01 -
Cocina las láminas de lasaña en una olla grande con agua hasta que estén suaves. No las dejes mucho tiempo para evitar que se rompan al enrollarlas. Escurre y reserva.
02 -
Calienta el horno a 175°C. Rocía ligeramente un molde de vidrio de 33×23 cm con aceite en spray. Esparce una capa fina de salsa de tomate en el fondo del molde.
03 -
En un bol mediano, mezcla el queso ricotta con el polvo de cebolla, ajo y hierbas mediterráneas. Remueve hasta que quede bien integrado.
04 -
Coloca las láminas de lasaña extendidas en una tabla grande o bandeja. Con una cuchara o espátula, coloca una porción de la mezcla de ricotta y espárcela en cada lámina. Pon entre 8-10 rodajas de chorizo encima de una línea a lo largo de cada lámina.
05 -
Forma rollitos apretados con las láminas y colócalos con el cierre hacia abajo en el molde preparado. Cubre los rollitos con el resto de la salsa de tomate y espolvorea el queso mozzarella rallado por encima.
06 -
Hornea durante 15-20 minutos hasta que el queso esté completamente derretido, burbujeante y con un toque dorado. Antes de servir, decora con un poco de perejil fresco o más condimento de hierbas si quieres.