
El verano pasado me animé a probar estos cupcakes de chocolate amargo con moras porque tenía un montón de moras frescas del mercado. El sabor profundo del chocolate con el toque ácido y vibrante de las moras da unos cupcakes que parecen de pastelería cara, pero son muy fáciles. Siempre los hago cuando quiero quedar bien sin complicarme la vida.
La vecina llegó justo cuando los cupcakes todavía estaban enfriándose y el aroma fue suficiente para que se quedara a tomar café. Probó uno y enseguida quiso saber cómo los preparé, me dijo que nunca había probado algo igual. Muchas veces lo más simple es lo que más sorprende.
Ingredientes Simples
- Cacao puro en polvo - El truco para ese sabor de chocolate intenso
- Moras frescas - El ácido de la fruta corta el dulzor increíblemente bien
- Azúcar moreno - Da sabor y una humedad especial que el azúcar blanca no logra
- Café caliente - Hace que el chocolate resalte sin que el sabor a café domine
- Buttermilk (suero de leche) - Consíguelo en tiendas grandes o usa leche con un chorrito de limón (así lo hacemos en España y México) para que quede jugoso y con un toque ácido buenísimo

Creación de Cupcakes
- Toques Finales
- Uso una manga pastelera con boquilla grande de estrella para poner el betún y que queden súper bonitos, pero con un cuchillo va genial también. Poner una mora encima le da ese look especial y deja claro el ingrediente secreto. A veces le echo una ramita de menta o un poco de cacao espolvoreado para darle un plus. El color morado del betún sobre el chocolate casi negro resalta un montón.
- Consistencia del Betún
- El puré de mora le da sabor y humedad al betún, así que la nata líquida la añado despacio, solo la que haga falta para que se pueda untar bien o usar en manga. Para que el betún quede cremoso, asegúrate de que la mantequilla esté bien blanda (no fría), al menos una hora fuera del refri. Bate primero solo la mantequilla hasta que se vea esponjosa, luego agrega lo demás. El color que sale de las moras es tan bonito que ni te hace falta colorante.
- Temperatura de los Ingredientes
- Ten los huevos y el buttermilk a temperatura ambiente para que la masa quede suave y suba bien. Sácalos unos 30 minutos antes de iniciar. El café recién hecho (caliente) es clave porque activa el cacao y así el chocolate sabe más fuerte. Yo hago café justo antes de mezclar o caliento agua si no tengo. La mezcla caliente y fría ayuda a que el cupcake quede con la textura ideal.
- Bater la Masa
- Cuando mezclo el líquido y los polvos, solo los junto, no bato de más porque si no se ponen duros. El café caliente lo agrego al final de a poco moviendo suave para que el huevo no se cueza. La masa queda más líquida de lo que esperas, ¡así debe ser! Por eso salen tan húmedos.
- Preparar las Moras
- Para la masa, machaco algunas moras con un tenedor, sin que queden súper molidas, así hay pedacitos de fruta en cada bocado. Para el betún, hago puré y lo paso por un colador fino para quitar semillas y quede suave. Si no cuelas el puré, las semillas molestan en el betún bien cremoso.
- Horneado
- Rellena los moldes apenas a 3/4 para que no se desborden. No suben tanto como otros, pero eso viene increíble para el betún encima. Empieza a revisar a los 18 minutos pinchando con un palillo, debe salir con migas húmedas, no líquido. Déjalos enfriar 10 minutos en el molde antes de pasarlos a la rejilla, así no se rompen calientes.
Mi hija, que normalmente solo quiere dulces del súper, dijo que estos cupcakes sí eran “de Instagram” y me pidió hacerlos para su venta escolar. Si un adolescente prefiere lo tuyo casero antes que lo industrial, es que diste en el clavo.
Acompañamientos Perfectos
Con un vaso de leche fría quedan geniales, el clásico. Para reuniones, van de maravilla con café o infusiones. Si quieres más presentación, pon más moras frescas al lado o una bola de helado de vainilla. Mi pareja los prefiere por la noche con una copa de vino tinto; el sabor de las moras y el vino hacen súper pareja.
Variaciones Creativas
Prueba con frambuesas o mézclalas con las moras para otro toque. Si quieres más sabor a chocolate, pon una cucharadita de café soluble junto con el cacao. Para un postre más adulto, pon una cucharada de licor de mora en el betún. Un día puse canela en la masa de chocolate y quedó calientito y sabroso, súper bien con la fruta.

He hecho estos cupcakes de chocolate oscuro y moras para todo tipo de ocasiones, desde postres sencillos en casa hasta cenas más formales, y siempre se acaban. La combinación de chocolate fuerte y fruta fresca es especial en el bizcocho y en el betún. Hasta mi hijo, que siempre pedía cosas con chispas de colores, ahora pide los “cupcakes morados” para su cumple. A veces las mejores combinaciones salen de unir lo inesperado y logras algo sencillo pero que se siente único y casero.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar moras congeladas en lugar de frescas?
- Sí, las moras congeladas funcionan bien. Descongélalas por completo y elimina el líquido sobrante antes de triturarlas para la masa. Para el glaseado, las moras pueden soltar más líquido, así que usa menos crema si es necesario para ajustar la consistencia.
- → ¿Por qué se añade café caliente a la masa?
- El café caliente realza el sabor del chocolate sin dar un gusto a café. También ayuda a activar el cacao, intensificando su sabor. Si prefieres no usar café, el agua caliente es una buena alternativa, aunque el sabor será menos profundo.
- → ¿Puedo prepararlos con anticipación?
- ¡Claro! Los cupcakes sin glasear se conservan hasta 2 días en un recipiente cerrado a temperatura ambiente o 3 meses en el congelador. El glaseado puede guardarse hasta 1 semana en la nevera. Decóralos el día que los sirvas para mantener su frescura.
- → ¿Cómo preparo puré de mora para el glaseado?
- Licúa moras frescas o congeladas hasta que queden lisas. Cuela usando un colador fino para quitar las semillas, presionando para sacar todo el jugo. Para esta receta, necesitarás alrededor de 1 taza de moras para obtener 1/4 de taza de puré sin semillas.
- → ¿Puedo reemplazar el suero de leche?
- Si no tienes suero de leche, mezcla 1/2 cucharada de vinagre blanco o jugo de limón con 1/2 taza de leche normal. Deja reposar 5-10 minutos hasta que espese un poco. También puedes usar yogur natural con un poco de leche para alcanzar una consistencia parecida.