01 -
Forma bolas pequeñas de unos 2x2 cm. Mételas al congelador por 30 minutos.
02 -
Usa un procesador de alimentos o un mortero para moler los pistachos. Combínalos con la harina de almendra, el azúcar y el mascarpone. Dale forma de bola grande y enfría unos 15 minutos.
03 -
Derrite el chocolate blanco en baño maría. No dejes que se caliente demasiado.
04 -
Sumerge las bolitas en el chocolate derretido. Colócalas sobre papel de hornear y adorna con pistachos triturados. Refrigera hasta que endurezcan.