
La idea para este caldo saludable nació durante un invierno en el que la gripe no daba tregua y buscaba algo que realmente me reconfortara. Lleno de ingredientes que refuerzan las defensas como el ajo, cúrcuma fresca y mucho jengibre, se volvió mi solución favorita cuando me siento flojo. Las lentejas rojas se deshacen dejando la sopa muy cremosa, y los vegetales de colores le dan sabor y ese toque que ayuda a cada cucharada.
El invierno pasado terminé preparando esta sopa casi todos los domingos. Mi vecina mayor pilló una gripe tremenda, así que le llevaba unos tuppers y me decía que el combo de jengibre con cúrcuma le hacía efecto enseguida.
Ingredientes más importantes:
- Jengibre fresco: Que esté durito y liso
- Cúrcuma: Si es fresca, mejor, aunque en polvo también sirve bien si es buena
- Lentejas rojas: Se deshacen y dejan la sopa súper espesita
- Base de verduras (zanahoria, apio, cebolla): Cuanto más fresco todo, más rico
- Ajo: Usa de sobra, que nunca es mucho
- Hojas verdes: Si son de color oscuro, le metes más nutrientes
Arrancando la base (15 minutos):
Pon aceite de oliva en la olla grande y prende fuego medio
Pica la cebolla, zanahorias y apio todo más o menos igual
Mete todo en la olla, echa un poco de sal y dales vuelta hasta que la cebolla esté suave
Pica ajo y jengibre, déjalos diez minutos reposando para activarlos
Echas todo a la olla junto con la cúrcuma y cocinas hasta que suelten aroma
Paso a paso para la sopa (10 minutos):
Echa el caldo de verduras
Agrega las lentejas rojas ya enjuagadas
Mete los nabos en trozos (puedes cambiar por papa si no hay)
Súbelo hasta que hierva flojito y luego bájalo a fuego lento
Tapa y deja que se haga con calma unos veinte minutos

El toque final (5 minutos):
Pon al final las hojas verdes troceadas
Exprime un limón fresco
Ajusta con sal y pimienta
Solo espera a que las hojas se ablanden
Pruébalo y si quieres, pon algo más de sazón
Mi abuela decía que un buen caldo era como medicina. Si tenías la garganta mal, le ponía un extra de jengibre y decía que era su truco para el invierno.
Extras para más nutrición:
Pon unos shiitakes frescos para apoyar las defensas
Echa un trozo gordo de jengibre solo para darle el sorbo
Al final, añade hierbas frescas de las que tengas
Termina con un chorrito bueno de aceite de oliva al servir
Tips útiles del chef:
Pica todo más o menos del mismo tamaño para que se cocine junto
No pongas sal hasta que las lentejas se hayan ablandado
Aprovecha y compra ingredientes extra cuando empieza el frío
Haz el doble y congela — aguanta genial
Preparar esta sopa es como arroparse con una manta suavecita. Los domingos fríos en casa ya son tradición, y el aroma calentito es pura promesa de mimos y salud.
En la nevera dura fresca cinco días, así que tienes solución lista cuando la necesites. Antes de guardarla, déjala enfriar del todo y pásala a tus taper. Como las lentejas siguen espesando, al recalentar si necesitas solo agrégale un poquito de caldo o agua.
Tips rápidos para guardar:
Congela hasta tres meses en un táper que cierre muy bien
Para descongelar, déjala en la nevera una noche
Recalienta despacio en cazuela, removiendo de vez en cuando
Pon hierbas frescas solo justo al recalentarla

Ideas para acompañar:
Pide a gritos un buen pan de masa madre para mojar. Si me noto de bajón, pongo unas rodajas de jengibre fresco y las dejo ahí un rato. A veces combino con arroz integral o quinoa para que alimente más.
Cosas que cambio a veces:
Leche de coco para que quede cremosa
Batata si no hay nabos
Curry en polvo cuando quiero más calorcito
Tomates asados de lata para dar fondo
Últimos consejos del chef:
Dale picante cuando tengas congestión poniendo cayena
Tuesta las especias antes de echar el caldo
Si puedes, prepara caldo casero
Deja que el ajo y el jengibre descansen un rato picados
Después de mucho tiempo haciéndola, te das cuenta de que el cariño también cura. Cortar verduras y remover la olla cuando te encuentras flojo es terapia pura. Cada plato abraza como si te arroparas desde adentro.
Recuerdos sencillos:
El campo me enseñó a valorar lo sencillo de la comida buena. El caldo en el fuego me recuerda a la olla de mi abuela, llena de verdura de temporada. Mirando atrás, esos caldos no solo curaban - nos reunían siempre en la mesa con su calorcito.
Consejillos de cocina:
Guarda peladuras y restos de verdura en el congelador y haz tu propio caldo
Si quieres potenciar defensas, añade raíz de astrágalo
Prueba una cucharadita de miso al final para cuidar la flora intestinal
Esto lo aprendí de una vecina mayor que nos traía su versión siempre que alguien caía enfermo. Su secreto era meter una cabeza entera de ajo asado y dejar que se fundiera en el caldo.

Toques extra que sanan:
Mete la cúrcuma fresca justo antes de servir, o pon láminas de jengibre en el bol. Para darle más minerales, cocina con un trozo de alga kombu y sácalo antes de comer.
Últimos consejos del chef:
Confía en tu intuición al sazonar
Dale tiempo a los ingredientes para que suelten todo lo bueno
No apures el hervor, la paciencia hace que salga todo el sabor
Ya sea para evitar caer malo o simplemente buscar consuelo, este caldo da salud y recuerda buenos momentos. Es increíble ver todo lo que puede hacer una simple olla: abriga el cuerpo y alegra el alma.
Preguntas Frecuentes
- → ¿Puedo congelarla?
- ¡Claro! Se conserva bien hasta 3 meses. Enfríala completamente antes de guardarla en recipientes herméticos.
- → ¿Cuánto dura en la nevera?
- Guárdala en un recipiente hermético hasta 5 días. Su sabor mejora al día siguiente.
- → ¿Puedo usar otros vegetales?
- Por supuesto, usa lo que tengas. Boniato, calabaza o nabos son buenas opciones.
- → ¿Es mejor la cúrcuma fresca que la seca?
- La cúrcuma fresca es buena, pero la seca es más práctica y funciona perfectamente en esta sopa.
- → ¿Por qué añadir limón al final?
- El limón potencia los sabores y ayuda a que tu cuerpo absorba el hierro de las lentejas y los vegetales verdes.