
La frambuesa se encuentra con el chocolate blanco en estas galletas irresistiblemente suaves con una textura perfecta. La mezcla de chocolate blanco dulce y cremoso con el toque ácido y frutal de las frambuesas crea una experiencia de sabor que deja atrás a las galletas tradicionales de chocolate. La masa tierna con bordes crujientes esconde una deliciosa sorpresa: un centro de mermelada de frambuesa.
La primera vez que preparé estas galletas para mis amigas en nuestro club de lectura mensual, desaparecieron en cuestión de minutos. Lo que más impresionó a todas fue encontrar el centro de mermelada sorpresa junto con los trocitos crujientes de chocolate blanco.
Ingredientes clave
- Frambuesas liofilizadas: Dan un sabor intenso a frutos rojos sin añadir humedad, manteniendo la textura perfecta de la galleta
- Mantequilla sin sal: A temperatura ambiente fresca forma la base para la consistencia ideal de la masa y evita que las galletas se extiendan demasiado al hornear
- Azúcar moreno claro: Aporta profundidad como de caramelo y mantiene las galletas maravillosamente húmedas
- Azúcar blanco: Da el dulzor perfecto y ayuda a formar los bordes crujientes
- Extractos de vainilla y almendra: Complementan la fruta y el chocolate con notas de sabor sutiles
- Mermelada de frambuesa: Forma el sorprendente y jugoso centro de cada galleta
- Trozos de chocolate blanco: Se derriten parcialmente al hornear creando bolsillos cremosos en la masa

Técnica de preparación
- Preparación de la masa:
- Mezcla en un bol aparte la harina, polvo de hornear, bicarbonato y sal para repartir bien los agentes leudantes. En otro bol más grande, bate la mantequilla ligeramente blanda pero todavía fresca con ambos tipos de azúcar hasta conseguir una mezcla cremosa y esponjosa. No batas demasiado tiempo para evitar incorporar exceso de aire. Añade el huevo frío y los extractos, mezclando solo hasta integrar.
- Incorporación de ingredientes secos:
- Añade la mezcla de harina a la mezcla de mantequilla y revuelve con cuidado hasta que apenas se combine. No trabajes demasiado la masa para evitar galletas duras. Ahora incorpora las frambuesas liofilizadas y el chocolate blanco con una espátula de goma. Las frambuesas delicadas se romperán naturalmente y darán a la masa su bonito color rosa.
- Formado de galletas con relleno:
- Toma unos dos cucharadas de masa y aplástalas formando un disco grueso. Pon una cucharadita de mermelada de frambuesa en el centro y dobla la masa sobre ella, asegurándote de que la mermelada quede completamente encerrada. Forma una bola un poco más alta que ancha para evitar que se extienda demasiado en el horno.
- Enfriado y horneado:
- Enfría las bolas de masa formadas durante 30 minutos en la nevera para que la mantequilla se endurezca. Esto es crucial para la textura final. Hornea las galletas a 175°C durante 9-12 minutos. El momento perfecto para sacarlas es cuando los bordes empiezan a fijarse pero el centro todavía parece blando. Para una presentación más atractiva, presiona algunos trozos adicionales de chocolate blanco sobre las galletas aún calientes.
- Enfriamiento:
- Deja que las galletas se enfríen completamente en la bandeja. Al principio estarán muy blandas, pero se firmarán al enfriarse y desarrollarán su textura perfecta con interior suave y bordes ligeramente crujientes.
En mi familia, estas galletas se han convertido en las favoritas. Mi hija, que normalmente prefiere las galletas de chocolate, ahora siempre me pide estas "galletas rosas" y me ayuda entusiasmada a incorporar las frambuesas liofilizadas que tiñen la masa de ese bonito color.
Formas de servir
Estas galletas son muy versátiles para presentar. Sírvelas tibias cuando el chocolate blanco aún está un poco derretido para una experiencia de sabor extra lujosa. Para un postre elegante, córtalas por la mitad y coloca una bola de helado de vainilla para hacer un sándwich helado. En fiestas veraniegas, combinan perfectamente con un cuenco de frambuesas frescas y una limonada ligera con menta. Para una presentación festiva, colócalas en un soporte de varios niveles junto con otros pequeños dulces como macarons o mini magdalenas. Un vaso de leche fría o un espresso son los acompañantes perfectos para estas delicias dulces.
Variaciones creativas
La idea básica de estas galletas se puede variar maravillosamente. Prueba a usar mermelada de grosella negra o cereza como relleno alternativo para una nueva dimensión de sabor. Para los amantes del chocolate, parte del chocolate blanco puede sustituirse por trocitos de chocolate negro, lo que crea un interesante contraste con la frambuesa. Añade una cucharadita de pistachos molidos a la masa para darle un toque a frutos secos y un ligero color verdoso que contrasta con el rosa de las frambuesas. Una pizca de cardamomo o canela en la masa puede darle un toque invernal. Para ocasiones especiales, las galletas terminadas pueden decorarse con un fino glaseado de chocolate blanco y trocitos de frambuesa liofilizada.

Conservación y frescura
Estas galletas mantienen su maravillosa textura durante unos 3-4 días si se guardan correctamente. Consérvalas en un recipiente hermético a temperatura ambiente, poniendo papel de hornear entre las capas para evitar que se peguen. Para una conservación más larga, puedes congelar la masa cruda ya formada en bolas. Coloca las bolas de masa en una bandeja y congélalas individualmente antes de pasarlas a una bolsa de congelación. Así puedes hornear algunas galletas frescas en cualquier momento. Aumenta el tiempo de horneado para la masa congelada unos 2 minutos. Las galletas ya horneadas también pueden congelarse, aunque pierden algo de su textura perfecta al descongelarse.
Cuando pienso en estas galletas, recuerdo la sorpresa en las caras de mi familia al morder por primera vez el relleno de mermelada. Esa pequeña dosis extra de fruta en medio de la masa suave y el chocolate blanco derretido hace que estas galletas sean realmente especiales. Me encanta cómo las frambuesas liofilizadas no solo aportan sabor sino también un delicado veteado rosa que hace único cada bocado. Aunque requieren un poco más de esfuerzo que las galletas normales, el resultado vale totalmente la pena.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar frambuesas frescas en lugar de liofilizadas?
- Es mejor evitar frambuesas frescas o congeladas, ya que aportan demasiada humedad y cambian la textura de las galletas. Las liofilizadas ofrecen un sabor intenso sin humedad extra.
- → ¿Por qué la mantequilla debe estar ligeramente blanda?
- La mantequilla solo debe estar un poco blanda pero aún fría, para evitar que las galletas se expandan demasiado al hornearse. Si está demasiado derretida, las galletas quedarán planas.
- → ¿Es necesario enfriar la masa antes de hornear?
- Sí, enfriar la masa ayuda a que las galletas mantengan su forma y no se extiendan demasiado. Saltar este paso dará como resultado galletas más planas y anchas.
- → ¿Por qué se recomienda usar levadura en polvo sin aluminio?
- La levadura con aluminio puede reaccionar con las frambuesas y dar un tono azulado a las galletas. Aunque el riesgo es menor con frambuesas liofilizadas, es mejor optar por una levadura sin aluminio.
- → ¿Cómo puedo conservar las galletas?
- Guarda las galletas en un recipiente hermético a temperatura ambiente, donde se mantendrán frescas hasta por 4 días. También puedes congelar la masa y hornear cuando lo necesites, para galletas recién hechas.