
Hacer estas galletas con mermelada y mantequilla siempre me recuerda las tardes horneando con mi abuela. En cuanto empiezo, la casa entera se llena de olor a vainilla y mantequilla. Meter el dedo en la masa suave y luego ponerle un poquito de mermelada llena de color es uno de los placeres más divertidos para mí.
Motivo por el que siempre vuelan estas galletas en casa
Cada vez que las preparo, nunca quedan ni las migas. La textura mantequillosa y el corazón dulce hacen que nadie pueda dejar de comerlas. Literal, mi familia anda rondando desde que salen del horno esperando atraparlas tibias.
Todo lo necesario para arrancar
- Harina: Usa 2 tazas de harina común, no te compliques más.
- Mantequilla: 1 taza, ni fría ni demasiado blanda. Da igual que sea de marca, pero compra una buena.
- Sal: Solo una pizca, como 1/4 de cucharadita, para realzar todo.
- Azúcar glas: 1/2 taza, les pone esa textura que se deshace apenas la muerdes.
- Extracto de vainilla: 1 cucharadita, el secreto para que huelan a hogar.
- Extracto de almendra: Media cucharadita, con eso basta para darle ese toque.
- Mermelada: Unos 100 gramos de la que más te guste, mientras sea espesa y fruta real, vale cualquiera.
Vamos a hornear en compañía
- Hora de enfriar la masa
- Ya cuando tengas la masa, métela al refri y olvídate un rato de ella. Así será más fácil trabajarla después.
- Dales forma con cariño
- Coge pequeñas porciones, haz bolitas y hunde tu pulgar en el centro. Es igualito a jugar con plastilina y a los niños les encanta.
- Pon el relleno
- Rellena cada huequito con tu mermelada favorita. A mí me chifla de frambuesa pero cualquiera le va genial.
- Monta la base
- Saca la batidora y mezcla bien el azúcar con la mantequilla. Dale tres minutos o hasta que la veas clarita y aireada.
- Mete la magia
- Ahora van las esencias y la sal. Aquí ya huele tan rico que no te vas a aguantar la tentación.
- Llévalas al horno
- Mete la bandeja y mira cómo se transforman. El aroma te va a avisar que falta poquito.

Mis trucos favoritos
Llevo muchísimos intentos y te paso mis mejores consejos. Que la mantequilla esté blandita pero que no se deshaga. Usa varias mermeladas, es lo más divertido. Y nunca las guardes hasta que estén completamente frías.
Ponles tu toque personal
Quizá un día te apetezca probar con mermelada de fresa o esa de zarzamora que tienes guardada. O les espolvoreas un poco de azúcar glas por encima. Hasta les puedes poner ralladura de naranja en la masa. Cada vez serán únicas.
Guárdalas bien
Duran cerca de cinco días perfectas dentro de un recipiente que cierre bien. Yo las dejo siempre en la encimera, aunque también se conservan genial en la nevera. Si quieres adelantarte, se congelan de maravilla. Luego solo déjalas descongelar despacito y quedan como recién hechas.
Logrando la forma ideal
Para que salgan bien bonitas, el secreto es esperar el tiempo justo. La masa debe estar firme pero fácil de manejar. Haz el huequito profundo, pero no tan ancho. Así la mermelada no se irá de viaje y quedan espectaculares.

Elige bien la mermelada
Siempre prefiero una mermelada de fruta bien espesita, nada de esas que se escurren como agua. Así aguantan su forma y cada mordida sabe a fruta de verdad. Además el centro queda como una joya brillante.
La magia de hornear en fiestas
En Navidad o fiestas, estas galletas triunfan. Me gusta servirlas en el plato más bonito y siempre se terminan en reuniones familiares. Su colorido destaca en cualquier mesa de dulces.
Opción para todos
Tengo amigos que no pueden con el gluten, así que uso mezcla especial de harina sin gluten (la compro en el súper). Quedan igual de ricas y todos pueden comerlas tranquilos. Revisa también que los demás ingredientes sean certificados sin gluten.
Combinan perfecto
Para mí nada mejor que estas galletas con un café o té después de comer. Me suele gustar servirlas fresquitas porque la mermelada sabe aún más fresca. Son ideales para tardes con amigos o club de lectura.

Horneando con peques
El rato más divertido es cuando los niños ayudan. Les encanta rodar las bolitas de masa y hundir sus dedos. Sí, hay caos asegurado pero es pura felicidad compartida.
Deja lista la masa para otro día
Suelo preparar bolitas demás y las dejo en el congelador. Así cuando antoja basta con sacarlas, dejar que se relajen un poco, rellenar y al horno. Galletas frescas cuando quieras.
Agrega un toque especial
Si te animas, puedes echarles chocolate blanco derretido por encima cuando enfríen o un poco de azúcar brillante. Les da un aire festivo y quedan perfectas para cumpleaños u ocasiones especiales.
Comparte el cariño
Regalar estas galletas siempre es un acierto. Me encanta meterlas en frascos o cajas bonitas, con un lazo. Seguro que quien las recibe lo agradece, porque saben a dedicación y amor casero.

Cambiando según la época
Suelo escoger la mermelada según la temporada, fresa cuando es primavera, arándano en verano, higo para el otoño y naranja con arándano en invierno. Así la cocina siempre tiene algo nuevo.
El truco de la masa fría
Hay que esperar a que la masa esté bien fría, no hay que acelerar ese paso. Así las galletas aguantan la forma y el sabor mantequilloso se intensifica. Vale la pena tener paciencia.
Para variar los sabores
Alguna vez mezclo diferentes esencias según la mermelada, como esencia de naranja con mermelada de albaricoque o limón con frambuesa. Puedes jugar y siempre descubrirás una combinación favorita.
Un clásico para guardar
Estas galletas ya son tradición en mi cocina. Solo necesitas ingredientes sencillos, prepararlas con ganas y mucho cariño. Son más que dulces, son recuerdos que haces cada vez.

Preguntas Frecuentes
- → ¿Qué tipo de mermelada usar?
Elige conservas de frutas gruesas, no mermeladas líquidas. Usa calidad alta porque afecta mucho el sabor final.
- → ¿Por qué no se doran mucho?
Estas galletas suelen quedar claras como las de mantequilla. Si quieres más color, súbelas a una posición más alta en el horno o hornea unos minutos más.
- → ¿Es obligatorio el extracto de almendra?
No, puedes reemplazarlo por más vainilla, usando en total 2 cucharaditas de extracto de vainilla.
- → ¿Cuánto duran frescas?
Guárdalas en un recipiente hermético a temperatura ambiente por varios días. Asegúrate de enfriarlas bien antes de añadirles azúcar.
- → ¿Por qué enfriar la masa?
Enfriar evita que las galletas se expandan demasiado y facilita trabajar con la masa. Es clave para buenos resultados.
Conclusión
Estas galletas clásicas combinan una textura suave y mantequillosa con mermelada dulce. Son súper fáciles, no llevan huevo, y quedan siempre perfectas.