
Dale un nuevo aire a tu slow cooker y disfruta sabores asiáticos intensos con este platillo bajo en carbohidratos. Mezclando salsa de soja, jengibre y ajo, logras una salsa fragante que convierte unos simples muslos de pollo en pura maravilla. Probé varias mezclas y, créeme, esta combinación consigue justo ese toque salado con el puntito dulce perfecto.
El mes pasado lo saqué en una comida familiar y mi cuñada, que nunca cree en la comida "dieta", me pidió cómo lo hago. Ahí supe que estaba buenísimo de verdad.
Irresistibles Ingredientes
- Muslos de pollo: Mucho más jugosos que la pechuga
- Buena salsa de soja: El punto de partida
- Jengibre fresco: Ese toquecito necesario
- Aceite de sésamo: Lo que lo hace súper asiático
- Endulzante sin azúcar: Equilibra lo salado

Sabrosas Instrucciones
- Armonía de Salsa
- Mézclalo todo de la salsa hasta que quede bien uniforme.
- Pon el Pollo
- Coloca los muslos bien acomodados, sin amontonar, para que todo se cocine igual.
- Baño de Sabor
- Cubre cada pieza con esa salsa fragante.
- Lento y Sin Prisa
- Deja que se cocine tranquilo hasta que esté tan tierno que se deshaga.
- El Remate
- Desmenúzalo y vuelve a meterlo en la salsa un ratito más.
El año pasado me animé a tostar las semillas de sésamo antes de ponerlas encima. Ese mini cambio aporta tanto sabor como a nuez que ya no puedo servirlo sin ellas.
Acompañamientos Top
Pónlo arriba de arroz de coliflor salteado con un poquito de aceite de sésamo. El brócoli al vapor a un lado queda espectacular, absorbiendo la salsa. Me encanta sumarle pepinos encurtidos rápidos por el crujido y el contraste.
Personalízalo
Pon unas setas laminadas en la última hora de cocción y quedan de lujo. A veces echo bok choy al final si quiero más verdura. Si te gusta lo picante, échale un toque de salsa con chile y ajo y lo flipas.
Guárdalo Bien
Este pollo aguanta de maravilla en recipiente cerrado hasta cuatro días. Los sabores se mezclan y mejoran de un día para otro. Cuando lo recalientes, dale un poquito de caldo de pollo para que siga jugoso.
Trucos Exprés
Guarda el jengibre fresco en el congelador, así lo puedes rallar cuando lo necesites. Haz el doble de comida y congela la mitad para esas semanas locas. Ten siempre arroz de coliflor listo en la nevera.

Después de probar mil versiones, aprendí que comer keto no es dejar los sabores asiáticos que te flipan. Es cuestión de buscar formas creativas de mantener todo el sabor pero con pocos carbohidratos. Ya sea porque sigues la dieta o sólo buscas algo rico y simple, este plato sí que te deja contento. Lo mejor es levantar la tapa y que tu cocina huela increíble, mucho mejor que cualquier comida para llevar.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar pechuga de pollo?
- Claro, aunque los muslos suelen quedar más tiernos. Si usas pechugas, verifica antes porque se cocinan más rápido.
- → ¿Qué endulzante es el mejor?
- Cualquier endulzante compatible con keto como fruta del monje, eritritol o alulosa funcionará bien.
- → ¿Se puede congelar esta receta?
- Sí, congélalo en porciones con la salsa por hasta 3 meses. Descongela en el refrigerador antes de recalentar.
- → ¿Con qué puedo acompañarlo?
- Arroz de coliflor es ideal, pero también puedes probar con fideos de calabacín o shirataki para mantenerlo keto.
- → ¿Cómo hacerlo más picante?
- Agrega más hojuelas de chile rojo o un poco de salsa sriracha para un toque más picante.