
Pocas cosas me transportan a la infancia como una buena sopa de tomate con pan con queso fundido. En mi casa, este plato es un ritual semanal que reconforta el alma. Lo he perfeccionado tras muchas cenas familiares, y nunca falla en sacarnos una sonrisa. Lo mejor es que con lo que tienes en tu despensa ya puedes hacerlo. En solo media hora lo tienes listo.
Por Qué Es Tan Única
No pierdas de vista esta idea para esas tardes en las que no hay tiempo pero quieres apapachar a todos. Para mí, es el máximo en esos días fríos, sobre todo cuando la sirvo con pan tostado y queso derretido al lado. A veces, si quiero algo más ligero, la acompañamos con ensalada fresca y crujiente. Sea como sea, siempre nos reúne en la mesa.
Básicos que Ya Tienes en Casa
- Aceite de Oliva: Empiezo calentando solo una cucharada para dar sabor.
- Mantequilla: Dos cucharadas de mantequilla sin sal me ayudan a controlar el punto justo.
- Cebolla Dulce: Una cebolla mediana picada. Ese toque dulce lo equilibra todo.
- Harina de Trigo: Dos cucharadas para espesar (también uso harina sin gluten si hace falta).
- Tomates en Lata: Una lata grande (aprox 800 g) de tomates enteros o en cubos sirve perfecto.
- Pasta de Tomate: Dos cucharadas para intensificar el sabor.
- Caldo: Cuatro tazas de caldo de verduras o pollo, el que prefieras.
- Condimentos: Una cucharadita de azúcar para equilibrar y sal, pimienta y tomillo fresco si tienes.
¡A Cocinarla!
- Hazla Suave
- Usa una batidora de mano para que quede cremosa de volada, o licúa por tandas si tienes batidora de vaso.
- Intensifica los Sabores
- Vierte los tomates, la pasta de tomate y tus condimentos. Mézclalo bien y deja que hierva suavemente unos 20 minutos. Aprovecho para ir alistando lo de acompañar.
- Prepara la Base
- Ve espolvoreando harina y removiendo. Suma el caldo poco a poco hasta que esté todo bien ligado.
- Empieza con los Aromas
- Calienta la mantequilla y el aceite de oliva en una olla grande. Sofríe la cebolla picada hasta que esté blandita y dorada, luego pon el ajo.

Mis Trucos para que Quede Genial
¿Quieres el truco de años cocinándola? Si tienes tomates naturales, pélalos antes o cuela la sopa tras licuarla. Nunca dejo de probarla sobre todo porque unos tomates son más dulces que otros. Eso sí, si puedes hacer tu propio caldo, ¡brutal! Si no, el del súper también cumple.
Adaptala a Tu Gusto
A veces le echo un chorrito de nata si quiero algo todavía más cremoso. Cuando tengo albahaca fresca en el huerto le echo unas hojas y queda espectacular. Los niños aman sus crotones arriba y a mi pareja le gusta con mucho parmesano. Un chorrito de buen aceite de oliva siempre la eleva.
Cómo la Conservo Yo
Aguanta perfecta unos 4 días en la nevera dentro de un táper. Cuando tengo un caos, preparo el doble y congelo porciones. Solo déjala enfriar y guárdala bien tapada; te dura tres meses en el congelador. Sácala una noche antes y caliéntala sin problema en olla o micro en cuanto se te antoje.
Combinaciones que Siempre Funcionan
Lo que más pide mi familia es sopa calientita con pan con queso al sartén. A veces cambiamos y la servimos con una ensalada bien fresca o verduras asadas de temporada. Jamás falta un pan rústico crujiente de panadería para mojar ¡nadie dice que no!

Por Qué la Prefiero Hecha en Casa
La verdad, nada de sobrecito ni lata te da lo que te da una sopa hecha en tu cocina. Me da mucha paz saber lo que llevan nuestros platos y el sabor natural es otra cosa. Y ese olor en casa mientras hierve, no lo cambio por nada.
Consentida de la Familia
Esta sopa les gustaba a mis peques desde que casi no hablaban. El toque agridulce les encanta. Siempre les corto el pan con queso en formas divertidas para que mojen, y ya es cábala en casa. Hasta quien es tiquismiquis repite.
Deliciosa en Cualquier Estación
Claro que es la estrella en días de frío, pero la preparamos todo el año. En verano, con tomates frescos de agricultor, es una maravilla. Siempre la tengo a la mano para días lluviosos o noches de otoño en el sofá. Nunca falla, no importa si hace frío o calor.

Formas Divertidas de Cambiarla
Algunas veces la transformamos en bisque súper cremosa, otras le echo calabacín del huerto en verano. Últimamente descubrí ponerle ñoquis de papa y mi hija ya los pide cada semana. Siempre hay una variación que la hace diferente y le quita lo aburrido.
Versión Vegana Casera
Cuando viene mi sobrina vegana, uso margarina vegetal y caldo de verduras. Ella la corona con crema de anacardos y, de verdad, hasta los que comen de todo repiten y repiten. Así nos aseguramos de que todos disfruten igual en la mesa.
Agrega Más Cosas Buenas
Si venimos del gimnasio, le echo pollo desmenuzado o alubias blancas para subir la proteína. Si hay amigos vegetarianos, va con lentejas. Algunas veces la hago cremosa con tofu suave o anacardos triturados, que además le suman proteína. La idea es que la ajustes a tu día a día.
Domingos de Adelanto
Los domingos siempre dejo hecha una buena cantidad y la guardo en tuppers individuales al congelador. Tenerla lista me resuelve la cena muchas veces. Solo recalienta y si ves que está espesa, agrega un chorrito de caldo o nata al gusto.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar tomates frescos?
Claro, aunque los tomates enlatados enteros garantizan un sabor más uniforme. Usa tomates frescos bien maduros si decides sustituirlos.
- → ¿Cómo consigo que sea más cremosa?
Agrega un toque de crema de leche o nata después de licuar para una textura más suave.
- → ¿Puedo hacerla sin gluten?
Sí, solo reemplaza la harina de trigo con una versión sin gluten.
- → ¿Por qué añadir azúcar?
El azúcar equilibra la acidez de los tomates. Ajusta la cantidad según el dulzor de los tomates.
- → ¿Puedo congelar esta sopa?
Sí, se congela perfectamente hasta por 3 meses. Asegúrate de enfriarla completamente antes de congelar.
Conclusión
Una sopa de tomate fácil y reconfortante que aporta calidez a cualquier comida. Con ingredientes simples y lista en solo 30 minutos, es una manera deliciosa de disfrutar un plato clásico.