
Mi sopa cremosa de brócoli con queso es un verdadero abrazo al alma. Cuando el aroma del brócoli fresco mezclado con queso derretido llena la cocina, a mi familia se le hace agua la boca. Este plato se ha convertido en nuestro favorito con el paso de los años. La mezcla de verduras tiernas y queso sabroso simplemente te hace feliz.
Lo que hace única esta sopa
En mi casa preparo esta sopa al menos una vez por semana. La combinación del brócoli crujiente y el queso cremoso no tiene rival. Ya sea como opción ligera o como comida completa, siempre sale bien y encanta a todos los que la prueban.
Mis ingredientes preferidos
Para mi sopa uso solo ingredientes escogidos. El brócoli debe estar fresco y firme, ya sea del mercado o congelado. Siempre rallo el queso en el momento, cuanto más intenso mejor. Las zanahorias aportan un dulzor natural. Las cebollas y el ajo forman la base aromática. Con buena mantequilla y nata fresca, la sopa queda deliciosamente cremosa.
Cómo conseguir una sopa perfecta
Mi preparación empieza con la base de harina tostada. Derrito la mantequilla y añado cebolla y ajo. Doro la harina para lograr el espesante perfecto. Vierto el caldo poco a poco para evitar grumos. Cuando todo está cremoso, añado el brócoli y las zanahorias. Al final, el queso derretido hace la sopa irresistible.
Mis variaciones favoritas
En mi cocina me gusta experimentar. A veces esparzo picatostes crujientes que tuesto con ajo y hierbas. Para los hombres de la casa, suelo añadir trocitos de tocino frito. En días de antojo de patatas, incorporo una pequeña patata en cubitos, lo que hace la sopa aún más espesa.
La textura ideal
La textura es fundamental. Tras muchos años, sé exactamente cómo nos gusta de cremosa la sopa. A veces la hago más espesa, tanto que la cuchara casi se mantiene de pie. En días livianos, uso más caldo. Lo bueno es que cada uno puede adaptarla a su gusto.

Lo que sirvo como acompañamiento
Con mi sopa siempre hay pan fresco. Mi favorito es la baguette de ajo casera, todavía caliente y crujiente. Los niños la mojan en la sopa hasta que no queda ni gota. Un trozo de pan de centeno también va genial con ella.
Sabrosa y saludable
El brócoli es un superalimento. Lleno de vitaminas y nutrientes, no solo llena sino que también da energía. Combinado con el calcio del queso, la sopa es una comida completa y sana que además está buenísima.
Mis trucos con el queso
A veces mezclo diferentes tipos de queso. Un poco de gouda para la cremosidad, algo de parmesano para el sabor. En días atrevidos, añado una pizca de queso azul que hace la sopa súper interesante.
Congelado y fresco juntos
En días ajetreados, recurro al brócoli congelado. Ya está precocinado y puede ir directo a la sopa. Lo importante es no cocinarlo mucho para que no se deshaga. Un breve baño en la sopa caliente es suficiente.
Extra cremosa y rica
Mi secreto para una cremosidad especial: bato la mitad de la sopa y dejo el resto en trocitos. Así tienes lo mejor de ambos mundos, la textura aterciopelada y algo para masticar. La mezcla perfecta entre sopa y guiso.
Popular entre los peques
Mis hijos han adorado esta sopa desde pequeños. El dulzor de las zanahorias y el sabor del queso la convierten en favorita infantil. Para los más pequeñitos, trituro todo bien y así no hay discusiones sobre los trozos de verdura.
Brócoli en reserva
En temporada alta compro más brócoli. Tras escaldarlo rápidamente, lo congelo en porciones. Así siempre tengo brócoli fresco para mi sopa. En el congelador dura meses y está listo para usar cuando quiera.

Aprovechar las sobras
La sopa sabe casi mejor al día siguiente. Todos los sabores se han mezclado bien. Al recalentarla, añado un chorrito de leche para que quede cremosa otra vez. Perfecta para días ocupados.
De sopa a gratinado
Una gran idea para las sobras: pon la sopa en una fuente de horno, espolvorea queso fresco por encima y métela al horno. En 15 minutos tienes un plato completamente nuevo. La costra dorada de queso es adictiva.
Sazonar con intuición
En mi cajón de especias hay muchos tesoros para la sopa. Un toque de pimentón ahumado da un sabor genial. A veces experimento con comino o una pizca de canela. Cada especia cuenta su propia historia.
Sin productos animales
Para mis amigos veganos, hago la sopa con aceite de oliva en lugar de mantequilla. La levadura nutricional da un toque a queso y la crema de avena la hace cremosa. Nadie echa de menos el queso real, la sopa sabe diferente pero igual de rica.
Mis ayudantes de cocina
Mi batidora de mano vale oro para esta sopa. La hace cremosa en segundos. Cuidado con la sopa caliente, siempre hay que empezar despacio o salpicará hasta el techo. Me pasó varias veces al principio.
Una comida completa
Esta sopa suele ser nuestro plato principal. Llena de verdad y da energía. Con una ensalada crujiente y pan fresco no hace falta más. Una comida total que te hace feliz.

Mantener la frescura
Guardo el brócoli fresco en la nevera envuelto en un paño húmedo. Así se mantiene crujiente. El congelado lo dejo en su envase original donde está mejor protegido. La calidad es importante para mí porque define el sabor.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar brócoli fresco?
- Sí, también puedes usar brócoli fresco. Solo tardará un poco más en cocinarse hasta que esté tierno.
- → ¿Qué tipo de queso cheddar es el mejor?
- Un cheddar maduro da más sabor a la sopa. Asegúrate de que sea un queso que se derrita bien.
- → ¿La sopa se puede preparar con antelación?
- Claro, puedes guardarla 2 o 3 días en la nevera. Caliéntala suavemente y añade un poco de leche si espesa mucho.
- → ¿Qué hago si la sopa queda espesa?
- Solo mezcla caldo caliente o leche poco a poco hasta que tenga la textura deseada.
- → ¿Puedo usar otro tipo de queso?
- Sí, Gouda o incluso mezclas de quesos también funcionan. Lo importante es que se derrita al calentarse.