
Descubrí estos ravioli de calabaza en una tarde fría de otoño y desde entonces no faltan en mi casa cuando se acerca esa época. Hacer la pasta a mano parece difícil pero agarrar el rodillo y ver cómo vas armando cada almohadilla de pura calabaza se siente súper relajante. En cuanto la mantequilla dorada empieza a chisporrotear, el olor que llena mi cocina es irresistible.
Delicioso sabor otoñal
Lo especial de este plato es cómo se mezclan todos esos sabores cálidos de otoño. El relleno cremoso de calabaza envuelto en la pasta suave se eleva con la salsa de mantequilla dorada con ajo. Cuando la salvia queda bien fritita nadie se resiste a pedirte la receta tras el primer bocado.
Lo que vas a usar
- Pasta: Puedes hacerla con solo huevo y harina o usar placas frescas de pasta ya hechas, ¡no te compliques!
- Quesos: Mezcla requesón, queso manchego y parmesano para lograr ese relleno suave y sabroso.
- Calabaza natural: Mejor usa puré de calabaza simple, te quedará mucho mejor que con rellenos preparados para tartas.
- Mantequilla dorada con ajo: Derrite mantequilla sin sal y cocina ajo picado junto con salvia fresca, sal, pimienta y deja que todo agarre ese aroma tostado.
- Salvia fresca: Da ese toque terroso y herbal que combina genial con la calabaza.
Prepara unos ravioli increíbles
- Haz la masa primero
- Prepara la mezcla y dale su tiempo de reposo para que puedas estirarla sin esfuerzo.
- Mezcla el relleno
- Junta los quesos y la calabaza hasta que todo quede bien suave y sin grumos.
- Rellena y estira
- Estira la masa delgada y coloca relleno sin pasarte.
- Cierra los bordes
- Aprieta bien los costados para que no se abran al cocinarlos.
- Cocina con paciencia
- Cuando los ravioli suben a la superficie, ya están listos.
- Salsa final
- Dora bien la mantequilla y después añade el ajo picado y las hojas de salvia.
- Mezcla todo
- Revuelve los ravioli con la salsa perfumada y están para servir.
Mis mejores trucos
No saltes el paso de enfriar la masa, es la diferencia entre pasta fácil y difícil de estirar. Usa bastante harina en la mesa y no le pongas demasiado relleno a cada ravioli. Con un tenedor cierras los bordes perfecto, no hace falta compra nada especial.
Organízate
Estos ravioli congelan genial por eso suelo hacer el doble y tener listos para otra vez. Ponlos primero en una bandeja al congelador y no se van a pegar luego en la bolsa. Si los quieres calentar, solo échales un chorrito de agua y quedan tan ricos como recién hechos.
Combinaciones perfectas
Nos encanta acompañarlos con una ensalada fresca de hojas verdes, la mezcla de sabores es total. Un vino blanco bien frío y pan artesanal para mojar en la mantequilla... eso les da un toque de lujo.
Pura satisfacción
Estos ravioli de calabaza ya son el plato estrella en las cenas otoñales especiales. Hay algo que enamora al armar esos paquetitos llenos de sabor de otoño. Y cuando pongo la salsa dorada en la mesa todos se emocionan, vale muchísimo la pena el trabajo.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo hacer la pasta sin rodillo?
Aunque el rodillo facilita el trabajo, puedes estirar la masa a mano con un rodillo de cocina hasta que quede muy fina. Llevará más tiempo y esfuerzo.
- → ¿Es posible congelar estos ravioli?
Sí, congela los ravioli sin cocer en una bandeja hasta que estén sólidos, luego guárdalos en bolsas de congelación. Cocínalos directamente congelados añadiendo 1-2 minutos al tiempo de cocción.
- → ¿Por qué rociar la pasta con agua?
Un ligero rocío de agua ayuda a sellar los bordes de la pasta, evitando que el relleno se salga al cocinarla.
- → ¿Puedo prepararlos con antelación?
Puedes preparar y dar forma a los ravioli hasta con 24 horas de anticipación, guardándolos cubiertos en el refrigerador. Haz la salsa justo antes de servir.
- → ¿Qué puedo usar en lugar de salvia fresca?
Se puede usar salvia seca en lugar de fresca, pero solo una pizca, ya que es más concentrada. Otras hierbas como tomillo o romero también funcionan bien.
Conclusión
Estos ravioli caseros combinan una pasta fresca con relleno de calabaza y queso, bañados en mantequilla dorada con ajo. Aunque requieren tiempo, el resultado es un plato de pasta digno de restaurante para el otoño.