
Hoy quiero contarles lo que más me gusta preparar cuando empieza el frío. Una sopa de tomate que no tiene nada que ver con lo de siempre. El toque de hinojo caramelizado y ajo asado la hacen un abrazo cálido para el alma en esos días de otoño que parecen eternos.
Del fogón de la abuela
Cuando cocino esta sopa me acuerdo de las tardes tranquilas en la cocina de mi abuela. En casa siempre olía rico a calditos y guisos. Esos recuerdos me inspiran cada vez que me pongo a cocinar.
Un hallazgo inesperado
Estaba buscando cosas nuevas para preparar y me topé con un blog canadiense. Las fotos me conquistaron, así que con algunos cambios nació mi versión favorita.
Magia caramelizada
Lo mejor de esta sopa es el hinojo caramelizado lentamente. Su dulzura le da un sabor único y profundo que nunca deja de sorprenderme.
Un toque de ajo
El ajo se pone blandito y dorado en el horno, perdiendo esa fuerza y haciéndose bien suave. De verdad, le da un giro especial a la sopa.
Los básicos a la olla
- Ajo: 1 cabeza entera asada para potenciar el sabor
- Hinojo: 2 bulbos frescos del mercado
- Tomates: 800 g enlatados y jugosos
- Pasta de tomate: 2 cucharadas grandes para subir el sabor
- Caldo de verduras: 500 ml casero, mejor si es fresco
- Aceite de oliva: Siempre uso el bueno que tengo guardado
- Zumo de limón: Un chorrito recién exprimido para darle chispa
- Especias: Un toque de sal marina y pimienta negra
- Nata líquida para montar: Solo un poco para suavizar
- Verdes del hinojo: Las ramitas para darle color y frescura

El truco del ajo
Para el ajo tengo mi propio método. Corto la parte de arriba, le pongo bastante aceite de oliva y lo envuelvo en papel aluminio. Después de media hora en el horno, huele tan bien que llena toda la casa.
Amor al hinojo
Preparar el hinojo relaja un montón. Lo corto en tiras finitas y guardo los tallos verdes para el toque final. Quito el corazón para que todo se cocine parejito y agarre color dorado.
Esperar vale la pena
Caramelizar el hinojo toma su tiempo, pero créeme, lo vale. Lo cocino a fuego lento hasta que queda bien doradito. El olor es difícil de describir, simplemente delicioso.
El momento del ajo
Sacar el ajo asado del papel siempre me alegra. Está tan suave que sale solo de la piel. Lo machaco con el tenedor para liberar todo ese sabor.
Arranca la base
Ahora es cuando pasa todo. Añades los tomates y ese caldito rico y casero. Raspa el fondo con la cuchara de madera para aprovechar todo lo que se pegó y le da sabor a la sopa.
Relájate un rato
Aquí solo toca dejar la sopa a fuego bajo como 20 minutos. Todos los sabores se mezclan y queda más rica.

Textura cremosa
Con la batidora de mano la vuelvo bien suave, aunque a veces dejo trocitos para que tenga más cuerpo. Esto ya va a gusto de cada quien.
Toque final
Un chorrito de limón recién exprimido lo cambia todo. Resalta los sabores y con un poco más de sal y pimienta lo dejas en su punto.
El gran instante
La sopa queda genial en platos hondos. Un poco de nata y el verde del hinojo encima la hacen lucir lindísima.
Mis acompañantes
Esta sopa va perfecto con pan crujiente calentito o unos croûtons hechos en casa. En mi casa nunca faltan.
Para todos
Si quieres opción vegana, ponle nata de avena al final. La vuelve igual de cremosa y aún más sabrosa.
Clásico otoñal
Cuando el día está gris y triste, esta sopa me levanta el ánimo. Siento como me reconforta por dentro y siempre me saca una sonrisa.

Aprovecha el congelador
Si estoy con poco tiempo y tengo una porción guardada, soy la más feliz. Congelada, la sopa incluso toma más sabor.
Para familias
Hasta mis hijos, que normalmente no quieren hinojo, se la comen encantados. El dulzor del caramelo les gana siempre.
Cerca de casa
Cuando lo hago con hinojo del huerto familiar es lo más. Pero el del mercadito también está rico y así ayudo a los productores locales.
Un toque fresco
A veces le tiro un poco de albahaca fresca o perejil picado. No sólo decora, sino que le da un sabor distinto cada vez.
Dale tu estilo
Me gusta jugar con lo que tengo a mano. Si añades puerro o pimiento asado, el sabor cambia mucho, pero siempre sale bien.
Momentos especiales
La sirvo de entrada cuando quiero impresionar. Su textura suave y sabor intenso abren el apetito para todo lo que viene después.

De mi cocina para ti
Esta sopa es más que un simple plato. Es mi forma de compartir cariño y sabor con ustedes. ¡Que la disfruten mucho!
Preguntas Frecuentes
- → ¿Cómo puedo asar el ajo fácilmente?
- Corta la parte superior de la cabeza de ajo, añade un chorrito de aceite de oliva y un poco de sal. Envuélvelo en papel aluminio y hornéalo a 200°C por 30 minutos. Deberá estar suave y dorado.
- → ¿Debo licuar por completo la sopa?
- Licuar no es obligatorio, pero hará la textura más cremosa. También puedes licuar solo una parte si prefieres que queden trozos de vegetales.
- → ¿Es posible reemplazar o eliminar la crema?
- Sí, puedes usar leche de coco o crema de soja. Si no usas ninguna crema, el sabor será más ligero pero igual quedará deliciosa.
- → ¿Cuánto dura fresca la sopa?
- En el refrigerador puede durar de 3 a 4 días. Añade la crema justo al calentarla para que conserve mejor su frescura.
- → ¿Cómo sé si el fenchel está bien caramelizado?
- Debes notar un color marrón oscuro tras unos 20-30 minutos, y que desprenda un aroma dulce. No olvides remover ocasionalmente para evitar que se queme.