
Bocados jugosos de pollo rostizado mezclados en una salsa cremosa con espinacas suaves y queso fundido, todo junto en un solo platillo súper reconfortante. El toque de hierbas, queso crema y el pollo perfectamente cocido crean sabores que seguro que vas a querer repetir más de una vez en casa.
La primera vez que preparé este platillo fue para aprovechar un poco de espinaca medio triste y pollo que había sobrado. Mi familia dudaba de la 'comida verde', pero tras probarlo, terminaron peleando por repetir. Ahora hacemos esto cada miércoles y mis hijos se emocionan cuando huelen el ajo y la cebolla dorándose.
Principales Ingredientes
- Pollo Rostizado: Busca uno que todavía esté tibio y jugoso. Prefiere la carne de muslo para más sabor, aunque la pechuga es más ligera
- Queso Crema con Cebollín: Usa del normal (no light), porque se derrite mucho mejor y queda súper cremoso
- Espinaca Fresca: Elige hojas verdes vivas y crujientes, evita las que están amarillas. Prefiere fresca a la congelada, es otra cosa
- Mozzarella: Compra mozzarella entera (la de bola) y rállala tú, porque la ya rallada trae polvos que evitan que se derrita chido
- Nata Líquida para Montar: Es lo que deja la salsa bien espesa y rica. No cambies por leche ni por otras cremas ligeras, si no pierde textura

Instrucciones Sencillas Paso a Paso
- Prepara Todo (15 minutos)
- Desmenuza el pollo, quita huesos y piel
- Pica la espinaca de forma rústica dejando trozos grandes
- Saca el queso crema del refri antes para que se ablande y cueste menos mezclar
- Pica muy chiquito el ajo y la cebolla para que queden bien repartidos
- Haz la Base (10 minutos)
- En sartén grande, derrite mantequilla a fuego medio hasta que burbujee
- Agrega la cebolla, cocina hasta que se vea traslúcida y apenas dorada
- Echa el ajo y en cuanto suelte olor rico (unos segundos), sigue con el resto
- Pon sal y pimienta sin dejar de mover para que nada se queme
- Arma la Salsa (15 minutos)
- Pon un poco de harina sobre la mezcla y cocina moviendo dos minutos
- Agrega despacio la nata caliente, moviendo con batidor para que no salgan grumos
- Echa el queso crema suave por pedazos chicos, mezcla hasta que se derrita todo
- Deja que la salsa hierva bajito hasta que cubra la cuchara sin caerse rápido
- Monta el Resto (10 minutos)
- Mezcla ahí mismo el pollo desmenuzado para que se empape bien con la salsa
- Echa la espinaca por partes, deja que se marchite cada vez antes de poner más
- Pasa todo a un refractario engrasado y empareja la superficie
- Termina cubriendo con montón de mozzarella y hierbas frescas
- Al Horno (25 minutos)
- Cubre con papel aluminio y cocina a 190°C unos 20 minutos
- Quita el aluminio y gratina 3 a 5 minutos hasta que el queso se vea burbujeante y doradito
- Deja enfriar 10 minutos antes de servir para que la salsa cuaje y quede bien
En casa amamos echarle tomillo fresco. Un día de Navidad probé metiendo algunas hierbas de mi jardín y el aroma del tomillo con la salsa cremosa fue tan rico que ya es costumbre en nuestras fiestas.
Secreto del Pollo Rostizado
El pollo rostizado no sólo ahorra tiempo, tiene un sabor especial por su modo de cocción lenta. Queda súper blandito, se deshebra bien y absorbe la salsa sin ponerse duro. Cuando compro uno recién hecho para este platillo, siempre queda más jugoso y sabroso.
Acompañamientos Que Van de Diez
Este plato ya va genial solo, pero con pan de ajo o pan campesino crujiente, es otro nivel. Así no dejas nada de la salsa. También va bien con ensalada fresca y aderezo ácido para balancear lo cremoso.
Hazlo Un Día Antes
Una de las mejores cosas es que puedes dejarlo armado desde el domingo y hornearlo cuando lo necesites. Yo lo guardo en el refri sin hornear y el lunes sólo lo meto al horno. Los sabores se sienten hasta más ricos de un día para otro.
Aprovecha Las Sobras
Si te sobra, usa la mezcla para rellenar crepas, conchas de pasta, o ponla sobre papas al horno. Mi hijo mayor hasta se hace sándwiches tostados con más queso y dice que ya quiere de eso cada fin de semana.
Espinaca Siempre Fresca
La espinaca congelada puede servir si estás apurado, pero la textura mejora muchísimo si usas fresca. Me di cuenta después de probar varias veces con la congelada que quedaba la salsa medio aguada. La fresca resalta los colores y el plato queda con más mordida.

Con el tiempo, este plato ya no es solo comida — para mí es prueba de que lo sencillo puede ser delicioso. Sirve igual para familias con hambre o para llevar algo rico a una reunión. Entre el pollo suave, salsa cremosa y espinaca, no falla y todos terminan contentos.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo prepararlo con anticipación?
- Claro, arma el plato hasta con 24 horas de anticipación y hornea al momento de servir. Puede necesitar más tiempo si está frío.
- → ¿Puedo usar espinacas frescas?
- Sí, cocina y escurre unos 20 gramos de espinacas frescas como sustituto de las congeladas.
- → ¿Cómo evito que quede aguado?
- Asegúrate de escurrir bien las espinacas y espesar correctamente la salsa.
- → ¿Lo puedo congelar?
- Claro, congélalo antes de hornear. Descongélalo durante la noche antes de cocinarlo.
- → ¿Con qué puedo acompañarlo?
- Va perfecto solo, o con una ensalada y pan crujiente.