
El invierno pasado tropecé con esta receta de panecillos de masa madre con hierbas y queso mientras buscaba formas creativas de usar mi descarte de masa madre. La mezcla del sabor ácido de la masa madre con hierbas y queso derretido crea unos rollos increíbles que parecen salidos de una panadería artesanal. Se han convertido en mi opción favorita cuando quiero transformar una simple cena de sopa o guiso en algo especial.
Mi vecina pasó por casa justo cuando sacaba estos panecillos del horno, y solo el aroma la convenció de quedarse a tomar café. Después del primer bocado, me pidió inmediatamente la receta de mi masa madre junto con esta. A veces las recetas más sencillas crean las impresiones más memorables.
Ingredientes Básicos
- Masa madre - Funciona de maravilla tanto con el descarte como con masa activa
- Hierbas frescas - Las hierbas secas impregnan todo el sabor en los panecillos
- Buen queso - Usa queso de calidad para conseguir mejor sabor y textura al derretirse
- Ingredientes básicos de despensa - No necesitas nada fancy más allá de tu masa madre
- Ajo en polvo opcional - Añade un toque sabroso que complementa perfectamente las hierbas

Preparación Exquisita
- Desarrollo de la masa
- La masa debe quedar suave y ligeramente pegajosa pero no adherente. He descubierto que añadir la harina poco a poco me da mejor control sobre la textura final. No apresures el amasado - esos 8 minutos completos desarrollan la estructura del gluten que crea la textura masticable perfecta. La primera vez que los hice, amasé poco y me quedaron panecillos más densos. Ahora amaso hasta que la masa pasa la 'prueba del velo' - cuando puedes estirar un trozo pequeño lo suficiente para ver la luz a través sin que se rompa.
- Período de reposo
- Esas 4-6 horas de reposo es donde ocurre la magia - la fermentación de la masa madre crea tanto sabor como textura. A menudo hago la masa por la mañana y formo los panecillos por la tarde para la cena, o la mezclo por la noche y la dejo reposar en la nevera para hornear al día siguiente. La fermentación lenta no solo mejora la digestibilidad sino que desarrolla ese distintivo sabor ácido que hace especiales estos panecillos. En clima cálido, la masa puede estar lista antes; en condiciones más frías, podría necesitar las 6 horas completas o más.
- Armado del relleno
- La mantequilla ablandada en el relleno ayuda a que todo se pegue y añade riqueza. Mezclo el queso y las hierbas con la mantequilla antes de untar, lo que asegura una distribución uniforme en los panecillos. Al estirar la masa en un rectángulo, intento hacerlo de unos 35×25 cm - esto crea el grosor perfecto para la proporción de relleno y masa. Si es demasiado delgada, el relleno se sale; si es demasiado gruesa, pierdes el hermoso efecto espiral.
- Técnica de enrollado
- Enrollar la masa firmemente es clave para espirales bien definidos. Comienzo desde el borde largo y uso las puntas de mis dedos para mantener el rollo compacto mientras avanzo. Para los cortes más limpios, uso hilo dental sin sabor: lo deslizo debajo del rollo, cruzo los extremos por arriba, y tiro para cortar limpiamente. Un cuchillo afilado también funciona, pero a veces comprime ligeramente los rollos. Hacer los cortes uniformes asegura un horneado consistente - a menudo marco el rollo antes de cortar como guía.
- Reposo final
- No apresures este segundo reposo - es lo que da a los panecillos su textura esponjosa. Deberían verse notablemente más hinchados pero no del todo duplicados en tamaño. En mi cocina más fría, esto a veces toma las 2 horas completas, mientras que en verano podría ser solo una hora. Busco que los panecillos se toquen entre sí en la bandeja - esto crea esa textura clásica para separar con los dedos, con lados suaves y ayuda a que suban hacia arriba en lugar de hacia afuera.
