
Estos muslos de pollo con ajo y salsa de soja se han convertido en mi salvación para las cenas entre semana. Encontré esta preparación cuando necesitaba algo rápido porque ya estaba harto de los mismos platos de siempre. La combinación mágica de pollo crujiente bañado en ese glaseado agridulce me conquistó por completo, y ahora lo preparo habitualmente en casa. ¿La mejor parte? Parece y sabe como un plato de restaurante, pero se hace en unos 20 minutos con ingredientes que siempre tengo a mano.
El mes pasado, preparé esto para unos amigos que vinieron sin avisar. Mi colega Miguel, que se considera un poco sibarita, me preguntó si había tomado clases de cocina últimamente. Cuando le dije que el plato tardaba menos de 30 minutos, no me creyó hasta que le mostré la receta. Ahora lo hace cada semana para su familia.
Ingredientes Esenciales
- Muslos de pollo deshuesados: Los muslos son más tolerantes que las pechugas y se mantienen jugosos incluso con cocción a fuego alto. La carne oscura también tiene más sabor.
- Maicena: Este es el secreto para ese exterior crujiente tipo restaurante. No sustituyas por harina - no te dará el mismo crujido.
- Salsa de soja: Proporciona esa base umami para el glaseado. Uso la baja en sodio para controlar el nivel de sal.
- Salsa de ostras: Añade una profundidad increíble al glaseado. Si nunca la has usado, no sabe a pescado en absoluto - sólo es rica y sabrosa.
- Miel: Crea esa cualidad pegajosa y dulce y ayuda a que el glaseado caramelice bellamente sobre el pollo.
- Ajo fresco: No uses ajo en polvo aquí. El fresco marca toda la diferencia en el sabor final.

Trucos para el Pollo
- Sécalo bien
- No te saltes el paso de secar el pollo con papel de cocina. Eliminar la humedad superficial es fundamental para conseguir un buen dorado y exterior crujiente.
- Capa de maicena
- Una capa ligera y uniforme es todo lo que necesitas - no la pongas muy gruesa o puede volverse pastosa. Me gusta espolvorearla en lugar de rebozar el pollo.
- Sartén caliente, aceite frío
- Calienta la sartén antes de añadir el aceite, luego deja que el aceite se caliente antes de añadir el pollo. Esto evita que se pegue y favorece un dorado uniforme.
- No apiñes la sartén
- Dale espacio a los trozos de pollo. Amontonarlos causa que se cocinen al vapor en vez de dorarse, y perderás esa textura crujiente.
- Paciencia al dorar
- Resiste la tentación de mover el pollo demasiado pronto. Deja que desarrolle esa costra dorada antes de darle la vuelta. Si se pega, probablemente necesite más tiempo.
- Momento del glaseado
- La salsa espesa rápidamente, así que ten todo listo antes de empezar. Una vez que se haya reducido ligeramente, añade el pollo inmediatamente para cubrirlo de manera uniforme.
Perfeccioné esta preparación después de visitar un pequeño restaurante chino familiar donde probé el pollo glaseado más asombroso. Tras varios intentos de recrearlo en casa (y una amable charla con el dueño que me dio algunas pistas), esta versión captura esa misma magia. Mi hijo, que normalmente picotea su cena, limpia su plato cuando hago esto e incluso lo ha pedido para la cena de su cumpleaños.
Ideas para servir
Sirve estos sabrosos muslos sobre arroz jazmín al vapor para aprovechar todo ese delicioso glaseado. Para una comida completa, añade un poco de brócoli o pak choi salteado rápidamente. Para una opción con menos carbohidratos, pruébalo sobre arroz de coliflor o con una ensalada asiática crujiente.
Variaciones Sabrosas
Añade una cucharada de gochujang o sriracha al glaseado para darle un toque picante. Incluye un poco de jengibre rallado junto con el ajo para una variación con más chispa. Para un toque cítrico, agrega un chorrito de zumo de naranja o lima y un poco de ralladura al glaseado.
Consejos para conservar
Estos muslos de pollo se conservan bien en la nevera hasta 3 días. Recaliéntalos suavemente en una sartén para mantener algo de crujiente - el microondas funciona si tienes prisa pero ablandará el exterior. El pollo también se congela bien sin el glaseado; simplemente descongela y vuelve a dorar rápidamente en una sartén caliente, luego prepara una nueva tanda de glaseado.

He preparado estos muslos de pollo con ajo y salsa de soja para incontables cenas entre semana, preparaciones de comida los domingos, e incluso reuniones improvisadas con amigos. Hay algo en esa combinación de pollo crujiente y jugoso con el glaseado agridulce que satisface siempre. Es una de esas raras preparaciones que es suficientemente sencilla para noches ajetreadas pero lo bastante impresionante para invitados - y el hecho de que se haga en unos 20 minutos la hace absolutamente perfecta para esos días en que quieres algo delicioso sin pasar horas en la cocina.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar pechugas en lugar de muslos?
- Sí, aunque se cocinarán más rápido y pueden quedar menos jugosas. Aplánalas para un grosor uniforme y cocina durante unos 3-4 minutos por lado.
- → ¿Qué puedo usar en lugar de salsa de ostras?
- La salsa hoisin es una buena alternativa, aunque es más dulce. También puedes usar salsa de pescado con un poco más de miel o simplemente aumentar la cantidad de salsa de soja.
- → ¿Cómo sé si el pollo está bien cocido?
- Los muslos están listos cuando alcanzan una temperatura interna de 74°C (165°F) o cuando los jugos salen claros al pincharlos.
- → ¿Se puede hacer sin gluten?
- Usa tamari en lugar de salsa de soja y asegúrate de que la salsa de ostras sea sin gluten. La maicena ya es naturalmente libre de gluten.
- → ¿Qué acompañamientos quedan bien con este plato?
- Además del arroz, puedes probar con brócoli al vapor, bok choy o una ensalada simple de pepino.