla morada) y ajo le da todo el aroma, y el queso Asiago real da ese toque a nuez que lo hace único. Todo suma.
Pollo con Encanto
El primer paso es dorar bien el pollo. Golpea los filetes para dejarlos más parejos y así se cocinan de maravilla, dorados por fuera y jugosos por dentro. Ese olor a mantequilla con pollo te avisa que la cena será especial.
Sueños de Salsa
Preparar la salsa de Asiago es como dirigir una pequeña obra de arte. Derrite la mantequilla con harina, luego añade el sofrito simple de chalota y ajo, dándoles tiempo para sacar su sabor. Cuando le echo el caldo de pollo, remuevo con energía, y todo va tomando forma sin grumos.

Hora del Gnocchi
El momento en que los gnocchis entran a la salsa es pura alegría. Se impregnan de todos los sabores mientras hierven despacio hasta quedar tiernos y geniales. Ver la salsa burbujear alrededor de cada gnocchi es saber que te espera un plato cálido y delicioso.
Toque Verde
La espinaca fresca anima todo y se funde en la salsa, se siente como hecha para estar ahí. Ya para entonces el Asiago hace su magia con un acabado cremoso y suave. Tu cocina olerá a domingo italiano.
Final Cariñoso
Al final, un poco de perejil picado le da color y frescura. Sirves cada plato con su pollo tierno, los gnocchi tan bonitos y esa salsa increíble. Nadie se resiste a mojar pan para no dejar ni una gota.
Trucos de Casa
Después de hacer esto mil veces, aprendí algunos secretitos. Tómate el tiempo para pochar bien la chalota, queda dulcísima. Cuando cuezas los gnocchis, remueve la salsa con ganas, así queda suave y cremosa.
Recuerdos Guardados
En mi casa casi nunca sobra, pero si hay un poco, lo cuidamos como un tesoro. Al día siguiente el sabor es aún mejor. Solo caliéntalo despacio con un poco de caldo para recuperar la cremosidad.

Consuelo Futuro
A veces preparo extra de salsa y la congelo, así tengo comida reconfortante para un día apurado. Solo hace falta preparar gnocchi y pollo fresco y vuelves a tener ese plato especial sin complicarte.
Combinación Ideal
Una sencilla ensalada César y pan al ajo calentito hacen la comida perfecta. A veces sumo verduras asadas, pero este platillo aguanta solo y deja que la salsa cremosa brille.
Cariño Nutritivo
Sirves esto y das más que una comida, llena el estómago y el alma. El pollo aporta proteína, la espinaca vitaminas y la salsa de Asiago pura felicidad cremosa. Todos quieren quedarse charlando en la mesa.
Hazlo Tuyo
En tu cocina mandas tú. Puedes jugar cambiando el queso o sumando champiñones para un sabor más a tierra. Este platillo acepta tus toques personales sin perder el abrazo de hogar. Deja que tu gusto decida.
Listo para Celebrar
Este plato me ha acompañado en cumpleaños, aniversarios y antojos porque sí. Tiene ese algo especial que eleva cualquier comida, pero sigue siendo muy fácil de preparar a diario. Así es la magia de lo que reconforta.

Aquí Todos Comen
¿Lo quieres sin gluten? Se adapta sin problemas. Si alguien no puede con los lácteos, hay opciones para cambiarlo. La comida debe juntar a todos y este platillo lo hace fácil.
Favorito de la Familia
Los niños adoran el sabor suave y cremoso, los grandes agradecen ese toque elegante del Asiago. Es ya la cena que más me piden en casa, cada uno lo reclama de favorito para su día especial.
Comodidad al Instante
Incluso en una tarde de locos, este plato te da ese abrazo de restaurante en tu mesa. Remover la salsa se vuelve una pausa tranquila en medio del caos. A veces la mejor terapia sale frente a tus fogones.
Compartir Felicidad
Cada vez que paso este platillo, los amigos lo preparan a su manera y lo suman a sus favoritos. Me llena saber que ahora también está creando recuerdos y alegrías en otras familias, plato cremoso a plato cremoso.
Cocinar con Amor
Este gnocchi con pollo y Asiago es más que un platillo en mi casa. Es mi forma de dar cariño, llenando la mesa de alegría. Ver sus caras al probar el primer bocado compensa todo el rato en la cocina.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Por qué golpear las pechugas de pollo?
- Hacerlas de un grosor uniforme asegura que se cocinen de manera pareja y evita que unas partes se resequen mientras otras queden crudas.
- → ¿Puedo usar gnocchi precocidos?
- Esta receta usa gnocchi sin cocer porque se cocinan directamente en la salsa, absorbiendo sus sabores. Usar precocidos cambiaría el tiempo de cocción y la cantidad de líquido.
- → ¿Por qué cocinar la harina un minuto?
- Cocinar la harina elimina el sabor crudo y crea un roux para espesar la salsa. Un color dorado añade más sabor.
- → ¿Puedo reemplazar el queso?
- El parmesano o Romano pueden reemplazar al Asiago, pero el sabor será ligeramente diferente.
- → ¿Cómo sé que el gnocchi está listo?
- El gnocchi flotará a la superficie y estará tierno cuando esté listo. Prueba uno para asegurarte de que está bien cocido.