
Un risotto cremoso lleno de sabor, con el toque dulce de cebollas moradas caramelizadas y un chorrito de vino tinto, es la manera más rica de disfrutar el estilo italiano. Las cebollas se cocinan despacio y quedan súper dulces, combinando increíble con el vino y el sabor potente de tomates secos.
Recuerdo que en mi última cena, todos se sorprendieron por cómo se sentía el equilibrio entre la cebolla y el vino tinto. Les encantó a todos mis amigos.
Sabores esenciales
- Arroz para risotto: Da esa textura cremosa que buscamos. Carnaroli o Arborio quedan súper bien porque sueltan mucha almidón.
- Tomates secos: Aportan ese sabor intenso y un poco salado que te levanta el plato.
- Vino tinto: Mejor que sea seco y con cuerpo, un buen Tempranillo o Garnacha van genial aquí.
- Cebolla morada: Cuando se caramelizan despacio, quedan suaves y llenan el plato de sabor.
- Romero fresco: Añade ese aroma que te recuerda al Mediterráneo.

El paso clave para un risotto brutal
- Potenciar las cebollas:
- Corta las cebollas en medias lunas. Calienta aceite de oliva en una olla pesada. Ve poniendo las cebollas y cocínalas a temperatura media hasta que estén bien suaves. Añade azúcar moreno al final cuando ya estén casi lista.
- Arranca la base:
- Da una vuelta al arroz en ese aceite, solo hasta que se vea brillante. Échale el vino tinto y deja que se evapore todo, esto hace que los sabores sean más intensos.
Logra la textura ideal
Suma caldo caliente poco a poco, sin dejar de mover para que se mezcle todo bien. Eso lleva unos 18-20 minutos y notarás cómo el arroz queda como una crema, pero con su toque al dente.
Aprendí a hacer risotto en una trattoria en la Toscana. Lo importante es ir con calma, mover mucho y añadir el caldo poco a poco. ¡Eso hace toda la diferencia!
Acompañantes que van de lujo
Si pones una ensalada de rúcula con parmesano en lascas y un chorrito de vinagre balsámico, tienes el complemento perfecto. Y tómate una copita del vino que usaste en el arroz, queda espectacular.
Otras ideas deliciosas
Si te gusta lo otoñal, los hongos secos tipo boletus le dan ese punto especial. Las nueces o piñones tostados añaden un toque crujiente. Y cuando llega la primavera, unas arvejas frescas y un poco de menta fresca quedan geniales.

Aprovecha lo que te sobre
Si te quedó risotto, haz bolitas pequeñas, pásalas por pan rallado y fríelas hasta que estén doraditas. Sirve con un dip de yogur natural y hierbas para un picoteo de lujo.
El combo de cebolla caramelizada y vino tinto hace que este risotto tenga un sabor increíble. Si le dedicas tu tiempo y tu cariño, te va a salir una textura que no te puedes imaginar.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Qué vino tinto es el mejor?
- Un vino tinto seco y con buen cuerpo como Primitivo o Chianti. Asegúrate de usar un vino de buena calidad, ya que define mucho el sabor.
- → ¿Puedo usar otro tipo de arroz?
- Lo ideal para risotto es usar arroz Arborio o Vialone. Otros tipos no logran la textura cremosa.
- → ¿Es necesario remover todo el rato?
- Sí, remover con frecuencia es clave para que quede cremoso y evitar que se pegue al fondo.
- → ¿Se puede preparar el risotto antes?
- El risotto sabe mejor recién hecho. Una vez recalentado, pierde su textura cremosa.
- → ¿Qué puedo usar en lugar de tomates secos?
- Puedes usar tomates cherry frescos partidos a la mitad o tomates secos en aceite como alternativa.