
Estas galletas de mango se han convertido en mi obsesión de verano. Me topé con esta receta el año pasado cuando tenía un par de mangos perfectamente maduros que debía usar rápido. La mezcla de la galleta mantecosa y suave con trozos jugosos y dulces de mango crea algo verdaderamente único. Lo que más me encanta es cómo la fruta se hornea formando pequeños bolsillos de sol tropical en cada galleta.
El mes pasado, las llevé a una comida compartida y la gente no podía creer que estaban comiendo mango en una galleta. Tres amigos diferentes me enviaron mensajes al día siguiente pidiendo la receta, y el hijo de 8 años de mi vecino las declaró "las mejores galletas del mundo" - ¡todo un halago de un niño que normalmente solo come galletas con chispas de chocolate!
Ingredientes Esenciales
- Mangos frescos: Los mangos maduros pero aún firmes funcionan mejor ya que mantienen su forma durante el horneado. Los mangos Ataulfo (amarillos) son mis favoritos por su sabor dulce y textura menos fibrosa.
- Mantequilla: Asegúrate de que esté bien ablandada a temperatura ambiente para mezclarla adecuadamente con el azúcar. Esto crea la textura tierna que hace estas galletas tan especiales.
- Ambos azúcares: La combinación de azúcar blanca y morena es crucial - blanca para dulzura y morena para ese toque de sabor a melaza y humedad.
- Extracto de vainilla: Usa vainilla auténtica para el mejor sabor, especialmente en el glaseado donde realmente brilla.
- Leche: Esto agrega humedad a la masa, creando esa textura suave y similar a un pastelito.

Magia de Galletas
- Logra la consistencia perfecta de la mantequilla
- La mantequilla debe estar lo suficientemente blanda para que tu dedo deje una marca al presionarla, pero no tan blanda que esté derretida o grasienta. Esto asegura una mezcla adecuada con el azúcar.
- Bate a fondo
- No apresures el paso de batido - esos 2-3 minutos completos de batido crean bolsas de aire que dan a las galletas su estructura tierna.
- Delicadeza con los mangos
- Al incorporar los trozos de mango, hazlo con suavidad para evitar aplastarlos. Quieres trozos definidos de fruta, no puré de mango en toda tu masa.
- No omitas el enfriamiento
- Esa media hora en la nevera es crucial - endurece la masa, evita que se extienda demasiado y permite que los sabores se mezclen. Intenté saltarme este paso una vez y me arrepentí cuando mis galletas se extendieron demasiado.
- Espaciado adecuado
- Estas galletas necesitan espacio en la bandeja de hornear ya que se expanden un poco durante el horneado. Los tres centímetros entre cada galleta no son solo una sugerencia - evita que se peguen entre sí.
- La prueba del dedo
- La prueba de rebote mencionada en el paso 8 es la mejor manera de saber que estas galletas están listas. No se dorarán mucho, así que no te guíes por el color.
Creé esta receta durante una temporada particularmente abundante de mangos cuando mi mercado local los tenía en oferta. Después de hacer mis habituales batidos y salsas de mango, quería algo diferente. Estas galletas nacieron experimentando con mi base favorita de galletas de vainilla, y desde entonces se han convertido en un postre característico que amigos y familiares me piden regularmente. Incluso mi suegra, que dice no gustarle los "postres afrutados", ¡se comió tres de una sentada!
Ideas para servir
Sirve estas galletas ligeramente tibias con una bola de helado de vainilla para un postre especial. Combinan maravillosamente con té o café de la tarde para un capricho especial. Para el brunch, colócalas en una bandeja con rodajas frescas de mango y bayas para una presentación colorida.
Variaciones Sabrosas
Añade 1/2 taza de chips de chocolate blanco a la masa para un dulzor extra que complementa el mango de maravilla. Prueba reemplazando la mitad del extracto de vainilla con extracto de coco para un toque tropical. Para un toque de especias, añade 1/2 cucharadita de cardamomo o jengibre a la masa - ambos combinan estupendamente con el mango.
Consejos de Conservación
Estas galletas se mantienen frescas a temperatura ambiente durante unos 2 días en un recipiente hermético. Para conservarlas más tiempo, refrigéralas hasta una semana - solo déjalas alcanzar temperatura ambiente antes de servirlas para obtener la mejor textura. La masa también puede congelarse en porciones hasta 3 meses, así puedes hornear galletas frescas cuando te apetezca.

He preparado estas galletas de mango para reuniones de verano, fiestas de temática tropical, y simplemente porque necesito un sabor a sol en días grises. Hay algo en el sabor brillante del mango en una galleta tierna y dulce que instantáneamente pone una sonrisa en las caras de la gente. El hecho de que sean tan fáciles de preparar pero tan únicas las convierte en mi opción preferida cuando quiero llevar algo especial que nadie más duplicará!
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar mango enlatado en lugar de fresco?
- Sí, pero asegúrate de escurrirlo muy bien y secarlo con toallas de papel para eliminar el exceso de líquido. Con fresco o congelado queda mejor la textura y el sabor.
- → ¿Por qué es importante enfriar la masa?
- La refrigeración endurece la mantequilla y permite que la harina se hidrate bien. Esto evita que se expandan demasiado y mejora la textura. Además, ayuda a que los trozos de mango se mantengan en su lugar al hornear.
- → ¿Se pueden preparar estas galletas con anticipación?
- La masa se puede hacer hasta con 2 días de antelación y guardarse en el refrigerador. También puedes congelar las galletas horneadas (sin glasear) hasta por 3 meses.
- → ¿Por qué mis galletas se expanden demasiado?
- Esto puede deberse a que no enfriaste la masa lo suficiente, la mantequilla estaba demasiado blanda o el mango tenía demasiado líquido. Intenta refrigerar las galletas ya formadas durante 15 minutos antes de hornearlas.
- → ¿Puedo agregar otros sabores a estas galletas?
- ¡Por supuesto! Prueba añadir 1/2 cucharadita de cardamomo o jengibre, un poco de ralladura de lima o incluso chispas de chocolate blanco para variar los sabores.