
Hoy mi casa huele delicioso a bizcocho recién hecho de suero de leche. Es una receta que aprendí de mi abuela hace muchos años y, desde entonces, la he ido haciendo más a mi manera. Mi toque especial es bañar el pastel aún caliente con nata fresca. Así queda increíblemente esponjoso y se mantiene así por días. Siempre alegra mis tardes con un trocito.
Mi truco para extra suavidad
Me encanta cómo la mezcla del suero de leche con mucha mantequilla deja este pastel jugosísimo. Probando y cambiando cosas, al final di con el punto exacto. Me gusta poner almendras por encima y luego ese baño de nata fría, le da un sabor único y personal que nadie olvida.
Esto uso siempre para mi favorito
- Sahne (Nata para montar): Bien fría, siempre la echo por encima cuando el pastel aún conserva el calor.
- Mandeln (Almendras): Las laminadas quedan crujientes en la superficie.
- Zucker (Azúcar): Uso azúcar normal y un poco de azúcar de vainilla, lo justo para endulzar.
- Backpulver (Polvo para hornear): Para que el bizcocho salga ligero basta con un sobrecito.
- Mehl (Harina): La común, siempre tengo un paquete en casa.
- Eier (Huevos): Prefiero los frescos del mercado o del vecino si hay suerte.
- Butter (Mantequilla): La saco antes del refri para que esté blandita.
- Buttermilch (Suero de leche): Si encuentro artesano del mercado local, aún mejor; queda super aireado.

Así nunca falla
- Truco de la base
- Empiezo batiendo azúcar y mantequilla hasta que se vea cremoso. Luego voy metiendo los huevos de uno en uno y después el suero de leche. Ya al final, con amor, agrego la harina y el polvo de hornear sin batir mucho.
- Hora de hornear
- Paso la mezcla al molde ya engrasado, echo las almendras arriba y horneo a 180 grados hasta que esté todo doradito.
- El secreto final
- Recién sale, aún calentito, echo la nata bien fría encima. No sabes lo jugoso que queda.
Por qué es único
Aprendí con los años que el orden importa: empiezo siempre con mantequilla y azúcar, después los huevos. La harina sólo la mezclo un poco porque si no se pone duro el pan. El tip más valioso es bañar con nata apenas sale del horno, eso nunca puede faltar.
Mil formas de hacerlo tuyo
Algunas veces cambio las almendras por coco rallado. Si pasa que hay canela en la casa, la echo con las almendras arriba, le da un giro sabroso. Cuando es temporada de frutas, unas moras o arándanos justo mezclados con la masa quedan geniales. Siempre sale algo diferente.
Siempre servido con cariño
En casa lo prefiero solo, con café a media tarde. Si vienen amigos, saco helado de vainilla y va genial al lado. Para fiestas, le espolvoreo azúcar glas y pongo frutas frescas, se ve super bonito.

Otros favoritos de mi cocina
Cuando quiero variar, hago un bizcocho de mantequilla sin levadura de panadero. También mi pastel de migas con nata al final les encanta a todos en casa. Pero este de suero de leche sigue siendo el consentido.
Tradición con toque nuevo
El pastel original es de mi abuela, sólo que lo he hecho a mi modo después. El toque de almendras y el baño de nata me recuerda mi infancia. Cambios como poner coco o un toque de canela son ideas mías, me gusta mezclar lo de antes con algo actual.
Perfecto para cualquier día
Me salva cuando llegan visitas sin avisar. Siempre tengo todo en la despensa, y en apenas una hora ya está listo servido. En fiestas familiares, desaparece de la mesa el primero. Es de esos que nunca te falla.
Así lo mantengo delicioso
En su caja se queda tierno por tres días gracias a la nata. Si quiero revivir un trozo, lo caliento rápido en el micro y la casa vuelve a oler como si acabara de hornearlo. Basta con segundos para recuperar esa textura suave.

Un mordisco de felicidad
Este pastel de suero de leche siempre me levanta el ánimo. Es tan suave, con las almendras crujientes y ese toque cremoso por arriba, que es imposible decirle que no. Lo puedes hacer si nunca horneaste o si ya eres todo un experto, va a gustar igual. Es como compartir un poco de alegría.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Por qué usar calor arriba/abajo en vez de aire caliente?
El azúcar carameliza mejor con calor arriba/abajo. Aunque el resultado con aire caliente es diferente, también se puede usar.
- → ¿Cuánto tiempo dura el pastel?
Al llevar nata fresca, dura de 1 a 2 días en la nevera. Mantenlo cubierto para mejor conservación.
- → ¿Por qué hacer agujeros en el pastel?
Los agujeros permiten que la nata se absorba mejor, haciendo que el pastel quede aún más jugoso.
Conclusión
Un pastel buttermilch con almendras doradas y nata por encima, perfecto para preparar en bandeja.