- Estrategia de horneado
- El baño de huevo crea ese hermoso brillo dorado, y el queso extra por encima se vuelve maravillosamente crujiente. A veces cubro los panecillos con papel aluminio a mitad del horneado si se están dorando demasiado rápido. Los panecillos están listos cuando alcanzan una temperatura interna de unos 88°C, pero como la mayoría de los panaderos caseros no comprueban la temperatura del pan, busca un dorado uniforme en la parte superior. Dejarlos enfriar un poco antes de servir permite que la estructura se asiente, para que no se colapsen al separarlos.
Mi marido, que normalmente pasa del pan antes de la cena para guardar espacio para el plato principal, se comió tres de estos panecillos antes de que yo sirviera la sopa. Hay algo en esa combinación de masa madre ácida, hierbas aromáticas y queso derretido que los hace irresistibles incluso para aquellos que suelen mostrar moderación con las cestas de pan.
Combinaciones Ideales
Sirve estos panecillos junto a una sopa sustanciosa o un guiso para una comida completa. Para invitados, los coloco en una cesta forrada con una servilleta de tela para mantenerlos calientes. Son una excelente adición a una tabla de quesos, ofreciendo una opción más consistente junto a quesos y embutidos. A mis hijos les encantan como merienda después del cole, ligeramente calentados con un poco de mantequilla.
Variaciones Creativas
Prueba diferentes combinaciones de queso como gruyère y tomillo para un toque francés. Añade tomates secos o aceitunas finamente picados al relleno para un estilo mediterráneo. Para una versión de desayuno, usa canela, azúcar y pasas en lugar de los rellenos salados. El último Día de Acción de Gracias, experimenté añadiendo salvia y romero finamente picados a la masa misma en lugar de solo al relleno, lo que creó un panecillo aún más aromático que combinaba perfectamente con la comida.

He preparado estos panecillos de masa madre con hierbas y queso para todo tipo de ocasiones, desde cenas familiares informales hasta reuniones festivas, y nunca dejan de impresionar. Hay algo mágico en la forma en que esas espirales de hierbas y queso se asoman a través de la corteza dorada, prometiendo sabor en cada bocado. Mi hija ha comenzado a ayudarme a hacerlos, esparciendo cuidadosamente el queso y las hierbas sobre la masa, creando recuerdos culinarios que durarán mucho más que los propios panecillos. A veces las recetas más significativas son aquellas que transforman ingredientes simples, mediante tiempo y paciencia, en algo que reúne a las personas alrededor de la mesa.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo usar masa madre sobrante para estos panecillos?
- ¡Sí! Esta receta es perfecta para aprovechar masa madre sobrante. Tanto el starter activo como el sobrante funcionan bien, aunque el sobrante puede necesitar un tiempo de fermentación un poco mayor. Con cualquiera tendrás un sabor delicioso aunque diferente.
- → ¿Qué queso es mejor para estos panecillos?
- Puedes usar varios tipos de queso según el sabor que prefieras. El cheddar tiene un sabor fuerte, la mozzarella es perfecta para esa textura elástica, y el parmesano aporta un toque salado con notas de nuez. Mezclar cheddar y mozzarella con un poco de parmesano por encima es ideal.
- → ¿Puedo preparar estos panecillos la noche antes?
- Claro que sí. Puedes darle forma a los panecillos y colocarlos en un molde, cubrirlos bien y refrigerarlos durante la noche. Al día siguiente, sácalos del refrigerador, deja que alcancen temperatura ambiente y permiten que fermenten (1-2 horas) antes de hornear.
- → ¿Cómo sé si mi masa ha fermentado lo suficiente?
- La masa debe verse más hinchada y casi el doble de su tamaño inicial. Prueba con el método del dedo: presiona suavemente tu dedo en la masa hasta 1 cm. Si la hendidura se queda o regresa lentamente está lista. Si salta rápido, necesita más tiempo.
- → ¿Puedo congelar estos panecillos de masa madre?
- ¡Por supuesto! Deja que se enfríen completamente, envuélvelos individualmente en plástico y colócalos en una bolsa para congelar. Se conservan hasta 3 meses. Para recalentarlos, descongélalos a temperatura ambiente y caliéntalos en un horno a 175°C durante 5-10 minutos, o en el microondas por 30 segundos.