
Hoy te invito a un paseo por los sabores de invierno en Francia. Mi versión para días fríos de ratatouille es mi manera de decirle “te quiero” a este clásico galo. Con calabaza, col rizada y judías verdes crujientes, llevo el invierno directo a la mesa.
Una historia francesa deliciosa
Desde que pisé la Provenza me atrapó el ratatouille. Después transformé el plato veraniego en mi cocina, dándole toques que encajan de maravilla con el frío.
Mi toque invernal
Dejo de lado calabacines y berenjenas y prefiero aprovechar lo que trae el invierno. Calabaza, zanahorias, col rizada y un poco de apio logran un resultado super reconfortante y lleno de sabor.
Hierbas desde mi patio
Las especias son el alma de este plato. Tomillo y romero frescos de mi terraza, junto con orégano seco, lo llenan de aroma. La mirtaza (laurel en México y España) es mi as bajo la manga que traje de viaje.
Lo que vas a usar
- Calabaza: 400 g de calabaza tipo cacahuete o violín
- Zanahorias: 2 grandes y jugosas
- Apio: 2 ramas crujientes
- Champiñones: 200 g de los marrones
- Col rizada: 200 g fresquita de mercado
- Judías verdes: 150 g tiernas
- Cebolla: 1 grande y dulce
- Ajo: 2 dientes frescos
- Tomates: 400 g de lata
- Caldo de verduras: 250 ml hecho en casa
- Aceite de oliva: Uno bueno, español
- Vino blanco: 100 ml seco
- Mezcla de especias: Lo mejor de mi maceto-huerto
Cómo empezamos
Arranco siempre cortando todo. Intento que la calabaza quede en cubos igualitos para que sea bien cremosa. Las zanahorias y el apio los paso a rodajitas y parto a mano las judías.
Mi picardía mediterránea
La mirtaza seca, vaya hallazgo. La trituro en el mortero y de ahí sale ese aroma tan del sur de Francia que simplemente me traslada.
Manos a la olla
Pongo primero el apio, zanahoria y calabaza en mi olla de hierro. El aroma dulce al dorar la calabaza es inigualable, además le da un toque tostado genial.

Aroma base
Al añadir la cebolla y el ajo, el olor que sale es adictivo. Esta mezcla inicial lo es todo para el sabor final del ratatouille de invierno.
Setas, las reinas
No me olvido de los champiñones. Los dejo ahí hasta que suelten todo su jugo y de verdad le dan un punch delicioso al guiso.
Toque francés líquido
Esa parte doradita pegada en el fondo la saco con un chorro de vino blanco. El vino no solo suma acidez, también le da mucha profundidad.
Textura jugosa
Los tomates con el caldito de verduras dan cremosidad. Solo queda esperar a que todo lo bueno se mezcle y los sabores se suelten.
Olor a campo
Las hierbas frescas son el giro mágico. El tomillo, el romero y el orégano perfuman las verduras y las visten de invierno.
Dejar cocer sin prisa
Veinticinco minutos removiendo de vez en cuando. Lo disfruto a fuego lento, oliendo cómo evoluciona todo. El aroma es lo máximo.
El toque verde final
Al final, echo las judías y la col rizada. Quiero que queden firmes y bien verdes, así se ve brutal y queda súper sano.
El último detalle
Probar y ajustar es clave. Pongo sal, pimienta y un poquito de pimentón ahumado (el piment d'Espelette original lo cambio por pimentón de la Vera). Cada cucharada tiene que ser una fiesta para el paladar.

Directo a la mesa
Siempre lo pongo en boles hondos y saco pan crujiente (baguette o telera). Hay que mojar en la salsa, no se puede dejar nada.
Vale para todo momento
Me encanta porque se adapta. Caliente es pura magia invernal, tibia es una opción divina para comer y fría es el snack top del día.
Sazonal, local
Las verduras de invierno del mercado hacen que todo sepa tan auténtico y natural. Además cuidarás el planeta, comerás rico y de temporada.
Perfecto para la familia
En mi casa todos lo piden, especialmente los peques, que se pirran por la calabaza dulzona y las judías tiernas.
Ideal para dejar listo
En días ocupados, me salva tener un tupper esperando en la nevera. Al calentarlo queda aún mejor porque los sabores se funden brutalmente.
Para experimentar sin miedo
A veces cambio col rizada por espinacas o añado chirivías. El plato acepta de todo, no hay reglas estrictas, solo ganas de probar.
Más sabor, más alegría
Poner pimentón ahumado o una pizquita de nuez moscada le sube el nivel. Prueba, que la cocina es para divertirse.
Ideas para variar
Algunas veces la paso por la batidora y se vuelve extra cremosa. Y unas garbanzos asados por arriba le quedan de diez y dan un toque crujiente.

Con todo el cariño
Este ratatouille invernal es mucho más que una idea para cocinar. Es mi abrazo a la cocina francesa y a los días de frío. Es ese plato que reconforta y alegra el alma. ¡Que lo disfrutes mucho!
Preguntas Frecuentes
- → ¿Qué tipo de calabaza puedo usar?
El Hokkaido es ideal, pero también funcionan la Butternut o la tipo moscada. La Hokkaido no necesita ser pelada, las otras deben pelarse antes.
- → ¿Qué es el Piment d'Espelette?
Es un polvo de pimentón ligeramente picante originario del País Vasco francés. Puedes usar pimentón regular o copos de chile como sustituto.
- → ¿Es esencial la mirto para el plato?
No, la mirto seca es opcional. El plato sabe delicioso usando solo hierbas clásicas como tomillo, romero y orégano.
- → ¿Puedo usar col rizada congelada?
Sí, la col rizada congelada funciona perfectamente. Agrégala directamente con los frijoles verdes en la cocción.
- → ¿Cuánto tiempo se conserva el Ratatouille?
Se mantiene en el refrigerador por 3-4 días. De hecho, sabe mejor recalentado, ya que intensifica los sabores.